Medio ambiente

Especie bandera sólo a medias

Las principales organizaciones conservacionistas de las islas, expertos y científicos solicitan que los arribazones de las playas se mantengan durante todo el año

Una gaviota de audouin sobre un montículo de posidonia, a resguardo del temporal./ FOTOS: CAT

Una gaviota de audouin sobre un montículo de posidonia, a resguardo del temporal./ FOTOS: CAT

Cristina Amanda Tur @territoriocat

Perder arena o conservarla. Esa es una parte importante de la cuestión. Y para no perder las playas, la mejor solución —como no podía ser de otra manera— nos la ofrece la propia naturaleza, creando barreras de posidonia muerta que, al acumularse en la costa en otoño e invierno levantan auténticos diques orgánicos, a veces tan espectaculares como beneficiosos. Sin embargo, buena parte del sector turístico considera que estas acumulaciones ofrecen una mala imagen de las playas y molestan a sus clientes, por lo que, ante la tesitura de apostar por el medio ambiente o contentar a los hosteleros, los ayuntamientos de Ibiza y Formentera (al igual que en el resto de Balears) optan por retirar la posidonia muerta de muchas playas, sean estas urbanas como Talamanca o naturales como ses Illetes. De esta forma, se da la paradoja de que a una especie que las islas han convertido en símbolo de la conservación por sus inmensos beneficios ecosistémicos se le permite realizar su estimable función sólo a medias. Porque si provechosa es la posidonia por su elevada producción de oxígeno y su condición de sumidero de carbono y hábitat de múltiples especies no lo es menos como protectora de la costa, productora de arena, fuente de alimento para aves marinas o cangrejos y aporte de nutrientes para la vegetación dunar.

«La posidonia es actualmente la especie bandera de la conservación del mar balear, y debemos entender su protección y puesta en valor en todas las fases de su ciclo biológico, tanto en la playa sumergida como en la playa emergida». Es uno de los argumentos que se alegan en un documento enviado a ayuntamientos con costa de Ibiza, Formentera, Mallorca y Menorca, a los consells insulars y al Govern para instar a un cambio en esta política de gestión costera que prefiere retirar los arribazones antes que enfrentarse al sector turístico y hacerle entender que él será el primer beneficiado si las playas se conservan en buen estado. La política debe ejercerse también pensando a medio y largo plazo. La solicitud está avalada por diversas investigaciones científicas, por las principales organizaciones conservacionistas de las islas con ámbito marino y por expertos y científicos como Carlos Duarte, Samuel Pinya, Anna Traveset y Xavier Pastor.

Vila amontona detrás del recinto ferial toda la posidonia que retira.

Vila amontona detrás del recinto ferial toda la posidonia que retira. / D.I.

De momento, y aunque la solicitud se cursó dando entrada al documento en las instituciones entre el 9 y el 11 de mayo, sólo los ayuntamientos de Sant Josep, Andratx y Calvià han contestado a los expertos. Y únicamente Sant Josep ha mostrado su predisposición a tratar el asunto con la evidencia científica sobre la mesa. En este caso, la concejala de Medio Ambiente, Felicia Bocú, ha remitido una carta en la que agradece la información facilitada sobre la necesidad de mantener los restos de posidonia en el litoral y se compromete a estudiarla. «Estaremos encantados de mantener reuniones y colaboraciones para estudiar vías de mejora de la gestión de nuestro litoral y de su protección», señala. Asimismo, en la carta se recuerda que la gestión que se lleva a cabo se realiza con la autorización del Govern y que «los restos retirados durante la temporada siempre se devuelven a las playas».

Y este es otro de los puntos en los que incide el escrito de los expertos, dado que es actualmente la solución por la que se han decantado todos los ayuntamientos; retirar las acumulaciones de posidonia al inicio de la temporada, amontonarlas en algún solar y devolverlas a la costa ya en otoño. Esta solución salomónica tampoco es suficiente. Numerosos estudios revelan que la persistente retirada de la posidonia en las costas del Mediterráneo es una de las causas de la regresión de las playas. Incluso si los montones son devueltos a su lugar, buena parte del sedimento se pierde por el camino. Sin olvidar que la retirada se lleva a cabo con maquinaria pesada (tractores y excavadoras) que implican ya un impacto importante sobre la costa, modificando su perfil y sus características morfológicas, incluso destruyendo los pies de las dunas. Así lo indica un análisis llevado a cabo por el consultor ambiental Xavier Roig-Munar (y otros tres investigadores) en el que se examina el contenido sedimentario de 68 muestras de 19 playas de Balears en los años 2010-2018, publicado en la revista de la Sociedad Geológica de España. El trabajo cuantificó que el sedimento intercalado en los arribazones (la arena) es de un 82,1 por ciento, que se pierde al retirarlos. Asimismo, incluían en el estudio un dato que tampoco es baladí, y que recuerda que esta retirada de posidonia para contentar al sector turístico también cuesta mucho dinero a las arcas públicas; los investigadores lo cifraban ya entonces en un coste medio de retirada por municipio de 25.000 euros anuales.

Montículo de posidonia realizando su función protectora de la costa.

Montículo de posidonia realizando su función protectora de la costa.

El efecto del cambio climático

Por otra parte, hay que sumar otra variable que los expertos consideran que la administración no valora en su justa medida, y es que la actual política de retirada de arribazones antes de la temporada (en playas naturales no se recoge la posidonia antes del 15 de mayo) no tiene en cuenta «el panorama incierto al que nos aboca el cambio climático. Es decir, si bien hace una década aún podíamos confiar en la predecibilidad de la época en la que llegaban los temporales y podía adaptarse la retirada a esas fechas para no dejar la playa desprotegida en el peor momento, lo cierto es que estas previsiones ya no son válidas en el nuevo escenario climático», lo que significa que puede haber un fuerte temporal en cualquier momento del año. Y también aquí son muchas las investigaciones que analizan la imprevisibilidad y la intensificación de los temporales en el Mediterráneo.

La variabilidad climática, los efectos extremos del cambio climático, la pérdida de las playas y la dinámica de los ecosistemas costeros son líneas de estudio tanto del Institut Mediterrani d’Estudis Avançats (Imedea) como del Sistema de Observación y Predicción Costero de las Illes Balears (Socib) y de varios departamentos de investigación de la Universitat de les Illes Balears (UIB). Y estos tres organismos científicos suman numerosos, variados y multidisciplinares estudios que avalan la propuesta remitida a las administraciones de las islas y que llegan a la conclusión de que retirar los arribazones de posidonia muerta del litoral es un error con graves consecuencias.

La posidonia muerta se acumula en las playas en otoño e invierno.

La posidonia muerta se acumula en las playas en otoño e invierno.

Concienciación

Por todo ello, los firmantes del documento remitido a ayuntamientos, consells y Govern proponen trabajar en aquello que impide mantener las bermas de posidonia. Es decir, recomiendan a la administración llevar a cabo «campañas de concienciación» que impliquen a hoteleros y turistas. «Estamos convencidos de que la información sobre los múltiples beneficios que los arribazones nos aportan cambiaría la situación», aseguran, y añaden que «los propios turistas, al entender la relevancia de las bermas y sus valores únicos, podrían convertirse en el motor del cambio ante los empresarios del sector turístico».

Finalmente, aunque no menos importante, los firmantes hacen referencia a estudios que analizan la rica biodiversidad que albergan las acumulaciones de posidonia, principalmente de invertebrados que «desempeñan un papel crucial en el funcionamiento de los ecosistemas costeros». Los arribazones portan alimento para multitud de organismos y nutrientes para la flora del litoral.

Ante toda la evidencia científica que demuestra que la mejor forma de salvaguardar la costa implica no retirar las acumulaciones de posidonia, los expertos y asociaciones que han firmado la propuesta se han puesto a disposición de los distintos departamentos de medio ambiente y gestión del litoral «para colaborar en la búsqueda de soluciones urgentes que armonicen la necesaria conservación ambiental con el uso público de las playas». Y para contribuir a la divulgación de los valores de los arribazones de forma que el consenso social sea tan robusto que haga el debate innecesario y no exista dicotomía entre conservación y explotación turística.

El GEN-GOB, el Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB Mallorca), GOB Menorca, Asociación Salvem sa Badia de Portmany, Arrels Marines, Societat d’Història Natural de les Balears (SHNB), Marilles Foundation, Fundación Palma Aquarium, Cleanwave Foundation, Ibiza Preservation, Amics de la Terra Ibiza, Per la Mar Viva, Menorca Preservation, Vell Marí y SEO/Birdlife son las organizaciones que han firmado esta iniciativa.

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