El encarecimiento de los carburantes y la electricidad disparó la inflación en marzo un 1,3% con respecto al mismo mes de 2020, lejos de la congelación de precios experimentada en febrero.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha publicado este lunes el avance del índice de precios de consumo (IPC) de marzo, un mes que ha estado marcado por la evolución de la energía, sobre todo en comparación con la situación de hace un año, cuando la pandemia paralizó buena parte de la actividad económica.

El INE detecta en marzo un encarecimiento de la electricidad y de los carburantes y combustibles, que contrasta con la bajada que sufrían un año antes.

De acuerdo a los últimos datos del Boletín Petrolero Europeo, la gasolina y el gasóleo de automoción acumulan encarecimientos de más del 11% en lo que va de año y sus precios de venta al público se sitúan ya por encima de los que marcaban antes del inicio del confinamiento en España.

Este avance contrasta con las fuertes caídas que experimentaron los carburantes en los primeros compases de la pandemia, ante la paralización de la actividad, que superaban el 10 % al cierre de marzo de 2020.

De la misma manera, la electricidad ronda en marzo los 45 euros el megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista, lo que supone un fuerte repunte con respecto a los 27,79 euros el MWh de media de marzo de 2020, un mes en que el precio había caído más de un 40 % con respecto al año anterior.

De confirmarse el dato de IPC adelantado este martes, la tasa de marzo sería 1,3 puntos inferior a la de febrero (0 %) y pondría fin a una tendencia bajista iniciada al mismo tiempo que la pandemia.

Los precios permanecieron en negativo buena parte de 2020, para después subir un 0,5 % en enero de 2021 -debido principalmente al encarecimiento de la electricidad por la borrasca Filomena- y permanecer congelados en febrero.

La inflación subyacente -que no tiene en cuenta los alimentos no elaborados ni los productos energéticos por ser los más volátiles- se situó en marzo en el 0,3 %, la misma tasa que en febrero y por debajo del IPC general por primera vez desde enero de 2020.

En términos mensuales, los precios subieron un 1 % en marzo con respecto a febrero, cuando habían caído un 0,6 %.

El índice de precios de consumo armonizado (IPCA) -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro- se situó en el 1,2 %, casi un punto y medio por encima de la tasa del mes anterior.

El profesor de economía de la Universidad CEU San Pablo Kamal Romero considera que la inflación de marzo se debe a un efecto "puntual" del incremento de los precios de la energía, mientras que el "leve" repunte de la inflación subyacente permite esperar que los precios suban conforme se recupere la actividad económica.

En cambio, el profesor de economía del IEB Javier Santacruz ve los datos "extraordinariamente preocupantes", sobre todo si suponen un cambio de tendencia hacia una subida generalizada de los precios que, en su opinión, sería un resultado del encarecimiento de las materias primas, la ruptura de ciertas cadenas de suministro y la subida de servicios como el transporte por menor competencia.

Tras conocer los datos, UGT ha lamentado que la subida de los precios energéticos "representa un gasto muy fuerte en aquellos hogares con rentas más reducidas", por lo que ha reclamado reformar el sistema energético, subir el salario mínimo y mejorar las retribuciones de los trabajadores.