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La otra Ibiza

Federico Cuevas Raposo: «La hipnosis sirve para llevarse bien con uno mismo»

Con 1.250 videos de otros tantos temas grabados y 84.000 suscriptores

en YouTube, Federico Cuevas lleva media vida dedicada a la hipnosis, su pasión desde que comenzó a estudiar medicina en madrid

Federico Cuevas concon un folleto de sus terapias.

Federico Cuevas Raposo llegó a Ibiza desde Melilla. Su padre era capitán del Ejército del Aire y ayudante de Ingenieros Aeronáuticos, así que le encomendaron dirigir las obras de la pista del aeropuerto, que por aquella época, en 1961, todavía era de tierra. «En cuanto se construyó la pista, despegó el turismo», dice con cierto orgullo por la participación familiar.

Aunque la carrera de su padre le podía haber llevado a otro destino, la familia se estableció en la isla. Federico Cuevas se marchó a Madrid a principios de los setenta a estudiar medicina y posteriormente la especialidad de estomatología, profesión que ha ejercido en Ibiza durante más de treinta y cinco años.

Atraído por los hippies y el modo de vida que llevaban en la isla, durante la carrera Cuevas conoció al Alfonso Caycedo, colombiano que estudió en Madrid medicina y se especializó en neurología y psiquiatría. Este doctor creó la sofrología, que para Cuevas «es similar a la hipnosis, aunque con un nombre distinto, porque como en la época de Franco la hipnosis estaba prohibida, le cambiaban el nombre a todo». Cada vez, igual que a los Beatles, le iban convenciendo más estas disciplinas, por lo que ahondó en la meditación trascendental que divulgaban el gurú Maharishi y Prem Rawat. Federico estudió estas técnicas en Roma y a base de lecturas . Más tarde, en los 90, hizo un máster en hipnosis por el Instituto de Bio-información de Valencia.

Dos años sin grabar

Jubilado, Federico Cuevas lleva unos dos años sin grabar ni un solo audio ahora, cuando tiene más tiempo que nunca. «Estoy trabando un tema interno», explica. El motivo que le atormenta es un problema familiar por una herencia. Asegura que a pesar de la desazón que le causa, gracias a sus conocimientos de hipnosis y meditación lo está llevando con calma. «Si no, estaría mucho peor» asegura. En su opinión, los temas personales son los más difíciles de abordar, por lo que recomienda, e intenta aplicarse a él mismo, paciencia y mucha tranquilidad. 

Con estos conocimientos se plantó en el hospital para ofrecer a los sanitarios la posibilidad de dejar de fumar con sesiones de hipnosis. La propuesta le duró poco, un día. En el hospital le dijeron que «eso se consideraba medicina alternativa» y pese a la aceptación del primer intento, las puertas se le cerraron para siempre.

«Una chorrada»

Antes llevaba tiempo ofreciendo sesiones de hipnosis a numerosas personas, e incluso él se aplicaba sus técnicas para reducir el estrés que le ocasionaba su trabajo de dentista. «Creo que la hipnosis sirve para llevarse bien con uno mismo», dice.

Por aquella época empezó a grabar cintas de casete, pero fue en lo años 90, con la llegada de los cds, cuando perfeccionó sus grabaciones. Contrató a un técnico de sonido y grabó decenas de sesiones enfocadas a temas tan variados como relajación, aumentar la autoestima, conseguir dormir, adelgazar, aprovechar el estudio y a todo tipo de adiciones, desde abandonar el tabaco, la drogas, los tranquilizantes, ver la televisión o morderse las uñas, hasta dejar de salir por la noche. Por supuesto las fobias son otras de sus especialidades: miedo a volar, navegar, a los perros, a conducir, claustrofobia o agorafobia, entre otros.

Pero la verdadera revolución llegó cuando en 2008 comenzó a colgar sus vídeos en YouTube. Desde entonces ha grabado 1.250 vídeos de otros tantos temas y tiene 84.000 suscriptores en su canal, gran parte de ellos de Estados Unidos y América. Incluso algunos han viajado a Ibiza para asistir a algunas sesiones. «En esos países las sesiones son tan caras que les merece la pena pagarse el viaje», apunta.

Jubilado e incomprendido por muchos, apenas se dedica a una pasión que sus hijos califican como «una chorrada».

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