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Coses Nostres | Señales de tsunami en la bahía
Port des Torrent conserva un amplio campo de rocas depositadas en el pasado por el efecto de grandes olas originadas por terremotos ocurridos en Argelia

Detalle de la erosión de algunas de las tsunamitas de la bahía. / CAT

Los geólogos saben muy bien que las rocas cuentan historias y que sólo hay que saber interpretarlas. Y algunas cuentan historias sorprendentes que responden a preguntas inquietantes. En la costa de la bahía de Portmany —sobre todo desde sa Punta des Trencs (Port des Torrent) hasta poco antes de es Caló de s’Oli—, sobre la costa rocosa, se observan bloques de piedra de grandes dimensiones, a menudo amontonados e incluso a más de quince metros del agua. Como si el gigante Comerrocas de La historia interminable hubiera decidido instalar en la bahía su despensa. Es inevitable preguntarse —con un mínimo de capacidad de observación— de dónde han salido esas grandes rocas teniendo en cuenta que ese tramo costero no dispone de acantilados ni barrancos de los que pudieran haberse desprendido. Esas rocas, además, presentan incrustaciones de colonias de moluscos o de gusanos tubícolas que ya indican que, con toda seguridad, han debido estar sumergidas.
La respuesta al enigma es que esos grandes bloques fueron arrancados del fondo del mar por tsunamis que cobraron la intensidad suficiente para ser capaces de depositarlos en tierra. Tsunamis derivados de terremotos registrados en Argelia.
En realidad, el campo de rocas de tsunami de la costa de la bahía de Portmany, aunque muy llamativo y extenso, no es un caso único en las islas; también es remarcable el que se conserva sobre los acantilados de Punta Prima, que consta de alrededor de treinta bloques que fueron depositados por el tsunami que siguió a un terremoto registrado en el norte de Argelia el 31 de enero de 1756. Este campo de tsunamitas ha sido analizado por el geólogo Xisco Roig Munar, quien más ha estudiado estos bloques asociados a grandes tormentas y tsunamis en Balears. En el estudio Revisión de los depósitos de tsunamis, bloques y tsunamitas en las costas del Mediterráneo occidental, que el citado geólogo y otros tres expertos publicaron en 2020 en la revista de la Sociedad Geológica de España, se señala la importancia de conocer estos depósitos de rocas: «La ampliación de estudios de bloques y tsunamitas ayudaría a mejorar la comprensión de los peligros de tsunami y la vulnerabilidad de la costa para poder realizar una cartografía detallada de espacios afectados y con registro sedimentario y aplicar planes de gestión».
Los geólogos han estudiado, asimismo, el uso que se ha hecho en las islas de estos grandes bloques de roca y que ha provocado la desaparición de muchos de los campos que antaño existían. En este sentido, en la bahía de Portmany también puede observarse uno de estos usos, en la estación de bombeo que existe junto al restaurante Can Pujol, donde puede verse la forma en la que algunos de los bloques fueron usados en los cimientos de la obra.
Y en el artículo El uso de bloques de tormenta y de tsunami como materia prima en las islas Baleares, los autores explican un curioso comercio entre las Pitiusas: «Destacan algunas prácticas, como es el intercambio o trueque de bloques con fines constructivos, que han sido trasladados lejos de sus zonas originales de deposición e intercambiados por alimentos. Es el caso de Formentera, donde a principios del siglo XIX existía un canje de bloques de marès depositados sobre la costa rocosa por alimentos de Ibiza. Estos bloques eran trasladados con barcazas entre ambas islas». Al parecer, el barco Reina del mar fue uno de los que se emplearon para este traslado de rocas depositadas por grandes olas de tormenta o por olas de tsunami.
Patrimonio geológico
Si, por un lado, el estudio de las áreas con tsunamitas permite conocer las costas más vulnerables, por otro lado, los grandes bloques tienen un interés geológico que debe considerarse para su protección. Los expertos proponen la creación de puntos de interés geológico y su uso como herramienta educativa.
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