Nubarrones en torno a las criptomonedas. La cotización se desploma en los mercados internacionales, aunque los expertos siguen asegurando que los inversores institucionales (y los inversores minoristas) siguen entrando en el mercado. En cualquier caso, lo evidente ha sido el recorte de más del 7% registrado en algunos momentos este lunes, en el marco de una fuerte inestabilidad internacional con la amenaza de conflicto bélico en Ucrania y el temor a que Rusia prohíba las operaciones con criptodivisas, incluyendo la minería, la emisión, la circulación y el intercambio. El bitcóin, la criptomoneda de mayor capitalización, ha perdido la mitad de su valor en menos de tres meses, desde los máximos de principios de noviembre.

Empieza a constatarse que como valor refugio el bitcóin merece un suspenso salvo en economías precarias de alta inflación. Los expertos achacan la evolución de la cotización al temor del efecto de las próximas subidas de tipos de interés en Estados Unidos y las restricciones a su uso en Rusia y China. Una cosa este estar al margen de espacios legales y otra muy distinta adentrarse en el espacio de ilegalidad en buena parte del mundo. En un informe consultivo, el Banco Central de Rusia instó la semana pasada a las autoridades rusas a implementar una serie de modificaciones en la ley para "reducir los riesgos vinculados a la difusión de las criptomonedas". La entidad bancaria consideró como una "amenaza sistémica" el creciente interés de los rusos en este tipo de moneda, así como el incremento de cuentas y el alto riesgo de las operaciones con criptomonedas. La propuesta llega en momentos complejos.

Al factor ruso se une también el análisis que se escuda en que cualquier subida de tipos en EEUU tiene una correlación con recortes de cotización del bitcóin. Es pronto para pontificar conclusiones, pero ese reclamado papel de valor refugio del bitcóin está seriamente en duda. No se trata de oro digital. El metal precioso se muestra mucho más estable en su precio en plenas turbulencias inflacionarias y entre tensiones bélicas en occidente (con una cotización por encima de los 1.600 euros, la onza; en torno a 40.000 euros el kilogramo) . 

Sin embargo, los defensores de las criptomonedas se aferran a la esperanza de que buena parte del sistema capitalista actual ha abrazado a las criptomonedas como activos especulativos interesantes. Este pasado fin de semana se conoció que el fondo de inversión Blackrock va a entrar en el entorno de las criptomonedas a través de un índice ETF o fondo cotizado híbrido (fondo basado en participaciones) vinculado al mercado blockchain. El índice respaldado por Blackrock estaría referenciado a los resultados de inversión del índice NYSE FactSet Global Blockchain Technologies, que se basa en empresas involucradas en el desarrollo y despliegue de tecnologías criptográficas en los EE UU y en el extranjero. El fondo propuesto planea invertir al menos el 80% de sus activos en acciones incluidas en el índice, según un documento divulgado por prensa especializada. Puede asignar hasta un 20% en futuros, opciones, contratos de swap, efectivo y equivalentes de efectivo, todo sobre acciones. El fondo no invertirá en criptografía directa o indirectamente a través de criptoderivados.

El CEO de Blackrock, Larry Fink, afirmó a a la CNBC en octubre que si bien ve "enormes oportunidades" para la moneda digital, no está seguro de cómo le irá al espacio criptográfico a largo plazo. Es una muestra más de que los apoyos a blockchain no deben confundirse con apuestas seguras de revalorización generalizada en el caso de criptomonedas. Son actualmente una clase de activos, pero a largo plazo los inversores no están seguros del papel económico que tendrán en el futuro ni cuáles serán las aceptadas por el mercado.

Prohibir la emisión y la circulación de criptomonedas (incluyendo bolsas digitales y plataformas P2P) en Rusia puede tener un efecto muy negativo en la cotización. A corto plazo por la presión vendedora de los actuales tenedores rusos. Pero también puede tener un efecto en el aumento de la actividad de intermediarios que asuman la propiedad de esos inversores anónimos asediados por un marco legal local hostil. Según el informe del Banco Central Ruso, el monto total de las operaciones de personas físicas rusas vinculadas a criptomonedas podría ascender a los 350.000 millones de rublos anuales (5.000 millones de dólares). Cualquier movimiento entre esos propietarios de criptomonedas puede tener efectos en la cotización a corto plazo.