Coses nostres
Los acantilados de Ibiza dedicados a un pez
El curioso nombre de sòl d'en Serrà o d'en Serra que recibe la playa de cantos rodados y acantilados al oeste de Cap des Llibrell es uno de los topónimos más alterados de una isla en la que la deformación toponímica no es una rareza
Sólo el nombre -sus orígenes, sus variaciones y sus degeneraciones- de la playa de cantos rodados que cierra por el oeste el macizo donde se halla es Cap des Llibrell da para una disertación. Y ello más allá de su franja de aguas turquesas, los colores de las arcillas de sus acantilados, el sonido del agua en el ir y venir de las olas sobre las rocas y la maravilla de ver encenderse, al sur y en la distancia, el faro de la Mola al ocultarse el sol. Y sin olvidar citar, como ominoso contrapunto a la belleza ya no tan salvaje del lugar, el atentado paisajístico que supone haber permitido la construcción de un club de playa en plena escarpadura.
Para intentar aclarar el nombre de lo que en principio, y tal vez con más frecuencia, se denomina es sòl d'en Serra, podemos consultar primero los mapas del Instituto Geográfico Nacional. En ellos, sobre la imagen de la curva de la bahía de aguas turquesa y cantos rodados podemos leer el topónimo Sol d'en Serra. Pero inmediatamente a su izquierda podemos leer también Salt d'en Serrat, así que tal vez no podemos dar por oficiales los nombres del instituto geográfico. Descartamos a Serrat, y la palabra Serra queda con dos posibilidades; o se refiere a un apellido o al nombre de un pez, el serrano, muy abundante en aguas pitiusas. Actualmente, se usan las dos formas, es cierto, igual que se usan indistintamente salt y sòl, para denominar a tal zona costera de Santa Eulària, justo al sur de Cala Llonga y formando una pronunciada entrada de mar entre el macizo boscoso en el que se encuentra es cap des Llibrell y los acantilados que finalizan en es Clot d'en Llaudís y sa Punta des Puig Negre, que en los últimos años también se están llenando ya de construcciones. Sin embargo, en la Enciclopèdia d'Eivissa i Formentera se ha preferido la forma Serrà y se citan tanto sòl como salt para definir el terreno. En cualquier caso, la primera palabra es simpre con acento, sòl, porque se refiere al suelo, no a la estrella que alumbra nuestro sistema planetario.
O un vecino
El problema que supone el nombre del lugar es que la referencia a un serrà, que es el nombre en catalán de un pez muy abundante, el serrano, va precedida de artículos que parecen referirse a una persona, que indican un topónimo que es concretamente un antropónimo. Es decir, es posible que antaño hiciera referencia a algún vecino o propietario de tierras apellidado Serra. Y aunque con los años, tal referencia se haya perdido y la denominación haya variado un poco, al menos el lugar conserva un topónimo ibicenco que además es eufónico y original.
En el mismo mapa del instituto geográfico podemos leer como puig de ses Terrets lo que debe referirse al puig de ses Torretes, que recibe tal nombre por las dos altas rocas que pueden verse en el perfil de la ladera (a la izquierda mirando al mar) y que, efectivamente, parecen dos torres. El macizo boscoso, el cabo, en el que se encuentran ses Torretes y también cap des Llibrell, conocido por su yacimiento púnicoromano, tiene por nombre es Castellar y desde el mar, rodeándolo desde Cala Llonga hasta el punto más interior de salt d'en Serrà, toda su orografía de acantilados es especialmente hermosa. Un paseo en kayak es una buena recomendación para disfrutar y conocer esta zona.
La noche en es Salt
En invierno, nada más anochecer, con la playa vacía y el restaurante cerrado, y mientras la linterna del faro de la Mola empieza a destacar por el sur, puede verse aparecer sobre es Castellar el cúmulo estelar de las Plèyades, ses Cabrelles, dotando de un nuevo brillo a la espectacularidad del paisaje.
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