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Coses nostres

La fabricante de laberintos de Ibiza

La araña de los cítricos construye grandes telarañas en tres dimensiones, abundantes en las islas y fáciles de identificar

Araña de los cítricos fotografiada en Sant Rafel. CAT

Es la araña con las telas más complejas y particulares del universo arácnido. Son telarañas grandes e irregulares, que, sin embargo, forman tramos de perfectas cuadrículas, como una malla. La tela, que no es pegajosa, es una auténtica obra de ingeniería en la que todo el entramado sujeta una red más o menos horizontal de cuadrículas en la que caen los insectos que chocan con la trama. Si la mayoría de las grandes telarañas que suelen encontrarse entre las ramas de las plantas son planas, la araña de los cítricos –única especie de su género presente en Europa– fabrica las suyas en tres dimensiones, y se convierten en una especie de cajas de malla en cuyo interior, entre capas de seda, cuelga cabeza abajo la fabricante, tensando su obra con su propio peso.

La hembra de la araña de los cítricos o de la chumberas (Cyrtophora citricola) es un animal de tonos grises y negros y un gran abdomen con seis protuberancias o picos y manchas blancas que hacen a esta especie fácil de identificar. También puede verse en tonos marrones, pero su abdomen (opistosoma) es inconfundible. Siempre y cuando se trate de la hembra, eso sí, porque el dimorfismo sexual, como en muchas otras especies, es muy acusado en Cyrtophora citricola y el macho tiene un tamaño mucho menor y un aspecto completamente distinto; la hembra puede medir un centímetro y medio, mientras que el macho apenas mide medio centímetro.

De hecho, al observar la pequeña araña macho en la telaraña de esta especie es fácil pensar que está en el sitio equivocado. Suele estar cerca y, tras la cópula, la hembra fabrica unos sacos de seda en los que deposita los huevos. Y va sumando sacos, apilándolos uno encima de otro, hasta una decena.

En verano es fácil encontrar las grandes telas de estas arañas –no solo en los cítricos o las figueres de pic a los que hacen referencia sus nombres populares– y observar los capullos en los que se guardan los huevos y a la hembra cabeza abajo dando la espalda al sol. Fijándose un poco más, tal vez pueda encontrarse en la tela al pequeño macho o, también, a una diminuta araña plateada de la especie Argyrodes argyrodes que, a menudo, vive en una telaraña ajena y se alimenta de pequeña presas que roba a su anfitrión.

Además, para complicar el entramado, las arañas Cyrtophora citricola puede fabricar telarañas comunales, es decir, que varias hembras suman sus telas y acaban viviendo en grandes construcciones no muy aptas para la tensión de quienes padezcan algún grado de aracnofobia.

ARAÑA MEDITERRÁNEA

Cyrtophora citricola es la única representante de su género en Europa. También se encuentra en muchos países americanos (en algunos es considerada una especie invasora) y en áreas tropicales y subtropicales de África y Asia. Son arañas de calor que no sobreviven si la temperatura desciende a menos de 0 grados. En Europa, en concreto, es especialmente abundante en la zona mediterránea y en Canarias y también recibe el nombre popular de araña parda mediterránea, aunque en Eivissa es más frecuente la variedad negra y gris que la marrón. 

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