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Dominical | La isla que nos une

Vacaciones en la nueva normalidad: la necesidad de un turismo sostenible y responsable

Los retos del turismo tras el horizonte de la pandemia

Una turista despliega la sombrilla en una playa de Ibiza. | Zowi Voeten

La parálisis del turismo desde el comienzo de la pandemia del coronavirus a nivel mundial ha servido para replantear los horizontes del sector en la nueva normalidad porque la actual crisis sanitaria se ha mostrado estrechamente ligada a la crisis ambiental y climática. Por ello, la salida de la pandemia no puede significar volver a una normalidad en la que se han cometido algunos de los errores que nos han traído hasta aquí.

Una turista en el aeropuerto de la isla. | TONI ESCOBAR

Este año 2021, de reactivación de la economía, puede y debe significar el arranque de un cambio de modelo turístico que siente las bases del modelo que regirá en la postpandemia. Así, si la industria llevaba largo tiempo planteándose nuevos modelos dirigidos a la sostenibilidad, ahora con la experiencia que nos ha dado la crisis social, sanitaria, y económica del coronavirus, ésta debe de ir un paso más allá para asegurar un turismo auténticamente responsable.

Largo camino hacia la sostenibilidad

El camino hacia la sostenibilidad turística acumula ya décadas de trabajo. Hace casi tres décadas, el impacto negativo y los desequilibrios causados por el ser humano llevaron a los países de Naciones Unidas a convocar la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro en 1992. El fin era fijar las bases de un nuevo modelo de desarrollo basado en la sostenibilidad: el desarrollo sostenible. Sólo tres años más tarde, y con el objetivo de analizar la contribución del turismo al modelo de desarrollo sostenible, la Unesco, la Organización Mundial del Turismo (OMT) y otros organismos internacionales convocaron la primera Cumbre Mundial de Turismo Sostenible, en la que se aprobó la Carta Mundial de Turismo Sostenible.

Con el objetivo de aplicar los resultados de la Carta, la Unesco impulsó en 1997 la creación del Instituto de Turismo Responsable, una entidad que será protagonista en la próxima Mesa Redonda de Turismo Sostenible y Responsable organizada por el Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation, en la que el próximo día 27 de mayo a las 19:00 horas en el canal de Youtube del Consell d’Ibiza se presentará la Guía para un Turismo Sostenible elaborada por esta entidad que lleva años desarrollando un Sistema de Turismo Responsable para impulsar la aplicación y el seguimiento de criterios de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático aplicados al turismo.

En esa misma línea, desde el Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza se insiste en que la apuesta por la sostenibilidad tiene que ser firme en un contexto como el actual en el que el turista sabe diferenciar las prácticas reales de aquellas que solo atienden a estrategias de greenwashing -el intento de determinadas empresas de hacer que sus productos parezcan ecológicos cuando en realidad no lo son- y que intentan aprovechar palabras de moda como sostenible o ecológico sin dar contenido a las mismas. Porque la demanda lo está exigiendo y lo exigirá de forma mucho más contundente en la nueva normalidad en un contexto de crisis climática y ecológica que no podemos ignorar.

Sin embargo, el hecho de que la industria, especialmente en lugares turísticos como Ibiza, sea una de las más golpeadas por la pandemia, sumado a la consecuente pérdida de puestos de trabajo, podría dificultar seguir priorizando la sostenibilidad. Asimismo, al reto económico que puede suponer la urgencia por la reconstrucción del sector se le suma otro, el de lograr que el compromiso de los y las turistas a la hora de viajar de forma consciente con la situación de emergencia ambiental a la que nos enfrentamos.

Turismo responsable: un paso más hacia una mayor conciencia sobre nuestro inpacto

Para afrontar ambos retos, es necesario encarar un cambio de conciencia de forma conjunta entre empresariado, trabajadores y trabajadoras del sector, y turistas. En ese sentido, según apunta el informe ‘La COVID-19 y la transformación del turismo’ de Naciones Unidas, para acelerar la recuperación es fundamental contribuir a mantener los millones de medios de subsistencia que dependen de un sector afectado por meses de inactividad al mismo tiempo que se logra «crear una experiencia de viaje sostenible y responsable, que sea segura tanto para las comunidades receptoras como para los trabajadores y los viajeros». Para ello, en su hoja de ruta insisten en la necesidad de promocionar la sostenibilidad y el crecimiento ecológico inclusivo.

Porque, pese a la mencionada urgencia que despierta revitalizar el sector por una cuestión económica, no podemos obviar, tal y como señalan las propias Naciones Unidas, que el sector turístico tiene una elevada huella climática y ecológica, dado que requiere de un alto consumo de energía y combustible y ejerce presión sobre los sistemas terrestres. Pese a ello, si bien es cierto que la industria turística tiene importantes repercusiones negativas en la sostenibilidad ambiental, lo cierto es que el sector turístico es también una importante fuente de ingresos para los trabajadores, las comunidades en su conjunto y para la conservación de la biodiversidad.

En el contexto descrito, la actual crisis ofrece una oportunidad sin precedentes de repensar y transformar la relación entre el sector turístico y la naturaleza. En ese sentido, el Programa de Turismo Sostenible de One Planet, liderado por la Organización Mundial del Turismo (OMT), ya ha anunciado su nueva visión de futuro para el turismo mundial capaz de «encontrar el equilibrio entre las necesidades de las personas, las del planeta y la prosperidad».

El turismo responsable ha sido definido por Jordi Gascón y Ernest Cañada como un movimiento social a favor de la sostenibilidad del fenómeno turístico que se articula en tres ejes: el establecimiento de modelos de desarrollo turístico sostenibles y específicos para cada destino -para lo cual se deben tener en cuenta sus variables sociales, culturales, económicas y medioambientales; la reclamación de la responsabilidad de turistas, tour-operadores, anfitriones e instituciones públicas a la hora de favorecer modelos turísticos sostenibles; y la aplicación de instrumentos de gestión empresarial dirigidos a evitar, o al menos minimizar los impactos negativos de la actividad turística al tiempo que aumentan los beneficios de la población anfitriona.

Es decir, el turismo sostenible se basaría en el equilibrio entre las necesidades de la gente y la conservación a largo plazo del entorno y sus recursos, y el turismo responsable implicaría además un compromiso con el entorno cuando viajamos y que nuestro impacto solo sea positivo sin que nadie salga perjudicado. De esta forma, el turismo sostenible no puede existir sin un turismo responsable por parte tanto de empresas, como de administración y de turistas.

Buenas prácticas

Precisamente en lo referido al turista, ya existen tratados de buenas prácticas como el ‘Manifiesto del Viajero Responsable’ impulsado por el Instituto de Turismo Responsable de Naciones Unidas, desde donde han lanzado un decálogo en el que, entre otros asuntos, se recomienda intentar minimizar nuestra huella de carbonos en los desplazamientos, fomentar el desarrollo local del destino consumiendo productos y servicios locales; proteger los ecosistemas; elegir productos, servicios o experiencias que garanticen la gestión y el uso inteligente y eficiente de los recursos hídricos y energéticos; o fomentar condiciones laborales dignas y justas que respeten los derechos de los trabajadores.

En cuanto a las empresas turísticas, entre las recomendaciones de dicho Manifiesto, se pide a los y las empresarias que sean conscientes de los riesgos de su actividad. Además, se les pide que fomenten el emprendimiento local adquiriendo, siempre que sea posible, productos o servicios que se produzcan en el destino y cuyos beneficios directos e indirectos sean repartidos de forma transversal y favorezcan a los grupos más vulnerables.

La Carta Mundial de Turismo Sostenible

Es un documento que expresa que el desarrollo turístico debe fundamentarse sobre criterios de sostenibilidad. Es decir, según este documento, el turismo: «Ha de ser soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales».

Además, las empresas del sector deben intentar ofrecer productos, servicios o experiencias que potencien la sostenibilidad de las entidades. También a nivel empresarial hay que intentar garantizar la gestión eficiente de los recursos, consumiendo los que generen menor impacto en el medio y puedan ser reciclables o reutilizables; y ofrecer solo productos, servicios y experiencias que garanticen la explotación sostenible de los recursos acuáticos y terrestres del destino y que respeten el hábitat natural de la fauna y flora autóctona.

Es imprescindible además que el sector adopte una conducta responsable, evitando la generación de residuos, y colabore con los programas de saneamiento y limpieza para evitar el deterioro de espacios naturales y mantener la biodiversidad. Y, por supuesto, es necesario que las empresas garanticen condiciones laborales dignas y justas que respeten los derechos de sus trabajadores.

En un lugar como Ibiza donde el turismo es la fuente de ingresos principal de trabajadores y empresarios, son muchas las personas que confían con esperanza en que el sector vuelva a resurgir a la mayor brevedad, pero el crecimiento no puede producirse a cualquier costo. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas requieren del necesario esfuerzo para lograr las metas establecidas en la Agenda 2030 y, para ello, es necesario adoptar medidas inmediatas para evitar las graves consecuencias en la sociedad y la economía mundial de un aumento de la temperatura de la tierra superior a 1,5 ºC.

Actualmente, al mismo tiempo que presenciamos las devastadoras repercusiones de la pandemia sobre las personas y la economía, la amenaza del cambio climático persiste en paralelo y ya deja notar sus consecuencias en parte del globo, donde no solo el turismo es imposible al convertir territorios en hostiles, sino que también impiden la vida en condiciones dignas. Por ello, es imprescindible que atenuemos con urgencia los efectos del cambio climático.

Como hemos visto, la pandemia es sólo un ejemplo de cómo las personas y las comunidades vulnerables pueden llegar a sufrir las consecuencias de las adversidades naturales de manera desproporcionada y, antes la actual situación resulta imprescindible que, a medida que los viajes se reanuden, el sector turístico trabaje en una recuperación responsable y resiliente en el nuevo contexto, sin olvidar, eso sí, que esta transición se debe basar en la cooperación y las alianzas entre los sectores público y privado y en la implicación de todos los agentes implicados, incluidos los propios turistas.

De todos estos temas se hablará el próximo jueves 27 de mayo a las 19 horas en la Mesa Redonda sobre ‘Turismo sostenible y Responsable’ que podrá seguirse en streaming a través de las redes sociales del Consell de Ibiza en la que participará el Dr. Tomás de Azcárate Bang, presidente del Instituto de Turismo Responsable, para presentar la ‘Guía para un turismo sostenible. Retos y criterios para la evaluación del sector turístico ante la Agenda 2030’.

El Observatorio de Sostenibilidad es un proyecto de IbizaPreservation. Hazte socio en ibizapreservation.org/esp/socios/

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