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Plataformas digitales

La entrada en vigor de la 'ley Rider' no acaba con la conflictividad en el sector

Glovo continuará operando con autónomos pese a la norma, UberEats los desactiva desde este jueves y Deliveroo prepara su salida de España

Varios ’riders’ esperan ante un restaurante de Barcelona para recoger pedidos. Manu Mitru

La 'ley Rider' entra en vigor este jueves y ha dado un vuelco al sector de las plataformas digitales dedicadas al reparto a domicilio. La norma ha puesto fecha concreta a una transición hacia la que ya empujaban los tribunales y ha acelerado el proceso, que cada una de las compañías ha interpretado a su manera. Desde el modelo mixto de Glovo, hasta las subcontratas de UberEats, pasando por el nuevo convenio colectivo de JustEat o la salida de Deliveroo del mercaod español. El denominador común entre las que se quedan es que, pese a la nueva norma, esta no pone fin a la conflictividad laboral en un sector lastrado por los litigios y las polémicas durante los últimos años. 

Pese a la partitura común –literalmente un folio de ley- y la voluntad del Ministerio de Trabajo de ser claro en el texto, cada plataforma ha reaccionado a su manera y Glovo –líder en el sector- ha apostado por mantener a trabajadores autónomos en su operativa. La novedad es que estos cohabitarán con ‘riders’ contratados directamente como asalariados; algo que le venían indicando los tribunales durante los últimos años en sus sentencias y que la firma rechazaba.

“Nuevas directrices de Glovo. El uso diario que haces de la plataforma no se ve afectado, pero hay algunos detalles que te puede interesar conocer”, reza el mensaje que han recibido estos días los repartidores que hasta ahora han venido operando por cuenta propia para la firma de las mochilas amarillas. La firma ha liberalizado más sus condiciones de trabajo para tratar de esquivar posibles acusaciones de continuar empleando falsos autónomos; aunque la piedra angular del modelo –el algoritmo- sigue siendo de su propiedad y control. 

Pongamos los multiplicadores a 1,3”, es una de los mensajes que circulan estos días por los grupos de repartidores en redes sociales. Y es que el nuevo modelo de Glovo abre una guerra de precios entre autónomos, ya que ahora es el mensajero el que modula el precio por el que está dispuesto a asumir ese pedido que le ofrece Glovo. Sobre un precio base, el ‘rider’ aplica un multiplicador. Si está por encima de 1, le aumenta el precio y si está por debajo se lo baja. Lo que puede provocar que si hay muchos ‘riders’ disponibles y estos ponen el multiplicador muy bajo para cazar el pedido, el reparto le acabe saliendo al ganador por una cantidad ínfima. “Descontando la cuota de autónomos, nos puede llegar a salir a pagar”, reconoce un repartidor consultado. 

Seguir usando autónomos, pese a mezclarlos con asalariados, se ha visto como un desafío directo a la norma y los sindicatos han anunciado una ofensiva para tumbar esta práctica. CCOO ya ha presentado denuncias ante Inspección de Trabajo y UGT va por el mismo camino. "UGT insta al Gobierno a que exija el cumplimiento de la ley a las plataformas digitales de reparto y extreme la vigilancia para evitar que se pueda burlar la ley o se intente dilatar su cumplimiento. El sindicato adaptará todas las medidas legales que sean necesarias para que esto no ocurra", ha hecho público en un comunicado este miércoles. 

Las subcontratas de UberEats también peligran

“En caso de estar operando como repartidor autónomo, te informamos de que a partir del 12 de agosto no podrás seguir proporcionando servicios de reparto a través de nuestra plataforma”, reza el mensaje remitido desde UberEats a su flota de repartidores. La firma de las mochilas verdes corta en seco desde este jueves con todos sus autónomos, si bien durante las últimas semanas cada vez iba ofreciendo menos repartos por esta vía; según reconocen repartidores consultados. 

La carga de trabajo la ha ido derivando UberEats hacia las empresas subcontratadas, en las que ha descargado la totalidad del servicio de repartos. Empresas como Deliveers, Jobandtalent, JTHiring, Jobtoday o AraVinc son algunos de los nuevos actores en este sector, en el que hasta ahora solo operaban las plataformas y los repartidores, sin intermediarios. Estas han absorbido a parte de esos mensajeros hasta ahora autónomos, aunque con la renuncia de Glovo a basar su modelo laboral en subcontratas, han visto caer parte del pastel que pretendían.

Habrá ‘guerra’ laboral también por esos lares, tal como ya ha avanzado UGT y precedentes de varapalos de Inspección de Trabajo ya existen. En abril de este año, la ‘policía laboral’ ya dio la razón a la central en Vigo en relación a la denuncia por cesión ilegal de trabajadores interpuesta contra Amazon. Y en Cataluña también ha habido fallos similares contra Cabify en marzo. “Estaremos vigilantes”, afirmó sobre esta cuestión el secretario de Treball de la Generalitat, Enric Vinaixa, en la última rueda de prensa de los datos del paro. 

JustEat se sienta a negociar

Una compañía puntal en el sector que nunca usó autónomos –sí lo estudió-, pero que ha operado hasta ahora con subcontratas es JustEat. La antes conocida como ‘La nevera roja’ anunció en noviembre del 2020 que empezaba a contratar directamente a sus repartidores, aunque a día de hoy no ha hecho público cuántos tiene en su flota y parte de su operativa sigue siendo a través de subcontratas. Ahora con CCOO y UGT negocia un convenio de empresa específico para los ‘riders’, que será el primero en España, sobre el que los sindicatos pretenden asentar las bases para que todos los repartidores pasen directamente a plantilla. "En JustEat tenemos interpuestas denuncias por cesión ilegal que, afortunadamente con el desarrollo del embrión de convenio de empresa que estamos discutiendo se podrá resolver de manera pacífica", afirmó el responsable de la federación de servicios de CCOO de Cataluña, Ramón González Monroy; esta semana en rueda de prensa.

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