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La némesis de fuego

Con siete centímetros de tamaño, la godiva anaranjada, citada por primera vez en Ibiza en 1980, es uno de los nudibranquios más grandes del Mediterráneo

Godiva anaranjada fotografiada a 20 metros de profundidad en s'Espartar. CAT

La encuentras deslizándose sobre los hidrozoos de las rocas como un pequeño dragón de la suerte que llega para alegrarte la primera inmersión de la temporada. A veinte metros de profundidad, donde la luz solar ya no alcanza a mostrarte todos los colores y el mundo es azul y gris, la linterna te revela los tonos de fuego de una godiva anaranjada. Destaca este nudibranquio mediterráneo por su tamaño, que alcanza unos siete centímetros. Aunque parezcan unas dimensiones poco extraordinarias, lo convierten en una de las babosas de mar más grandes del Mediterráneo; tal vez solo lo superan la amarilla Felimare picta, que ya puede llegar a los veinte centímetros –una excepción en el pequeño y llamativo universo de los nudibranquios mediterráneos– y la vaquita suiza o dory dálmata (Peltodoris atromaculata), que puede medir diez pero que, por regla general, no supera los siete.

La godiva anaranjada es endémica de las aguas mediterráneas, aunque existe alguna referencia sobre su presencia en el Algarve, al sur de Portugal.

Su nombre popular procede de una antigua clasificación (de mediados de los 60) de este opistobranquio en el género Godiva. Sin embargo, ha sido citada generalmente como Dodice banyulensis, un nombre que aún se utiliza pero que ya está siendo sustituido por una denominación más actual. La godiva anaranjada está reclasificada hoy con el nombre científico de Nemesignis banyulensis, un hermoso nombre que, en el caso del género, es una combinación de las palabras Némesis, la diosa de la justicia retributiva, y la palabra latina ‘ignis’, referida al fuego y, en este caso, a los colores de las ceratas (órganos respiratorios y defensivos) de esta babosa de mar. En cuanto al nombre de la especie, aunque pueda parecer que hace referencia a sus dos ‘cuernos’ delanteros, sus tentáculos orales, que parecen dos colmillos de mamut, en realidad procede de la región de Banyuls sur Mer (costa francesa), el lugar en el que la especie fue descrita por primera vez.

Godiva anaranjada fotografiada a 20 metros de profundidad en s'Espartar. CAT

Lo cierto es que el nombre de Nemesignis banyulensis es muy reciente y se deriva de los resultados obtenidos con nuevas técnicas de análisis genéticos que han corregido las conclusiones de estudios morfológicos previos y su aplicación a algunas familias de opistobranquios. La especie godiva anaranjada es el paradigma del uso de técnicas moleculares para estudiar la historia evolutiva de grupos animales. Es decir, con los resultados de los estudios realizados usando marcadores genéticos no usados anteriormente, investigadores italianos (Furfaro y Mariottini) han propuesto excluir este heterobranquio del género Dodice y asignarlo como la especie tipo de un nuevo género. Y así ha acabado con el sugerente nombre de Nemesignis, que podría traducirse como Némesis de fuego.

CITADA EN IBIZA EN 1980

El biólogo Manuel Ballesteros ya citaba esta especie en Eivissa, concretamente en Portinatx, en su tesis doctoral de 1980, donde señalaba que se trataba de una especie nueva para Balears. Había pasado veinte años desde que fuera descrita en Banyuls sur Mer. 

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