Medio ambiente
Así es el nuevo sistema de reciclaje que nacerá en 2026
La ineficiencia del actual sistema del contenedor amarillo obliga al Gobierno a implantar un modelo de éxito en los países donde funciona. Igual que sucedía en los 80, todo consiste en devolver los envases a la tienda, una vez usados. Así, la tasa de reciclaje se dispara.

Una persona devuelve un envase usado en un supermercado de Alemania / RETORNA
El 22 de noviembre de 2026 podremos ir a las tiendas y los supermercados de toda España para devolver las botellas de plástico, latas y briks de agua, zumos, bebidas refrescantes, energéticas e isotónicas y algunas bebidas alcohólicas como cervezas. De este modo, se facilitará que la inmensa mayoría (y no solo una parte, como ahora) de envases de bebidas puedan tener un reciclaje de alta calidad y convertirse en nuevos envases, en vez de seguir acumulándose en el entorno natural.
Este nuevo sistema, conocido como Sistema de Devolución y Depósito de Residuos (SDDR), alternativo al contenedor amarillo y que funciona con éxito en muchas partes de Europa, será posible gracias al histórico paso dado hace unas semanas por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, tras comprobar que el sistema actual de reciclaje no alcanza los objetivos requeridos por la UE.
Se trata, en realidad, del mismo sistema que funcionaba en España en los años 80, cuando se podía devolver a la tienda las botellas que se habían comprado antes, obteniendo a cambio una pequeña cantidad económica. Esas botellas se limpiaban y volvían a ser usadas por las envasadoras. Pero luego llegó el plástico de forma generalizada y las botellas de vidrio prácticamente desaparecieron.
En esta nueva vida de dicho sistema, el cliente comprará un envase, pagará unos pocos céntimos de más en concepto de depósito y, cuando devuelva (en buen estado) la botella, lata o brick, se le reembolsará ese dinero. El resultado es que, en vez de tirar el envase al contenedor, se quedará en la tienda y se asegurará así su reciclaje o reutilización en mejores condiciones y mayores garantías.
La cantidad oficial de recogida de botellas de plástico de bebidas de menos de tres litros en 2023, aportada por el Ministerio, se situó en el 41.3%, con lo que se hace oficial el incumplimiento del objetivo del 70% que marcaba el artículo 59 de la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. En consecuencia, y tal como fija la normativa, se obliga a los envasadores y supermercados a poner en marcha en el plazo de dos años un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR).
«Esta decisión significa acabar con el abandono diario de 35 millones de envases de bebidas que cada día contaminan nuestro territorio. Es un gran legado de Teresa Ribera que, como vicepresidenta tercera de la Comisión, podrá seguir trabajando para que se cumplan los objetivos comunitarios de recogida separada y reciclaje de envases», señalan la Alianza Residuo Cero y las 130 entidades que conforman la plataforma #LeydeResiduosYA.
Fin a la guerra de cifras de reciclaje
«Este análisis del Ministerio zanja al fin el debate sobre los datos reales de la recogida separada de envases y debería ser el punto de partida para revisar todas las estadísticas de reciclaje de envases ligeros», subrayan las entidades, en alusión a la guerra de cifras que existía sobre la cantidad real de envases que se reciclan en España.
La cifra del 41,3% del Ministerio coincide bastante con la de varias entidades ciudadanas y, desde luego, se aleja muchísimo de la estimación hecha por parte de Ecoembes, que se situaba por encima del 70%, un porcentaje que nunca mereció demasiada credibilidad.
Este sistema de depósito y retorno de envases, sin embargo, deja fuera la gran mayoría de envases de vidrio que se ponen en el mercado, algo que las organizaciones ya lamentaron en su momento. Sí podrán devolverse las botellas reutilizables que los comercios tendrán que ofrecer a partir de 2025, una cantidad muy baja que no resuelve el desperdicio de recursos del actual sistema. «Una vez se haya implantado el Sistema de Depósito, debe incluirse de forma generalizada los envases de vidrio para avanzar hacia la reutilización y prevención de residuos», demandan las organizaciones sociales.
La medida reducirá drásticamente los 35 millones de envases que cada día se abandonan en España
Para la Alianza Residuo Cero y la plataforma #LeydeResiduosYA, a partir de ahora, la prioridad del Ministerio liderado por Sara Aagesen, tiene que fijarse en el cumplimiento de los plazos marcados. «Se debe asegurar que podamos retornar latas, botellas y briks a tiendas y supermercados en el plazo de dos años a través del Sistema de Depósito y Retorno ya regulado en el Real Decreto de Envases, que sea accesible a toda la ciudadanía y que sirva para garantizar el cumplimiento de los objetivos de presencia de envases reutilizables en el comercio. Esto debe ser una realidad el 22 de noviembre de 2026», recalcan.
Según informaba El Periódico de Cataluña, el Ministerio para la Transición Ecológica ya ha formado un grupo de trabajo en el que participan representantes de las entidades implicadas y la sociedad civil, las empresas envasadoras y las de los supermercados. Fuentes conocedoras de la labor que se está realizando detallan que se está avanzando, aunque pronostican unas negociaciones complejas, puesto que el sector de los supermercados ya ha planteado que el sistema puede ser difícil de poner en práctica. Argumentan que puede aumentar el coste de los productos y poner en riesgo puestos de trabajo. Uno de los puntos a debatir es el precio del depósito, que puede ser una cantidad fija o variable, en función del tipo de envase.
«Es importante llegar a acuerdos con las compañías, pero deben tener claro que este sistema ya está inventado y es un éxito», recuerda César Sánchez, portavoz de Retorna, una entidad que forma parte de la Alianza Residuos Cero. «Tenemos la sensación de que desde el Ministerio se han puesto manos a la obra para encontrar la mejor fórmula que satisfaga a todos los actores», añade.

Envases abandonados en la playa / Shutterstock
La recogida aumenta hasta el 98% con el Sistema de Depósito y Retorno
La proporción de residuos de envases de bebidas respecto al total de basura es un 66% menor en las regiones con sistema de depósito que en las que no lo tienen, según las últimas estadísticas. En Europa, los sistemas de depósito logran una tasa de reciclaje media de botellas de PET del 94 %, en comparación con otros sistemas de reciclaje (contenedores), que suponen una tasa de recogida media del 47 %. En EE UU, los envases sometidos al sistema del SDDR se reciclan a una tasa del 72%, frente al 27% de los envases que usan otros sistemas. No se necesita un gran lapso de tiempo para lograr resultados visibles al implantar el SDDR. En Lituania, por ejemplo, las tasas de retorno de los envases de bebidas aumentaron del 34% al 92% en tan solo dos años tras la implantación de este sistema en el comercio minorista, un éxito medioambiental y económico.
En Alemania, la tasa de retorno de los envases se sitúa ya en el 98%, después de haber iniciado este sistema en 2003. Dado que por cada envase se pagan unos céntimos, muchas personas en estado de exclusión social ven una oportunidad en la recogida de estos objetos para conseguir un dinero. La cifra es aún mayor en Dinamarca: un 99% de recuperación de botellas de refrescos y cerveza, parecido al porcentaje que se registra en Holanda.
Hay que tener en cuenta que los envases sujetos a este sistema facilitan considerablemente su reciclaje en comparación con los que proceden del contenedor, que suelen estar en peores condiciones de conservación. Y es que, para lograr la «circularidad», los fabricantes necesitan sistemas que conserven la calidad de los materiales. Por ejemplo, las balas de PET recogidas y procesadas a través de los SDDR estadounidenses pueden tener un valor alrededor de un 40% mayor que el PET recogido en los contenedores de la calle.
Sin embargo, detrás de todas estas historias de éxito en los países que han puesto en marcha el sistema de depósito ha habido una lucha contra los intereses de la industria de los envases, que se oponían a su implantación. Ello es debido a que, al recuperarse más objetos de este tipo y reutilizarse en mayor medida, su fabricación decae, que es precisamente el objetivo de la medida.
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