Dominical

Coses Nostres: Trilogía de invierno

Tres pájaros que no nidifican en las Pitiusas, el petirrojo, el colirrojo tizón y la lavandera blanca, representan tradicionalmente la temporada invernal en las islas

Ejemplar de petirrojo europeo. / CAT

Ejemplar de petirrojo europeo. / CAT

Cristina Amanda Tur

Cristina Amanda Tur

Ibiza y Formentera son paso migratorio para muchas aves y zona de invernada para un gran número de ellas. Pero hay tres pájaros en particular, tres paseriformes, que tradicionalmente han representado en las islas el invierno, tres pequeñas aves con características especiales, famosas e inconfundibles, que, desde el mes de octubre y hasta la primavera, parecen acompañarnos a todas horas y en cualquier lugar. Al petirrojo europeo, gavatxet-roig, no lo vemos siempre, pero escuchamos su insistente canto desde primera hora de la mañana y lo adivinamos oculto en la maleza o en las ramas de los árboles del jardín. Al colirrojo tizón (coa roja reial) —con su cola de color fuego, su precioso gris ceniza y su capacidad de alimentarse en vuelo como un colibrí— podemos observarlo incluso en la playa. Y a la lavandera blanca (titineta), con su peculiar movimiento de cola, la vemos en parques, caminos, corriendo por las cunetas de las carreteras y persiguiendo mosquitos sobre los estanques de ses Salines.

Lavandera blanca bajo la lluvia. / CAT

Lavandera blanca bajo la lluvia. / CAT

Son tres especies que tienen en común tanto su facilidad para acostumbrarse a la presencia humana como el hecho de ser representativas de los meses de invierno, tres aves muy pitiusas que, sin embargo, no nidifican en nuestro territorio y que antes de la primavera se marcharán a los países del norte en los que sí crían. Además, las tres son del enorme grupo de los paseriformes, las aves usualmente conocidas como pájaros. El petirrojo (Erithacus rubecola), en particular, es el ave que anuncia el invierno, el pajarito que suele representarse en las postales navideñas. Sin embargo, las variaciones en las migraciones de las aves que el cambio climático está provocando también están trastocando estas referencias; desde 2005, hay citas de que esta ave ya nidifica en Mallorca, por lo que no sería raro que se estableciera, asimismo, en el resto de las islas del archipiélago.

Macho de colirrojo tizón. / CAT

Macho de colirrojo tizón. / CAT

El colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) es también un invernante abundante en Ibiza, aunque no tanto en Formentera. Al igual que las otras dos especies de esta trilogía aviar, es una especie muy fácil de identificar, principalmente el macho, ya que exhibe un llamativo degradado de negro y gris en su plumaje y una cola de un tono cobrizo a la que debe su nombre. Los tonos de la hembra son más pardos o menos oscuros, pero su cola también es rojiza. Los colirrojos son pájaros curiosos, que se acostumbran a la presencia humana y que, aunque su hábitat está en las zonas agrícolas, puede verse a menudo en la costa, en acantilados y playas; es muy habitual encontrarlos en las rocas del litoral de la bahía de Portmany, por ejemplo. Entre las particularidades de esta especie está que es capaz de batir las alas prácticamente como los colibríes.

Respecto a la lavandera blanca (Motacilla alba), es también un ave muy abundante desde octubre hasta marzo, aunque en abril aún pueden verse ejemplares que, por regla general no serán los que han pasado la temporada invernal en las islas, sino ejemplares que pasan en migración y se detienen a alimentarse. Lo mismo puede señalarse respecto a las otras dos especies. La titineta o titina ha sido siempre un ave apreciada por los payeses de las islas, a los que suele acompañar mientras trabajan, con sus vuelos cortos por el suelo y sus movimientos de cola.

Estas tres aves de invierno, petirrojo, colirrojo y lavandera, son sólo tres de las que deciden detenerse en las islas para pasar los meses más fríos, pero son tres que es imposible no ver en algún momento.

Las tres especies representativas del invierno tienen además en común cierto grado de antropofilia, lo que significa que pueden acostumbrarse a vivir en entornos humanos y que se acostumbran a la presencia de personas con facilidad.

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