El Santander ha anunciado este viernes que prevé cumplir los objetivos financieros para este año que anunció el pasado febrero a pesar de la invasión de Ucrania por Rusia, que se comenzó posteriormente. El banco ha recordado que no tiene presencia en ninguno de estos dos países y ha precisado que su exposición directa a través de clientes de ambas nacionalizadas a los que tiene concedidos créditos es mínimas: apenas 80 millones de euros.

Pese a ello, su presidenta, Ana Botín, ha advertido de que no se debe "minimizar el efecto indirecto" que la invasión va a tener en forma de mayor inflación, menor crecimiento e "impactos que van más allá del fuerte aumento de los precios de la energía". En este sentido, ha pedido al Gobierno que, "además de proteger a las empresas y a las familias, especialmente a las pymes y a los más vulnerables", genere "confianza" para impulsar la inversión privada con el "impulso" de los fondos europeos

Ante la junta de accionistas de la entidad, la banquera también ha considerado imprescindible reducir la dependencia de la UE del petróleo y el gas ruso. Por ello, ha pedido a las autoridades comunitarias que "definan cuanto antes qué préstamos son compatibles" con los objetivos de descarbonización, ya que ello permitirá a los bancos financiar la transición energética.

"Primero la pandemia y, ahora, la invasión de Ucrania han puesto de manifiesto la necesidad de reducir la dependencia de Europa y España de sectores estratégicos", ha alertado antes de recordar que el peso de Rusia y Ucrania en la producción de diversas materias primas podría agravar a medio plazo la crisis del sector de la automoción y la crisis energética, además de estar incrementando los precios de los alimentos y otras materias primas agrícolas a nivel mundial.

Diversificación

Botín ha destacado que el consenso de los analistas esperan un crecimiento más bajo de lo previsto a comienzos de año en Europa (impacto de aproximadamente 1-1,5 puntos porcentuales de PIB), un menor impacto en el crecimiento de Estados Unidos (con un crecimiento del PIB de 0,25-0,5 puntos porcentuales menos) y un efecto entre neutral y ligeramente positivo en las economías latinoamericanas. Este distinto comportamiento por regiones explica en buena medida que el banco haya mantenido sus objetivos.

"Nuestro modelo de negocio, y en especial nuestra diversificación, nos proporciona una base muy sólida para crecer. Esperamos mantener una alta rentabilidad en América y mejorar la rentabilidad en Europa. Como consecuencia de ello y basándonos en el consenso económico actual, confiamos en alcanzar los objetivos financieros de 2022", va a afirmar su presidenta, Ana Botín, ante la junta de accionistas que se celebra a mediodía, según una nota distribuida por la entidad.

El banco, así, se va a beneficiar de su fuerte presencia en América (Brasil, Estados Unidos y México, principalmente), ya que esta región está sufriendo menos que Europa los impactos económicos de la guerra. De hecho, en anteriores conflictos bélicos en el viejo continente, Latinoamérica ha registrado incrementos de actividad. En Europa, su banco polaco no tiene conexiones económicas con Rusia pese a la cercanía y el sector financiero español estima que las provisiones extraordinarias que realizó por el covid serán suficientes para asumir los mayores impagos por la guerra.

Buen primer trimestre

Todo ello explica que el Santander haya mantenido sus objetivos para este año: obtener un crecimiento de los ingresos de alrededor del 5% en euros constantes (sin tener en cuenta el tipo de cambio de las distintas divisas con que opera), una ratio de eficiencia (relación entre ingresos y gastos) del 45%, un retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario por encima del 13% y una ratio de capital del 12%. La entidad también prevé un crecimiento del beneficio por acción y en la suma del valor neto contable por acción más el dividendo por acción.

Botín, de hecho, también va a apuntar que los resultados del primer trimestre, que se publicarán en unas semanas, han ido en buena línea a pesar de la guerra, que comenzó el 24 de febrero. "La actividad comercial se ha mantenido fuerte, con ingresos en línea con el último trimestre y un crecimiento interanual de la nueva producción de créditos estimado en el 8%, a niveles prepandemia. Junto a ello, en este primer trimestre la eficiencia y el coste del crédito (provisiones) se mantuvieron en línea con lo previsto, el RoTE ordinario por encima del 13% y nuestra ratio de capital CET1 ‘fully loaded’ en el 12%", ha adelantado.