Acuerdo en el ere de CaixaBankLos sindicatos han aceptado la última oferta consensuada con la empresa; según confirman tanto fuentes del banco como sindicales, y finalmente el número de salidas se ha cerrado en 6.452, lo que supone 1.839 menos que los 8.291 previstas inicialmente. Aún así sigue siendo el mayor despido colectivo de la banca española y uno de los más importantes, solo superado por el de Seat en 1993 o los de Telefónica en 1999 y 2011.

Tras dos días de maratonianas negociaciones y más de dos meses de contactos, el último escollo se ha vencido a las 17.44 horas de la tarde de este jueves y la empresa se ha comprometido a que todos los ceses sean de adscripción voluntaria, según resaltan los sindicatos.

La última propuesta de CaixaBank que finalmente han dado por buena los sindicatos rebaja las extinciones de contrato a 6.452 y retiraba los ceses forzosos, una condición exigida por los sindicatos. Durante las últimas horas los cupos provinciales -cuántas personas debían salir en cada provincia- había sido un freno para la entente. Las centrales temían que en algunas zonas se llenaran las pretensiones de la empresa y en otras no y finalmente sí hubieran despidos forzosos. La última oferta de CaixaBank, según trasladan fuentes consultadas de las centrales, omite dicha posibilidad ampliando los parámetros de movilidad geográfica.

La empresa y los sindicatos han ido rebajando paulatinamente la cifra final de afectados, no sin dificultades y con dos jornadas de huelga por parte de los trabajadores, que han significado los primeros paros totales en la historia de la entidad bancaria. La reducción de la cifra final de afectados se debe en buena parte a la posibilidad de recolocar empleados en empresas filiales del Grupo CaixaBank, cifra que se eleva a unas 708 personas.

Los sindicatos se han mantenido firmes en rechazar la posibilidad apuntada por la empresa de trasladar a algunos empleados a una distancia superior a 100 kilómetros de su actual puesto de trabajo, y la empresa habría aceptado modificarlo y situar la distancia a un máximo de 75 kilómetros, según han anunciado los representantes sindicales.