Memoria de Ibiza: El callejón de la catedral, de Ibiza, la puerta del laberinto

La calle de paso probablemente más estrecha de Dalt Vila constituye un cordón umbilical que enlaza la estructura militar que componen las murallas renacentistas, con su adarve y sus baluartes, con la obra civil

que se arracima entre las calles serpenteantes del barrio

El estrecho pasadizo.

El estrecho pasadizo. / X.P.

Xescu Prats

Xescu Prats

Es el final del laberinto el que nos devuelve al punto de partida. Pero cada vez que encontramos la salida, el laberinto es otro (Alejandro Lanús)

Hay dos formas de explorar el barrio de Dalt Vila: perderse por sus calles empinadas, sinuosas y laberínticas, que ascienden y descienden el monte, o seguir el perímetro de las murallas sin adentrarse en el área civil. Ambas están perfectamente definidas por la estructura de la fortaleza renacentista, que envuelve casas, plazas, templos y palacios sin fundirse con ellos, aunque permanecen conectados mediante múltiples ramificaciones.

Una de ellas probablemente sea la calle más estrecha de Dalt Vila y, además, está situada en su punto más elevado. Se llama Carrer de la Universitat y enlaza la plaza de la Catedral con los baluartes sureños de Sant Bernat y Sant Jordi. Este callejón casi escondido representa el paso de los espacios estrechos y serpenteantes de la ciudadela a los paisajes más abiertos del monumento, que miran, tras atravesar el pasaje, hacia los islotes de es Freus y Formentera, y, ya descendiendo por la Ronda Calvi, hacia ses Figueretes, Platja d’en Bossa y la Punta de ses Portes.

Se trata de una calle tan angosta como vacía y rústica, de austeridad en grado sumo, prácticamente sin ventanas ni puertas que rompan la monotonía de los elevados lienzos que la flanquean. Al principio de la calle, si se parte de la plaza de la Catedral, únicamente llama la atención la estructura diagonal que componen los bloques de arenisca, tallados a escuadra y cartabón, de la moderna escalera del Castillo que en su día concibieron los arquitectos Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña. Resulta insólito, por cierto, que la entrada principal de tan insigne monumento esté situada en un pasadizo angosto.

A partir de ahí todo son muros de piedra en mampostería y tramos enlucidos del color de la arena, que contrastan con la viveza de los cantos rodados que se asoman desde el suelo entre la argamasa, los escasos vanos situados en lo alto de ambos edificios y la negritud de las farolas. Al atardecer, la sensación de transición de una dimensión a otra, al menos desde el punto de vista arquitectónico, se torna aún más aguda.

Dos visiones

Cuando se accede a este mismo corredor en sentido inverso, bien porque se ha ascendido la Ronda Calvi o la escalinata del túnel de es Soto, que desemboca al pie de la fachada principal del Castillo, la metamorfosis urbanística resulta completamente distinta. La majestuosidad de los espacios abiertos se transforma, en tan solo unos metros, en abigarramiento y serpenteo, especialmente cuando se deja atrás la plaza que corona la ciudadela y se emprende el descenso hacia la plataforma inferior de Dalt Vila.

Ambas visiones de la ciudad antigua resultan igual de emocionantes y, además, son complementarias. Se requiere explorarlas con idéntico entusiasmo, aunque si dicha transición se hace a través del callejón de la Catedral, el contraste se multiplica. Es, en definitiva, la puerta de entrada o salida del laberinto, según se cruce de sur a norte, o viceversa.

Principal acceso al Parador de Turismo

Por interminables que parezcan las obras de remodelación del Castillo para adaptarlo a su futuro como Parador de Turismo, algún día llegarán a su fin. Entonces el carrer de la Universitat cobrará importancia, ya que la escalinata de acceso a este histórico edificio, reconvertido en singular alojamiento, se ubica precisamente en dicho pasaje. Aunque los huéspedes y las mercancías accedan por el túnel situado a los pies de la muralla, en es Soto Fosc, siempre que acudan con vehículo, la entrada a pie se llevará a cabo a través de este rincón apacible y recoleto, que con toda probabilidad registrará un notable incremento en su tránsito.

Xescu Prats es cofundador de www.ibiza5sentidos.es, portal que recopila los rincones de la isla más auténticos, vinculados al pasado y la tradición de Ibiza

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