La inflación sigue acelerándose en Estados Unidos pero la Reserva Federal no tiene intención de pisar el freno a las políticas y programas de estímulo puestos en marcha para impulsar la recuperación económica tras la pandemia, una recuperación que es palpable y “fuerte” pero para cuyo culmen, que llevaría a un cambio en las políticas como los tipos de interés prácticamente a cero, “aún queda bastante”.

Con ese mensaje se ha presentado este miércoles ante el Congreso el presidente de la Fed, Jerome Powell, y sus palabras han calmado a los mercados un día después de que los datos de junio mostraran el aumento de los precios en EEUU más rápido desde el 2008: un 0,9% mensual y un 5,4% anual.

En su comparecencia semestral ante el Comité de Servicios Financieros la Cámara Baja, al que seguirá el jueves ante el Comité de Servicios Bancarios en el Senado, Powell ha reconocido ese aumento “notable” de la inflación, que ha vinculado a problemas de suministro vinculados a la pandemia y embudos que el organismo considera transitorios o “temporales”. Ha asumido, asimismo, que la inflación “posiblemente se mantendrá elevada durante meses” antes de moderarse, sin dar detalles de cuándo la Fed estima que se alcanzará esa moderación, ni de cuánto será.

Powell, que ha asegurado que las expectativas inflacionarias a largo plazo siguen moviéndose en un rango consistente con sus objetivos, ha destacado también que al mercado laboral, que sumó 850.000 puestos de trabajo en junio, le queda aún “mucho camino” para recuperarse hasta niveles previos a la pandemia. En particular ha destacado que pese a las “mejoras sustanciales” para trabajadores de minorías raciales y étnicas “a los grupos más golpeados (en cuestión de empleo en la pandemia) es a los que les queda más terreno por recuperar”.

En la que es su última comparecencia ante el Congreso antes de que el presidente Joe Biden decida si le renueva en el cargo Powell ha insistido en que la Reserva Federal debate y va a a seguir discutiendo en “próximas reuniones” cómo y cuando relajar el programa de compra de bonos en el que inyecta mensualmente 120.000 millones de dólares.

 Algunos analistas interpretan el mensaje de Powell como un intento de frenar la idea de que la Fed está bajo presión para abandonar los programas y políticas de emergencia. Los críticos aseguran que su actual política monetaria y el programa masivo de compra de bonos están sobrecalentando la economía.