Gastronomía de guerra: Pollo al horno con hinojo

Es tiempo de hinojo. Ahora mismo, en pleno invierno, con el frío, este bulbo está en su mejor momento. Se puede ver en el mercado, con su carne blanca y luciendo sus hojas, de un verde intensísimo. Es, sin embargo, un gran desconocido en la mayoría de las cocinas. En muchas ocasiones se cree que únicamente se puede emplear en ensaladas (cortado finísimo con una mandolina las convierte en únicas) y otros huyen de él teniendo en la cabeza y en la memoria olfativa ese aroma anisado que el hinojo silvestre, en verano, con el calor, llena todos los caminos y cunetas de la isla.

Pero no. El hinojo engaña. Su sabor es mucho más suave y delicado de lo que puede hacer pensar su olor. Simplemente cortado y en el horno con un poco de sal y aceite de oliva está muy bueno. Lo mismo en una crema o como un ingrediente más en una sopa de verduras. Y se pueden usar sus hojas, finas, cortas y de forma alargada, como agujas, para aromatizar sal, aceite y para marinadas o escabeches. La próxima vez que veáis hinojo en el mercado, hacedle un hueco en la bolsa de la compra.

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Preparación

—Precalentar el horno a 220 grados.

—En el fondo de una bandeja para el horno colocar las cebollas cortadas en ocho o seis gajos, los bulbos de hinojo (sólo los bulbos) cortados en cuatro o seis gajos y los ajos con piel y con un corte al medio.

—Salpimentar, añadir aceite de oliva y mezclarlo con las manos o una lengua para que todo se pringue bien.

—Salar los muslos de pollo y colocarlos encima de la cama de verduras, con la piel hacia arriba para que quede crujiente.

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—Agregar el vino o cerveza, cubrir con papel de aluminio (o con tapa, si el recipiente la tiene y es apta para el horno) y dejar hornear entre 30 y 40 minutos.

—Mientras, preparamos la salsa: mezclar los yogures con sal y pimienta al gusto, aceite de oliva y un buen puñado de hojas de hinojo picadas.

—Retirar el papel de aluminio y dejar que la piel del pollo se dore. Agregar a la mezcla de yogur un par de cucharadas del caldo que queda en el fondo de la bandeja del pollo.

—Servir el pollo con la cebolla y el hinojo y la salsa, al gusto.

El toque gourmet

Este plato mejora muchísimo con unas patatas fritas bien pringadas de la salsa de yogur y el caldo que deja el pollo.

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