Miquel Roset, director de Retorna: «Tan solo el 20% de los envases va al contenedor que toca»

Los expertos consideran que solo el sistema de devolver los envases a la tienda reducirá de verdad la basura plástica.

Miquel Roset. | RETORNA

Miquel Roset. | RETORNA

El balance que la asociación Retorna, especializada en residuos plásticos, hace del sistema actual de gestión no puede ser más negativo. Hasta ahora, el contenedor amarillo no ha cumplido los objetivos marcados, e incluso «hay más envases abandonados que antes».

El Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), más conocido como ‘devolver el envase’, funciona ya en varios países europeos. ¿Qué reducción se ha observado allí en la generación de residuos plásticos o envases en general?

La reducción ha sido casi total. Cuando una lata, botella o brik vale dinero, dejas de verla abandonada automáticamente en plazas, arcenes o playas. En Lituania, donde se puso en marcha un Sistema de Depósito para envases de bebidas en 2016, en tan sólo un año, pasaron a recuperar del 30% al 90% de latas y botellas. Todos esos envases pasaron de perderse y contaminar el entorno a volver a convertirse en nuevos envases. En España, devolviendo el casco, podríamos evitar que cada día, 35 millones de latas botellas y briks se pierdan y acaben tanto contaminando el entorno como dañando nuestra salud.

¿Existe la convicción generalizada de que todo lo que entra en un contenedor amarillo se recicla. ¿Realmente es así?

En parte, puesto que, a diferencia de los países en los que se devuelven latas y botellas a la tienda [SDDR], donde los envases están completamente separados y limpios y se pueden usar para hacer nuevos envases, lo que sucede en el contenedor amarillo es que están mezclados con otros materiales. Lo más probable que pase con el material del contenedor amarillo es que se use para hacer otra cosa, pero no envases. Lo que se llama downcycling o reciclaje de baja calidad. De todas maneras, lo que estiman expertos independientes es que los envases de bebidas apenas acaban en un 20% en el contenedor que toca. Y eso quiere decir que la inmensa mayoría o se mezcla en el contenedor de resto o se pierden por nuestras calles, plazas y arcenes.

Las entidades ecologistas y de consumidores son muy críticos con el sistema actual de gestión de envases...

ONGs, gobiernos autonómicos o investigadores independientes ponen en entredicho las cifras de reciclaje y su transparencia. Y, en los más de 20 años que hace que funciona el contenedor amarillo, ni la producción de envases de un solo uso ha decrecido, ni el problema de su abandono masivo se ha solucionado, ni las personas hemos tenido acceso a envases reutilizables. Más bien ha pasado todo lo contrario: se producen más envases, tenemos acceso a menos bebidas en envases reutilizables y hay más latas y botellas abandonadas.

Se han iniciado conversaciones para un tratado mundial contra los residuos plásticos. ¿Lo ve viable?

Ojalá lo sea. La sociedad civil que estuvo en Punta del Este en la primera reunión de la ONU para atajar la contaminación por plásticos denuncia que se están cometiendo los mismos errores que en las cumbres del clima: pretender llegar a acuerdos de consenso que, en el fondo, lo que permiten es que cualquier país tenga derecho a veto y bloquee las negociaciones.

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