La primera reunión para prorrogar los ERTE más allá del 30 de septiembre ha finalizado con pocos avances, según confirman diversas fuentes del diálogo social. El Gobierno pretende que la próxima renovación de estas ayudas, de las que dependen 263.000 trabajadores, se centre en la formación y el reciclaje profesional, consciente de que muchos de los empleados que actualmente están afectados por un expediente tienen pocas posibilidades de reactivarse en el corto plazo. Así lo ha explicado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, en rueda de prensa este mismo jueves.

El Ejecutivo no ha cerrado con patronal y sindicatos una fecha concreta para esta nueva prórroga, a diferencia de en ocasiones anteriores, cuando en el primer encuentro se detallaba el nuevo cómputo para dar seguridad a empresarios y trabajadores. El formato utilizado en anteriores ocasiones hubiera sido de cuatro meses más de ayudas para el mantenimiento del empleo y dar certezas en la campaña de Navidad. Habrá que esperar a futuras reuniones para ello.

La primera reunión para pactar la renovación de estas ayudas ha durado unas dos horas y media, ha acabado pasado el mediodía y en la misma apenas se han producido avances. La próxima cita está prevista para la semana que viene, con la vista puesta en el 30 de septiembre, día en el que vence el plazo de las actuales condiciones.

Las partes deben pactar la fecha y acordar el contenido, más allá de esa voluntad de priorizar la formación que ha manifestado Escrivá. El esquema que regía hasta ahora consistía en dos tipos de ayudas: unas más enfocadas a ayudar más a las empresas que pudieran sacar a trabajadores del erte. Y otras para sectores ultraprotegidos, es decir, con escasas posibilidades de reactivación debido a las restricciones actuales y que, en compensación, podían acceder a altos porcentajes de exoneraciones.

Este esquema no gusta a patronal y sindicatos, que consideran que todos los recursos deberían enfocarse al segundo grupo, pero hasta la fecha han acabado aceptándolo. Pero, según ha manifestado el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, este debate no será el eje central de las negociaciones. "La prioridad ahora no es tanto la activación, sino la formación", ha declarado este jueves en rueda de prensa.