El monstruo de la inflación empieza a asomarse también al sector de las telecomunicaciones. La operadora Orange ha sido la primera en abrir la puerta a una posible subida de precios de sus servicios en el caso de que la inflación se mantenga en los niveles actuales (9,8% en su variación interanual), según han avanzado durante la presentación de resultados de la compañía este martes.

"Estamos redoblando nuestros esfuerzos para actuar más rápido que nunca para mitigar su impacto", ha asegurado el consejero delegado de la empresa en España, Jean-François Fallacher.

El dirigente ha citado como "primer impacto" los precios de la energía, aunque ha explicado que Orange cuenta con un acuerdo de suministro a corto plazo (lo que se conoce en la jerga energética como ppa, por sus siglas en inglés) que "está mitigando el impacto" de la subida del precio de la luz. El "segundo impacto" al que ha hecho referencia Fallacher han sido los salarios que, ha dicho, "es algo en lo que está trabajando nuestro equipo" para incrementarlos en la medida que se pueda.

El tercer efecto, aunque no lo ha citado, podría ser una potencial subida de precios de los servicios a sus clientes. Al preguntar sobre esta posibilidad, la compañía descarta que sea algo que esté actualmente sobre la mesa, pero tampoco lo descarta. "No tenemos planificado una subida de precios asociada a la inflación a corto plazo, pero si sigue así (alrededor del 10% actual) no será descartable ni en el mundo de las telecomunicaciones ni en ningún otro sector de la economía", ha afirmado el director general de la dirección de B2C de Orange España, Diego Martínez.

Fusión con MásMóvil

La compañía, que ha finalizado el periodo fiscal de enero a marzo de 2022 con unos ingresos totales de 1.132 millones de euros, lo que supone un 4,6% menos respecto al año anterior, está inmersa en el proceso de fusión con MásMóvil, que prevé cristalizar en el verano del año que viene. Fallacher ha hecho hincapié en la progresiva estabilización de los ingresos de la firma con el objetivo de volver al crecimiento en 2023.

El dirigente ha defendido que el objetivo de la operación es "ganar tamaño para tener mejor capacidad de inversión" pero que la unión no cambiará la competitividad del sector en España ni la presión competitiva. "Hay cinco competidores en España que se reducirán a 4, creemos que la competitividad se mantendrá, ese no es el objetivo que buscamos", ha añadido.