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Coses nostres

Los cráteres de la esponja azul

La especie 'Phorbas tenacior' es un porífero abundante

en el litoral de Ibiza y Formentera y una especie propia

del Mediterráneo, asociada a las praderas de posidonia

Esponja azul fotografiada en es racó de ses Fragates, en s’Espartar. CAT

En el mar habitan todos los tonos de azul. Y un sinfín de organismos que podrían pasar por extraterrestres. Hay esponjas, como la incrustante azul, con cráteres que las asemejan a pedazos de luna trasladados al sustrato marino. Parecen terrenos acribillados por meteoritos, pero son animales. Los cráteres son los ósculos por donde sale el agua que el porífero filtra por su cuerpo para alimentarse y obtener oxígeno, y, a su alrededor, se distinguen los canales –como radios del cráter– y los múltiples poros por donde previamente ha entrado el agua.

La esponja incrustante azul (Phorbas tenacior) tiene la particularidad de que es una especie de porípero ligada a la comunidad posidonícola. Es decir, esta esponja forma parte de la gran cantidad de organismos –más de 1.500– asociados a la vida en las praderas. En concreto, puede encontrarse creciendo justo sobre las hojas de posidonia, un medio singular que es el que mejor define el hábitat prioritario de las praderas. La esponja azul escoge la base de las hojas y los rizomas, donde llega menos luz.

Respecto al hábitat de Phorbas tenacior, hay que señalar que no solo crece en las partes basales de la pradera, sino que es una especie muy abundante que puede encontrarse en rocas y paredes de todo el infralitoral, hasta los 40 metros de profundidad. Es una especie esciáfila, lo que significa que requiere condiciones de cierta sombra para prosperar y no soporta la luz directa, y, por ello, es habitual en túneles y en las entradas de las cuevas. De hecho, el ejemplar de la imagen está fotografiado a poco más de veinte metros de profundidad en la entrada de una cueva que existe en la parte inferior de un escollo en el racó de ses Fragates, en el islote de s’Espartar.

Otra particularidad de esta común esponja es su transparencia y su variedad de tonos, desde un azul claro, celeste, hasta el violeta o el azul grisáceo. A pesar de su variabilidad, es una esponja fácil de identificar, de pocos centímetros de espesor, de consistencia blanda y suave y que puede hallarse en colonias que pueden alcanzar medio metro. Existen unas 80 especies dentro del género Phorbas (o Anchinoe), un grupo que muestra una amplia gama de colores.

La esponja incrustante azul es una especie autóctona del Mediterráneo que también puede hallarse en aguas atlánticas y está presente en Canarias y Azores. Y es el alimento de varias especies de nudibranquios (babosas de mar).

La clave

DE PLANTAS A ANIMALES

Hasta hace 250 años, las esponjas estaban clasificadas entre los vegetales, pero cuando se descubrió su forma de alimentarse fueron reclasificadas como animales. De hecho, son los animales más primitivos, y las primeras formas que se ramificaron en el árbol evolutivo desde el ser vivo que dio origen a todo el resto (el ancestro común).

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