El Gobierno acaba de rebajar drásticamente su previsión de crecimiento económico para este año, con un recorte del 7% al 4,3% de la estimación de PIB para el conjunto de 2022. La vicepresidenta Nadia Calviño sigue hablando de crecimiento “fuerte y sostenido” y las previsiones oficiales cuentan con una reactivación del turismo tras el parón de la pandemia que servirá para compensar parte del impacto económico de la guerra y de la crisis de los precios de la energía.

La hoja de ruta que plantea el Gobierno pasa por que durante este año el PIB turístico recupere el 80% de los niveles del 2019 precovid, que fue un año de máximos históricos para el sector. Así se recoge en el Plan de Estabilidad 2022-2025 y el Plan Nacional de Reformas remitido por el Ejecutivo a la Comisión Europea este viernes.

El Ministerio de Asuntos Económicos, comandado por la vicepresidenta Nadia Calviño, calcula que recuperación del sector turístico a lo largo de 2021 se saldó con un PIB turístico cercano a los 90.000 millones de euros, el equivalente al 57% del registrado en 2019. Y la estimación gubernamental apunta a que el PIB sectorial alcanzaría el 80% del registrado en el último ejercicio precovid, lo que supone elevar la aportación del turismo hasta el entorno de los 126.300 millones de euros.

Y aunque la previsión del Gobierno anticipa un fuerte crecimiento del turismo, se queda corta frente a las estimaciones del del sector. Los grandes grupos turísticos muestran un mayor optimismo y auguran una reactivación más rápida del sector este año, a pesar del impacto de la guerra en ucrania para el conjunto de la economía y el golpe que puede suponer la alta inflación para el consumo.

Las estimaciones que maneja Exceltur, el lobby que agrupa a una treinta de los mayores grupos turísticos del país (entre ellos, Meliá, Iberia, Globalia, NH Hotels, Riu, Amadeus o Renfe) anticipan que el PIB del sector turístico cerrará el año habiendo recuperado un 91,6% de sus niveles prepandemia, hasta alcanzar los 141.681 millones de euros, según anunció la asociación hace unas semanas.

De hecho, la asociación empresarial acaba de elevar sus previsiones de actividad para 2022 por su confianza en que la fortaleza de la demanda se mantendrá durante los próximos meses y con la nueva guía supera en 15.400 millones la previsión de PIB del sector que maneja el Gobierno para este ejercicio.

Las previsiones del lobby, que están condicionadas a que la guerra no se intensifique o se extienda geográficamente, suponen mejorar en 6.000 millones más la anterior previsión de PIB turístico para 2022 y representan un fortísimo incremento del 57% en relación al dato de 2021. A pesar de la potente mejora, el PIB del sector aún se sitúa 13.000 millones por debajo de los registros de 2019, antes de la pandemia de Covid (154.738 millones de euros).

Ingresos por 63.000 millones

La recuperación del turismo aún está lejos de ser completa tras el parón provocado por la pandemia, pero desde el sector se da por hecho que la reactivación avanza con fuerza y se maneja como previsión central que seguirá acelerándose durante el resto del año a pesar del impacto económico de la guerra. Un optimismo que se ha visto aupado por los buenos resultados obtenidos en Semana Santa.

Las llegadas y el gasto de los turistas extranjeros, en cambio, siguen por debajo de los niveles previos a la pandemia, pero las grandes compañías turísticas aspiran a recuperar este año cerca del 90% de la caída provocada por el covid. Las estimaciones que maneja Exceltur contemplan que los ingresos por turismo (lo que los turistas extranjeros gastan realmente durante su estancia) alcanzarán los 63.000 millones de euros al cierre de este año, más que duplicando los registros de 2021, pero quedándose aún un 11,5% por debajo del nivel de antes de la pandemia.

España acumulaba nueve años consecutivos de récords de ingresos por turismo (lo que de verdad gastan los turistas extranjeros en el país) hasta que la pandemia cortó en seco la progresión. Según los registros de la balanza de pagos elaborada por el Banco de España, en 2019 se alcanzó un máximo histórico de 71.202 millones de euros de ingresos por turismo.

En 2020, con gran parte del año de parón turístico total por las restricciones a los viajes internacionales, esos ingresos se desplomaron hasta sólo los 16.177 millones, con un hundimiento de más del 77% y con el dato más bajo en casi tres décadas (en concreto, desde 1993). El año pasado, los viajeros internacionales que visitar el país inyectaron a la economía nacional 28.900 millones de euros, aún un 60% por debajo de los niveles previos a la Covid y siguió en niveles de finales de los noventa.

Según los últimos datos publicados por el Banco de España, entre enero y febrero de este año, España ingresó 5.600 millones de euros por el gasto realizado aquí por los viajeros internacionales, ocho veces más que en los dos primeros meses del año pasado (apenas 700 millones) cuando aún el sector estaba en punto muerto por la pandemia, pero aún claramente por debajo del nivel previo a la Covid (7.200 millones en enero y febrero de 2019, justo antes del estado de alarma)

Diferencia entre gastos e ingresos

Los ingresos reales por turismo son los que efectivamente revierten en la economía de España, los gastos que los visitantes extranjeros efectúan durante su estancia en el país. Y esos ingresos por turismo son medidos por el Banco de España en la balanza de pagos. A efectos contables, tienen un impacto para la economía similar a las exportaciones del país.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene otra contabilización de gastos de los turistas extranjeros -la encuesta Egatur-, pero con ella calcula todo lo que los viajeros gastan en su viaje. Todo, no sólo durante su estancia aquí, sino también antes de llegar en empresas de su país de origen, por lo que la cifra siempre es más abultada que la del Banco de España al incluir costes que no revierten realmente en la economía española. Cada año hay una diferencia milmillonaria entre lo que gastan los turistas y lo que la economía española realmente ingresa.

Por ejemplo, frente a los 28.900 millones de ingresos turísticos reales estimados por el Banco de España para 2021, el Instituto Nacional de Estadística calculó que el gasto de los turistas extranjeros escaló el año pasado hasta los 34.816 millones de euros, un 76% más que el año anterior, pero un 62% por debajo de los niveles previos a la pandemia.