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Piel de Ibiza

Verdades y mentiras sobre la fotoprotección solar

Al albor de la temporada, la playa, sol y terrazas conforman un atractivo y lucrativo medio de ocio y consumo del que estamos deseosos de disfrutar

¿es mala la radiación solar?

La piel de los visitantes y locales comienza a adquirir esos tonos tostados y brillantes característicos, que hemos interiorizado como canon de salud y belleza desde los años 20; aunque los dermatólogos no disfrutemos tanto de esta tendencia iniciada con unas inocentes fotos de Coco Chanel tras un crucero mediterráneo. Simultáneamente, se realizan campañas de prevención del cáncer cutáneo y la industria farmacéutica despliega sus redes comerciales para la voraz batalla de ventas de la mejor crema solar. ¿En este contexto, es todo lo que parece? Aclaremos algunas consideraciones que pocas veces se explican.

¿Es mala la radiación solar?

No existen elementos naturales buenos o malos sino consecuencias beneficiosas o perjudiciales ante un uso o abuso determinado. La radiación solar está integrada por un amplio espectro de ondas, de las cuales las más conocidas y relevantes para la piel serían las ultravioleta A y B (UVA y UVB). Está demostrado que la exposición excesiva a esta radiación promueve la aparición de cáncer cutáneo y el fotoenvejecimiento, debido a las alteraciones que generan en el ADN celular. El principal factor de riesgo para presentar un cáncer de piel es la quemadura solar, en especial aquellas que ocurren en la adolescencia y la infancia, favoreciendo la aparición de tumores en la edad adulta y edad avanzada, de ahí el ya popular dicho de «la piel tiene memoria». Sin embargo, es innegable que existe también un beneficio en la exposición solar controlada, favoreciendo la generación de vitamina D y mejorando nuestro estado de ánimo.

no debemos menospreciar otras estrategias de protección como son el uso de sombreros, gorras, gafas de sol, sombrillas y prendas de ropa con factor de protección, disponibles ya en centros de ropa deportiva y muy útiles en la infancia

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¿Cuánta exposición solar es suficiente para alcanzar niveles óptimos de vitamina D?

Se estima que para una persona con una dieta adecuada en España, una exposición diaria de 15-30 minutos en verano y de 20-60 minutos en invierno en una superficie de piel equivalente a la zona facial, manos y antebrazos debería ser suficiente para alcanzar unos niveles de vitamina D adecuados. Debemos evitar, eso sí, las horas centrales del día, que podrían provocar una quemadura solar.

¿Sirven para algo los fotoprotectores?

La crema solar es una herramienta útil para evitar el daño solar sobre el ADN celular. Son productos que absorben o reflejan la radiación, aunque para cumplir su cometido deben emplearse en la frecuencia y cantidades adecuadas, reaplicándola cada 2-3 horas. No obstante no debemos menospreciar otras estrategias de protección como son el uso de sombreros, gorras, gafas de sol, sombrillas y prendas de ropa con factor de protección, disponibles ya en centros de ropa deportiva y muy útiles en la infancia.

¿Qué significa el grado de fotoprotección?

Una protección solar (SPF) de 30 o 50 no indica que te proteja durante 30 o 50 minutos, no existe una relación entre el tiempo de protección y el grado de crema solar. Esta cifra se asigna en referencia al número de veces que mejora la resistencia propia de la piel a la quemadura solar. Es decir, para un grado 30 necesitaríamos 30 veces más de radiación para quemarnos, y con un grado 50, serían 50 veces más. Sin embargo, esta protección se desvanece a las 2-3 horas independientemente del factor solar debido a la degradación del producto, la sudoración de la piel o los baños. Además, debemos recordar que esta cifra se asigna en condiciones ideales de laboratorio. En realidad, la cantidad que aplicamos los usuarios en la superficie cutánea suele ser la mitad de la testada en estas pruebas, por lo que a efectos prácticos una protección de SPF30 puede equivaler a un SPF15 real y un SPF50 a una SPF30. Por ello, debemos siempre elegir el producto que ofrezca la protección más alta, independientemente de la zona corporal sobre la que la vamos a emplear.

Existen protectores solares que han demostrado ser causantes de alteraciones en microalgas, microorganismos y del blanqueamiento del coral, siendo algunos de ellos prohibidos por autoridades gubernamentales

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¿Es la crema solar ecológicamente sostenible?

Lamentablemente debemos decir que no. Existen protectores solares que han demostrado ser causantes de alteraciones en microalgas, microorganismos y del blanqueamiento del coral, siendo algunos de ellos prohibidos por autoridades gubernamentales (Hawai, Palaos…). Destaca la falta de estudios sobre los efectos de estos productos en las costas del Mediterráneo, lo cual debería ser una prioridad. No obstante, es cierto que algunas casas comerciales están comenzando a realizar estudios sobre la repercusión de sus fotoprotectores y componentes siliconados en los océanos, adaptando la formulación en consecuencia. No nos queda más que animar a los laboratorios a que sigan por ese camino, y tal vez plantearnos si ha llegado el momento de regularizar el uso de estos productos en nuestras islas y ejercer entre todos una protección solar responsable.

Un error frecuente es ponerse el protector solar directamente antes de ir a un baño. Pese a existir fórmulas «resistentes al agua», tal vez lo más apropiado sea aplicarse la crema después del mismo, para evitar que el producto quede en el mar y encima tengamos una protección insuficiente tras el mismo.

Estoy embarazada ¿Ocurre algo con mi crema solar?

Aunque sea de aplicación cutánea, la crema solar se absorbe, habiéndose encontrado restos de estos productos en sangre y orina de mujeres embarazadas, aunque sin ninguna repercusión para el feto o la embarazada. No obstante, existen fotoprotectores solares minerales disponibles en farmacias, que no pasan la barrera cutánea y no se absorben, por lo que serían los más recomendados durante el embarazo y la protección de los niños.

¿Entonces es mejor o peor que use una crema solar?

En definitiva, la crema solar es una herramienta de fotoprotección solar segura y eficaz. Tratemos de seleccionar una crema que nos aporte la mayor protección solar (SPF50+), con eficacia garantizada y ecológicamente lo menos dañina posible. Apliquemos una cantidad suficiente de producto con reaplicaciones cada 2-3 horas. No olvidemos también que existen otros métodos de protección (gorros, gafas de sol, prendas de ropa) y evitemos la exposición solar directa en las horas centrales del día (12:00-16:00), siendo los niños y adolescentes la población más vulnerable.

Eduardo Vara Meis es dermatólogo de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario

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