El reportaje

El hombre de las SS al servicio de los turistas de Mallorca

En la década de 1960, Ernst Chlan ayudó a despertar el entusiasmo alemán por Mallorca. Pero el responsable de los guías turísticos de Tui en la isla era un oficial nazi de alto rango

El ex SS Ernst Chlan como guíade Scharnow con dos turistas en Venecia en 1957.  elvira schultf |

El ex SS Ernst Chlan como guíade Scharnow con dos turistas en Venecia en 1957. elvira schultf | / Elvira Schulft

Ciro Krauthausen

Durante años dio a conocer la belleza de Mallorca entre visitantes y periodistas. De lo que no hablaba era de la monstruosidad de su pasado. Ernst Chlan, jefe de los guías turísticos del touroperador alemán Scharnow-Reisen y más tarde del gigante Tui, fue un alto cargo nazi que colaboró con Adolf Eichmann, uno de los principales responsables del Holocausto, ha publicado el semanario Mallorca Zeitung del grupo Prensa Ibérica.

Así lo han demostrado la profesora Susanne Benöhr-Laqueur y sus alumnos de la Universidad de Política y Administración Pública de Münster. También una antigua empleada de Scharnow-Reisen, que en conversación con Mallorca Zeitung reconoció a su jefe de los años 60 en una foto de un oficial de las SS fechada alrededor de 1941.

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Foto de su pasaporte emitido en 1947. / POR ciro krauthausen

El hombre de las SS   al servicio de los  turistas de mallorca |  ELVIRA SCHULT.  VIENA

El hombre de las SS al servicio de los turistas de mallorca | ELVIRA SCHULT. VIENA / POR ciro krauthausen

El punto de partida para el desenmascaramiento fue una pregunta en la investigación del Holocausto que hasta ahora no tenía respuesta: ¿Quién fue aquel Dr. Fritz Langer que en 1957 participó en Argentina en una serie de encuentros entre prófugos nazis? En esas reuniones, el también ex miembro de las SS Willem Sassen entrevistó a Adolf Eichmann para un proyecto de libro sobre la llamada «solución final de la cuestión judía». Langer apoyó al entrevistador con sus conocimientos sobre el funcionamiento de los aparatos de represión del Tercer Reich.

Fue el propio Adolf Eichmann quien reveló la verdadera identidad de Langer, pero un error de transcripción había dado lugar a equívocos. Eichmann, ideólogo del exterminio judío, secuestrado en 1960 por un comando del servicio secreto israelí Mossad y ahorcado en 1962, dijo en 1961 durante el interrogatorio ante el tribunal de Jerusalén que Langer había sido en realidad «Dr. Klan», tal y como quedó escrito en la transcripción. Dr. Klan, sin embargo, permaneció ilocalizable.

La investigación de Benöhr-Laqueur ha revelado ahora que Langer en realidad era Ernst Chlan, nacido en Trieste (Italia) en 1912 y criado en Innsbruck (Austria). Hijo de un ingeniero fallecido prematuramente, ingresó en las Juventudes Hitlerianas en 1929 y en el Partido Nacionalsocialista (NSDAP) en 1931. Estudió Derecho en Viena e Innsbruck e interrumpió sus estudios en 1933 y 1934 para trabajar como guardia en el campo de concentración de Dachau. Tras acabar sus estudios, le reclutó el Servicio de Seguridad (SD).

En este servicio secreto, crucial en el aparato represivo del Estado nazi, Chlan alcanzó el rango de Sturmbannführer y jefe de sección en la ciudad de Viena. Vivió en Innsbruck y Viena, participó en reuniones sobre la deportación de los judíos, se instaló en pisos expropiados a los judíos deportados a los campos de concentración y trabó contacto con Eichmann y otras personalidades nazis.

Chlan tuvo un hijo de una relación extramatrimonial que nació en un Lebensborn de Baviera, —así se llamaban los hogares infantiles para la «mejora» de la raza aria— y que fue criado por una madre cuidadora. Su padre acabó casándose con otra mujer en 1942. Tuvieron una hija, pero el matrimonio sólo duró 13 meses.

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Ernst Chlan con su última esposa alrededor de 1941. / POR ciro krauthausen

Junto con otros criminales nazis austriacos, Chlan se ocultó en los últimos días de la guerra, inicialmente en el Tirol. Cuando la policía empezó a investigarle en 1946 en el curso de la desnazificación impulsada por los Aliados, se fugó a Italia, donde el Vaticano y el Comité Internacional de la Cruz Roja le expidieron un pasaporte de refugiado a nombre de «Langer, Franz». Chlan viajó a través de Barcelona y la llamada «ruta de las ratas» a Brasil, y luego a Paraguay, donde el dictador Higinio Morinigo luchaba, a la postre en vano, por mantenerse en el poder.

De allí, Chlan pasó a Argentina, adonde habían huido muchos criminales nazis y donde participó en las conversaciones con Eichmann. En Argentina también conoció a su segunda esposa, una austriaca con la que regresó a Innsbruck en los años cincuenta. No es fácil determinar con exactitud cuándo tuvo lugar el regreso porque su tarjeta de empadronamiento en Innsbruck ha desaparecido.

Tras recuperar Austria su soberanía en 1955, su presidente promulgó una amnistía de la que también se benefició Chlan. Las investigaciones en contra del fugitivo se archivaron con rapidez y pudo empezar una nueva vida. De ahora en adelante, sería guía turístico.

Al principio en el Tirol del Sur y en Italia. Posteriormente acompañó con Scharnow-Reisen a un grupo de turistas que veraneaban en el lago de Garda. Elvira Schult, que trabajó allí cuando tenía 18 años y que ha reconocido a Chlan en la fotografía de 1941, recuerda a un guía turístico encantador y bien informado. «Pero solía retraerse y no le gustaba que le fotografiaran», dice casi 76 años después en una conversación telefónica con Mallorca Zeitung.

A principios de los años 60, junto a su mujer, Chlan se instaló en Mallorca como jefe de los guías turísticos de Scharnow. El primer rastro de él se encuentra en un reportaje de Diario de Mallorca del 30 de marzo de 1963: En una cena de despedida con invitados mallorquines para un grupo de periodistas alemanes invitados por el touroperador, Chlan pronunció un pequeño discurso en el que afirmó que la visita que los periodistas de Alemania habían realizado a Mallorca debía servir «para que nuestra isla, paraíso del turismo, entre en el pueblo alemán como una provincia más de su país».

En aquel momento, Scharnow era el segundo mayor operador turístico alemán. Los catálogos de la empresa de Hannover contribuyeron a configurar la imagen que los alemanes tuvieron de Mallorca como destino turístico. Chlan también guió en repetidas ocasiones a periodistas alemanes por la isla. «Uno de los nuevos reyes de la isla se llama Dr. Ernst Chlan, jefe del equipo de guías turísticos de Scharnow», escribió sobre una de estas visitas Kai Herrmann en el semanario Die Zeit en octubre de 1965: «En un dos caballos, el simpático caballero, muy querido y muy viajado, viaja por caminos recién asfaltados y alquila camas para el año siguiente».

Dos mujeres que trabajaron con Ernst Chlan en aquella época y que tienen dificultades para conciliar las revelaciones sobre su pasado nazi con sus recuerdos de él son las residentes en la isla Monika Abrines y Mia Goldack. Abrines trabajó para Scharnow en 1966 en el departamento de contabilidad y recuerda a Chlan como una persona simpática y amable.

Ese mismo año, también Mia Goldack, empleada de Scharnow, se trasladó a la isla desde Hannover. «Me encargaron poner en orden reservas de hotel que no encajaban», cuenta. A partir de entonces, Goldack organizó la gestión de estas reservas en la agencia mallorquina Europair, que colaboraba con Scharnow. Reconoce a Ernst Chlan en la foto de 1941 «al 95 por ciento» como su jefe de entonces. Era «muy correcto y encantador», dice, pero también «distante», aunque puede que esto se debiera a la diferencia de edad y a su papel de jefe.

En 1968, Scharnow-Reisen se fusionó con otras empresas y dieron lugar a Tui, que siguió empleando a Ernst Chlan como jefe de los guías turísticos en Mallorca. Fue sustituido en 1971 por Wolfgang Graf Pilati, que recuerda a su predecesor como un «caballero muy servicial, serio, aunque con maneras de pensar no acordes con los tiempos que corrían». Sin embargo, nunca se le ocurrió que pudiera haber sido un nazi. Chlan enseñó la isla a Pilati y le apoyó a la hora de buscar vivienda. «Me aconsejó que no comprara casa porque ‘quién sabe lo que pasará después de Franco’», relata Pilati.

Chlan y su mujer volvieron a Innsbruck, donde siguió trabajando para Tui. En 1976 aún figuraba en el directorio de la ciudad como «empleado de una agencia de viajes», pero en ese punto se termina su rastro. Tui respondió a preguntas de Susanne Benöhr-Laqueur asegurando que no han encontrado «ningún dato, documento o similar» sobre Ernst Chlan. A renglón seguido, remitía a la «destrucción de la información personal una vez expirado el periodo legal de conservación de acuerdo con la normativa de protección de datos».

Ernst Chlan falleció en Innsbruck el 9 de febrero de 1992 a los 80 años «tras una larga enfermedad, soportada con estoicismo», según reza la esquela. Tras el funeral en el Cementerio del Oeste de Viena, su mujer y su hija agradecieron las condolencias de «amigos, camaradas, la empresa Touristik Union International y la comunidad de vecinos».

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