El índice de confianza del consumidor (ICC) repuntó en junio al nivel más alto en dos años debido, sobre todo, a la fuerte mejora de la percepción que los ciudadanos tienen de la situación económica actual y del mercado de trabajo, aunque el avance es más débil respecto a la valoración de la situación de sus hogares.

El ICC difundido este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) escaló en junio a 97,5 puntos, frente a los 89 de mayo, en tanto que el subíndice de situación actual subió a 75,9 puntos (62,4 en mayo) y el subíndice de expectativas aumentó a 119,1 puntos (115,5 en mayo).

Pese a que su incremento mensual ha sido menor, el nivel alcanzado por el subíndice de expectativas es el segundo más alto de toda la serie histórica, después de los 119,6 puntos de diciembre de 2015.

La mejora de este subíndice fue más marcada para el futuro inmediato de la economía y del mercado de trabajo, mientras que cayó ligeramente la confianza de los consumidores respecto a la evolución a corto plazo de sus economías domésticas.

Las expectativas en relación con los precios, los tipos de interés, las posibilidades de ahorro de los hogares y la compra de bienes duraderos también repuntaron, aunque el menor crecimiento fue el relacionado con la perspectiva de ahorro.

Dentro de la encuesta, hay un 39 % que manifestó que consigue ahorrar "un poco" de dinero cada mes, mientras que otro 34,7 % afirmó que llega justo a fin de mes.

Respecto a la situación económica actual de su hogar, el 53,4 % de los encuestados dijo que es igual a la de hace seis meses, en tanto que un 49,4 % opinó que seguirá igual dentro de seis meses, frente al 28,4 % que señaló que mejorará y al 16,4 % que indicó que empeorará.

Quienes opinaron que su situación mejorará es fundamentalmente porque prevén una mejora laboral o salarial.