El coste por hora trabajada aumentó un 2,4% en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo de 2020, acumulando así once trimestres al alza, debido a la caída de las horas trabajadas y al incremento del 4% de los otros costes, como las cotizaciones sociales.

Según el índice de coste laboral armonizado (ICLA) que publica este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE), una vez eliminados los efectos estacionales y de calendario, la variación anual del coste por hora fue del 2,2%.

Por componentes y en el índice general, el coste salarial registró un incremento anual del 1,8%, mientras que los otros costes aumentaron un 4%, recogiendo así el pago de parte de las cotizaciones sociales de los trabajadores en ERTE, junto con la caída de las horas trabajadas. 

El coste laboral excluyendo pagos extraordinarios y atrasos creció el 2,4%.

Las secciones que registraron los mayores incrementos anuales en el primer trimestre fueron el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (16,7 %), industrias extractivas (13,4%), e información y comunicaciones (5,7%). Por su parte, el único descenso interanual de los costes laborales se produjo en las actividades inmobiliarias (-6,3%), mientras que el transporte y almacenamiento (0,2%) y la educación (0,5%) marcaron los menores incrementos.

Respecto al coste salarial, el mayor incremento se detectó también en suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (19,1%), industrias extractivas (17,6%), e información y comunicaciones (6%).

El principal objetivo del ICLA (que mide el coste laboral por hora trabajada manteniendo constante la estructura por ramas de actividad) es proporcionar una medida común, comparable y oportuna de los costes laborales para toda la Unión Europea que permita un seguimiento de su evolución