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Coses nostres

Los cardos gigantes de ses Salines

En el camino a sa torre de ses Portes llama la atención un campo de grandes cardos que pueden alcanzar dos metros de altura y que pertenecen a una especie infrecuente en la isla

Detalle de los cardos de ses Salines. CAT

Es todo espinas. Desde la base de hojas que se abre como una flor en el suelo hasta lo más alto del tallo, donde surgen unos capítulos con pinchos de un suave rosa violáceo, el gran cardo que crece en ses Salines es una planta como un erizo. Incluso cada una de sus hojas, rematada en una punta de lanza, forma sinuosidades que acaban en espinas, algunas de ellas de más de un centímetro de longitud. Es más, de su nombre científico, Onopordum macracanthum, la denominación de la especie hace referencia a su espinosa estructura; significa grandes espinas en griego. El nombre del género, que abarca al menos 40 especies aceptadas, resulta menos épico, ya que quiere decir, exactamente, pedo de burro, y hace alusión a la supuesta propiedad de esta planta de causar tal efecto en los animales que se la comen.

En cualquier caso, Onopordum macracanthum es un gran cardo que puede medir dos metros de altura y que resulta hermoso tanto por su impresionante tamaño como por su profusión de espinas y por su combinación de tonos verdes y morados. La flor que se abre entre los pinchos del capítulo de brácteas violáceas es una flor de tonos purpurina muy similar a la que suelen tener todos los cardos.

Lo más curioso de la presencia de este cardo en la isla es que, a pesar de que es una planta que figura como nativa del Mediterráneo y de Baleares en muchas referencias botánicas, no parece común en Ibiza. En el año 1995, el Botlletí de la Societat d'Història Natural de les Balears publicaba un artículo titulado ‘Notes florístiques de les Illes Balears (V)’, de Guillem Puget, Mario Stafforini y Néstor Torres, en el que se cita esta especie por primera vez en Ibiza (lo cual no significa que acabara de ser introducida). Se señala en la nota que el cardo puede encontrarse en zonas quemadas del Puig de ses Roques y Puig de sa Fita y en unos campos de cultivo «darrera la Platja de Migjorn a ses Salines».

Entre sabinas

De hecho, el campo de grandes cardos que existe en ses Salines, en el camino hacia sa Torre de ses Portes y frente a es Pouet de sa Trinxa, llama poderosamente la atención entre las sabinas. El naturalista Jordi Serapio destaca que, durante años, ese terreno en particular ha sido cultivado, arado. Y ello hace que sea muy adecuado para estos cardos, que pueden crecer también en bordes de caminos y carreteras.

Respecto a sus nombres comunes, los cardos, que algunas mariposas tienen como plantas nutricias, pueden conocerse en castellano como alcachofas silvestres, cardos de burro o cardos borriqueros, un nombre que comparten con otras especies de la misma familia. Y si los dos metros que puede alcanzar este cardo de burro parecen ya una gran altura, hay que decir que en la Península puede encontrarse otra especie del mismo género, Onopordum nervosum, que puede llegar a los tres, y ese es, en realidad, el que se conoce popularmente como cardo gigante, pero no está presente en las islas.

La clave

NATIVA DEL MEDITERRÁNEO 

A pesar de lo poco habitual que parece el cardo Onopordum macracanthum y que no aparece citado en Eivissa hasta 1995, se trata de una especie que figura como nativa en islas del Mediterráneo como Balears y Cerdeña.

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