Gastronomía de guerra
Gastronomía de guerra | Crema mágica de lombarda con limón
Una receta en la que los complementarios cromáticos juegan a cambiar el color. Pura magia en la cocina

La crema, con los dos colores: morado y rosa donde ha tocado el limón / M. T.

La col lombarda… Una de las niñas feas de la verdulería… Condenada a ser comparsa en ensaladas y guisos. Hoy, en esta receta, se convierte en protagonista absoluta. Además, con un espectáculo de ilusionismo. De magia. Si tenéis niños en casa y les cuesta tomarse las cremas de verduras, con ésta igual lo conseguís. En realidad no es magia, es ciencia. Esta col tiene un color morado intenso, precioso. Al cocerse, se vuelve un poco más oscura. Pero al entrar en contacto con el ácido del limón veréis cómo se transforma en un rosa vibrante. ¡Magia!
Más allá de eso, es una crema perfecta para el invierno, y para cambiar un poco, que no todo van a ser cremas de calabaza, puerro o calabacín. Además, ¿a quién no le apetece poner un poco de color en un día gris? Es sencillísima de preparar, de las más económicas que se pueden elaborar y acepta cualquier acompañamiento, aunque le quedan especialmente bien frutas como la pera. Y frutos secos como el anacardo o la avellana. Quienes no sean muy amigos de las cremas pueden dejar que el agua reduzca más y preparar un puré para acompañar carnes. Original y… ¡mágico!
Ingredientes (para 4 personas)
-1 cebolla (0,40€)
-3 ajos (0,28€)
-1 col lombarda (2,20€)
-2 patatas (0,69€)
-1 limón (0,55€)
-Aceite de oliva
-sal y pimienta
Precio total: 4,12 euros.
1,03 euros por persona.
Preparación
—Laminar los ajos y dorar en aceite de oliva. Sacar y reservar.
—En el mismo aceite, sofreír la cebolla laminada y, cuando esté dorada, agregar las patatas cortadas a rodajas.
—Dorar durante unos minutos y añadir la col lombarda cortada a tiras. Cubrir con agua, añadir un pellizco generoso de sal y dejar cocer hasta que la col, al apretarla, esté blandita.
—Batir hasta conseguir una crema fina.
—Servir con los ajos laminados encima y… vamos a hacer la magia: Rociar zumo de limón sobre la crema y ver cómo cambia de color.
El toque gourmet
Servir con un queso de sabor intenso rallado por encima. O con una cucharada generosa de yogur griego.
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