Coses Nostres: No todas las gaviotas son iguales

La gaviota cabecinegra es una de las especies de láridos que pueden verse en las islas solo durante los meses de invierno

Ejemplar joven de gaviotacabecinegra fotografiado  enla bahía de Portmany.

Ejemplar joven de gaviotacabecinegra fotografiado enla bahía de Portmany. / CAT

Cristina Amanda Tur

Cristina Amanda Tur

No todas las gaviotas son iguales. Aunque a veces haya que observar dos veces para percatarse de ello. Y durante los meses de invierno, a las dos especies habituales en las costas de Ibiza y Formentera (la gaviota de Audouin y la gaviota patiamarilla), se suman ejemplares de al menos ocho láridos que solo llegan para pasar el invierno en territorios con un clima más benigno, y mayor disponibilidad de alimento, que aquel que en estos momentos se registra en sus lugares de origen.

Una de estas gaviotas es la rara gaviota cabecinegra (Ichthyaetus melanocephalus), que suele establecerse en el Mar del Norte (entre Noruega y Dinamarca) y en el Canal de la Mancha pero que tiene su principal área de nidificación en el mar Negro, según la información de SEO/Birdlife. Y es una especie rara porque lo cierto es que el número de ejemplares que puede verse invernando en las Pitiusas suele ser escaso; este año, en el recuento de aves invernantes se cita el avistamiento de un único individuo, en el puerto de Ibiza. El ejemplar de la imagen ha sido fotografiado en la badia de Portmany. Suele citarse como un ave de costumbres gregarias, que anida en colonias, pero es fácil ver algún ejemplar solo en invierno, integrándose en grupos de otras especies.

Resulta rara, asimismo, por la incongruencia que inicialmente parece existir entre su nombre popular de gaviota cabecinegra y el aspecto con el que se presenta en nuestras islas. La sencilla explicación es que el característico capirote negro al que debe su descriptivo nombre solo se muestra en época reproductora, una época en la que ya está lejos de las Pitiusas. De esta forma, el tiempo que pasa en Ibiza y Formentera es una gaviota básicamente blanca, sin marcas distintivas y que, en un primer momento, podría confundirse con otras gaviotas invernantes o que pueden estar de paso durante la migración, como la reidora o la picofina. Un precioso detalle distintivo, y que esta gaviota mantiene a cualquier edad y cualquier época, son dos medias lunas blancas alrededor de sus ojos negros.

Si aparece de pronto para posarse en las rocas de la bahía entre un trío de comunes y residentes gaviotas de Audouin, ya notas, antes de identificarlo, que el ejemplar que llega es algo más pequeño y parece más delicado. Su cabeza no es negra, pero está manchada. Y si aparece, es probable que lo haga al atardecer, ya que tiene por costumbre pasar prácticamente todo el día en altamar para regresar a la costa poco antes de la caída del sol. Al anochecer, regresa al mar para dormir en el agua.

La gaviota cabecinegra es rara en las Pitiusas, pero la información de SEO/Birdlife indica que es la cuarta especie de gaviota más abundante como invernante en España (alrededor de 50.000 ejemplares). Y, además, se ha detectado su nidificación en varios puntos del país como el delta del Ebro, la albufera de Valencia, las salinas de Santa Pola e incluso en humedales del interior, en Toledo o Ciudad Real. Se calcula que habrá unas diez parejas nidificantes.

Ocho especies

En las Pitiusas se han citado ocho especies de gaviotas -dos de ellas residentes- pero existe la posibilidad de que algunas especies escojan Ibiza y Formentera en sus rutas migratorias pero pasen desapercibidas por su similitud con las ya registradas. 

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