Diario de Ibiza

Diario de Ibiza

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La otra Ibiza

Lo que cuenta el pasado

Para la arqueóloga Ana Mezquida es un privilegio desarrollar su trabajo en lugares tan impresionanes como es Puig des Molins, toda una enciclopedia de la cultura púnica

Ana Mezquida conoce a fondo es Puig des Molins. VICENT MARÍ

Ibiza acoge en sus entrañas una historia apasionante, todo un atractivo para la arqueológa Ana Mezquida, una madrileña que venía a la isla de vacaciones con sus padres hasta que se enamoró de su patrimonio cultural y no solo de eso.

Su carrera le ha dado la oportunidad de trabajar en una joya del pasado como es la necrópolis de es Puig des Molins, «la estrella de la época púnica», dice de este recinto Patrimonio de la Humanidad desde 1999. En un lugar con una riqueza tan impresionante y donde se realizan trabajos arqueológicos desde 1903, Ana tuvo la fortuna de encontrar una tumba romana de una mujer joven que llevaba como ajuar un collar de oro y azabache prácticamente intacto. «Da mucha alegría y hace mucha ilusión», cuenta y añade que el collar se puede ver en el museo. Su pasión por este recinto le llevó a titular su tesis doctoral ‘Ritual funerario en la necrópolis de es Puig des Molins’, «un lugar en el que queda mucho por descubrir», apunta por lo que le gustaría que hubiera un gran proyecto para continuar con el estudio de los enterramientos.

Además de yacimientos tan destacados como este, en una isla por donde han pasado tantas culturas, los hallazgos arqueológicos son habituales con solo excavar un poco, un trabajo que a veces no se comprende bien. «En alguna ocasión nos consideran los malos de la película, sobre todo cuando nos tienen que llamar para hacer un control arqueológico en una obra, un trabajo que supone añadir un coste y que muchas veces no se ve ni la importancia ni la utilidad, y encima si se da el caso de que se paraliza la obra, entonces nos hacen sentirnos un poco culpables». Por ello, considera fundamental dar a conocer la importancia de su labor. «En las obras, al principio los trabajadores no entienden mi trabajo, pero si encontramos algo se emocionan muchísimo, incluso más que yo. Solo hay que explicar el valor de lo que hacemos los arqueológos». Por ello, para Ana Mezquida, una de sus mayores satisfacciones está en emocionar a quien tiene alrededor con los trozos de historia que descubre. «Los arqueólogos deberíamos trabajar más para logar transmitir a la sociedad la importancia de lo que hacemos», sentencia.

Además, señala que los arqueólogos no determinan si se puede o no continuar con una obra en la que se encuentran restos del pasado, ese papel les corresponde a la Administración. Pone como ejemplo el caso de las tumbas halladas en el aeropuerto de es Codolar, donde se sacaron los restos y luego se protegieron con geotextil, para construir encima. « Si se destruyen ya no hay opción que valga, así se conservan», apunta.

En otros casos, como en el Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza, el edificio se ha construido encima del conjunto arqueológico, una solución que permite conservar los restos y verlos. Así que Ana Mezquida considera que los arqueólogos no son «tan malos», puesto que «las opciones son muchas».

Su empleo en Ibiza le permite desarrollar casi todas las facetas que le ofrece su profesión desde el trabajo de campo en un yacimiento a la investigación. «Las excavaciones están muy bien, son muy emocionantes, pero lo guay es estudiar lo que se ha sacado, porque si no, ¿para qué lo has extraído?, inquiere. Quizá la labor más importante no se ve, como puede ser lavar y clasificar las piezas, fotografiarlas, dibujarlas, documentarlas y estudiarlas en profundidad. Todo lo que se extrae hay que documentarlo y profundizar en ello, e incluso analizar si se debe exponer en un museo. Esta labor es tan importante que, para Mezquida, «un pueblo que no conoce su pasado está condenado a repetir los mismos errores».

El trabajo es tan variado que también dedica una parte de su tiempo a la docencia como profesora de Prehistoria y Cultura Material del Mundo Clásico en la UNED. «Me obliga a estar al día, la prehistoria cambia continuamente porque está basada en las excavaciones», cuenta.

Contenta con su trabajo, sueña con encontrar un hipogeo intacto. «Quizá haya alguna necrópolis rural que haya pasado desapercibida, lo veo difícil pero nunca se sabe. La arqueología es impredecible».

Compartir el artículo

stats