Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Ser adolescente según la ficción española

La última serie adolescente de Netflix sigue a ‘Alma’ tras un accidente de bus en el que ella ha perdido la memoria, y muchos de sus compañeros hasta la vida. Tras este suceso aparentemente normal, la ficción creada por Sergio G. Sánchez y Kike Maíllo con Mireia Oriol y Milena Smit trata de desenredar un misterio fantástico basado en la mitología celta

Mireia Oriol y Milena Smit en ‘Alma’. Netflix

El interés por la representación adolescente en la ficción no reside solamente en los reiterativos elementos anacrónicos ligados a la juventud —conflictos y legados familiares, aparición de responsabilidades, sed de libertad....— sino, sobre todo, en las diferencias que aparecen entre ellas. Un relato sobre el arduo proceso de madurar —lo que en cine llaman 'coming-of-age' y en literatura 'bildungsroman'— parte de la reflexión de la autora o el autor sobre el significado de crecer, pero también se funde con el contexto socio-cultural desde el que se crea la obra.

Esta última idea da pie a pensar en la serie ‘Merlí’ (2015-2018), que proponía que crecer es cuestionar lo establecido —para finalmente aceptarlo—, desde un contexto en el que la asignatura de filosofía peligraba en las aulas, o ‘La pecera de Eva’ (2010-2011), que hace una década ya intuía —y reivindicaba— que madurar es un proceso extremo que debería estar ligado al diván.

Carlos Montero asoció la adolescencia al exceso y a la intermitente acción tanto con ‘Física o química’ (2008-2011) —que volvió brevemente el 2020— como con su policíaca secuela espiritual ‘Élite’ (2018-actualidad), que suma al hormonal discurso que crecer es entender el clasismo. En esta corriente más expresiva también encontramos ‘Los protegidos’ y el estreno de ‘Tú no eres especial’, que asocian los cambios corporales a superpoderes, o ‘El internado’, que relaciona ‘la edad del pavo’ con el frustrante intento de resolver un enigma interminable.

Las propuestas más modernas como ‘Les de l’hòquei’ (2019-2020) o la adaptación española de ‘Skam’ (2019-2020) mostraron cómo la juventud contemporánea no puede entenderse sin la transmedialidad, y fue Jonás Trueba quien consideró el documental como único formato posible para representar un viaje de final de curso en ‘Quién lo impide (2020)’.

La propuesta de ‘Alma’ es tan arriesgada como diferente, culminando su viaje de final de curso con un accidente automovilístico lleno de muertes —donde no cabe la comedia— que tiñe tétricamente el paso por el umbral que dirige a la edad adulta.

Al fin y al cabo, crecer podría no ser otra cosa que ver cómo tu círculo de amigos muere —simbólicamente— poco a poco —pero en trabajos precarios y situaciones límite—. Puede que madurar no sea si no perderse en un laberinto de espejos en el que una otredad generalizada acosa cada rincón. Tal vez, hacerse mayor solo es olvidar —como hace Alma— todo aquello que, entre risas, provocó alguna vez identificaciones con las series adolescentes.

Compartir el artículo

stats