En septiembre de 2019, António Guterres, el Secretario General de la ONU apeló a todos los sectores de la sociedad para que se movilizasen en la década 2020-2030 a fin de conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Gutierres hablaba de movimiento en tres niveles: acciones a nivel mundial; acciones locales -a nivel político y presupuestario-; y acciones por parte de las personas, el sector privado, los sindicatos, los círculos académicos y otras partes interesadas con el objetivo de impulsar las transformaciones necesarias para garantizar un desarrollo sostenible.

Así, el 2020 debía marcar el inicio de una década de acciones ambiciosas con el fin de alcanzar los ODS para 2030, sin embargo, la crisis mundial desencadenada por la pandemia del coronavirus puso en jaque el impulso que en 2019 pedía la ONU.

Por ello, desde el Observatorio de Sostenibilidad de Ibiza recuerdan que 2021 tiene que suponer un reimpulso de esta década de acción. El conjunto de la sociedad de Ibiza deberá impulsar las soluciones sostenibles necesarias para afrontar los principales desafíos de la isla a los que apunta el último Informe de Sostenibilidad de IbizaPreservation -cuyos datos corresponden a 2019- desde donde se advierten ciertas mejoras, pero también se aprecia que Ibiza tendrá que hacer un largo recorrido hasta alcanzar las metas de los ODS para 2030.

Un ejemplo de ello nos lo aporta el seguimiento del ODS2 Hambre Cero que busca asegurar para 2030 la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos y aplicar prácticas agrícolas resilientes. Los datos del Informe 2019 del Observatorio ponen de manifiesto que, en lo referido al sector ganadero, si bien el número total de ganado se dobló en 2019 respecto del año anterior -gracias al importante incremento de número de gallinas criadas en la isla-, lo cierto es que los descensos registrados en el último año del censo del resto de la cabaña ganadera, así como la evolución del sector del último decenio, apuntan a que la continuidad del sector a medio plazo en Ibiza corre un auténtico peligro. Otro dato inquietante en este sentido es la disminución de la superficie agraria útil de la isla que sólo en el último lustro ha pasado de las 26.579 hectáreas de 2014 a las 5.859 del año pasado.

Entre los datos positivos respecto de la consecución del ODS2 estaría el aumento del número de operadores ecológicos en la isla que ha pasado de 59 a 131 en la última década o el aumento de explotaciones ganaderas ecológicas en el último año -de las 13 en 2018 a las 17 de 2019- lo que supone una clara apuesta por este tipo de agricultura y ganadería respetuosas con el entorno y beneficiosas para la salud.

En lo que se refiere al ODS 3 relacionado con la salud y el bienestar y al ODS 13 de lucha contra el cambio climático -ambos estrechamente relacionados en lo relacionado a la contaminación del aire- los datos recogidos en el Informe 2019 a partir del índice de calidad del aire mostraron en 2019 buenos resultados en lo referente a emisiones de NO2, SO2, y O3. Y pese a que este 2020, a causa de la restricción de la movilidad, se han registrado descensos de hasta el 98% de emisiones de CO2 solo en las 7 primeras semanas del Estado de Alarma, el Observatorio recuerda que sigue siendo necesario seguir apostando por una movilidad no motorizada para evitar las emisiones de gases contaminantes y los efectos de éstos sobre los ecosistemas y la salud de las personas.

Y es que, en 2019 se superaron en Ibiza los 150.000 vehículos. Solo en dicho año comparado con 2018, había 1.000 motocicletas más (+4,1%) y más de 2.000 turismos (+2,2%) de forma que Ibiza presenta la tasa de motorización más elevada de Baleares, superando en 2018 y 2019 los 1.000 vehículos por cada 1.000 habitantes. Además, gran parte de los vehículos de alquiler no se encuentran contabilizados.

También en lo referido al cambio climático, cabe señalar que en 2019 entró en vigor la Ley 10/2019, de 22 de febrero de Cambio Climático y Transición Energética que daba impulso a la implantación del Pacto de Alcaldes y Alcaldesas en las Islas Baleares, pese a ello, en la isla de Ibiza solo el Ayuntamiento de Vila se ha sumado al pacto, por lo que urge que el resto de los municipios de la isla, así como el Consell Insular se actualicen en este sentido y formalicen su compromiso con los objetivos de reducción de emisiones de CO2.

El volumen total de aguas mal depuradas en 2019 fue de 5.7 millones de m3

En cuanto al Objetivo 6 sobre agua y saneamiento, merece la pena recordar que, según los datos de la Agencia Balear del Agua, en este 2020, cuatro depuradoras de la isla (Sant Josep, Sant Joan, Cala Sant Vicent y la depuradora de Ibiza) no cumplían con los requisitos de calidad para el vertido de las aguas y por tanto incumplen la normativa legal. Además, según los datos recogidos por la Alianza por el Agua para el informe del Observatorio de Sostenibilidad, el volumen total de aguas mal depuradas en 2019 fue de 5.7 millones de m3; procediendo un 98% de dichas aguas de la depuradora de Vila. Por este motivo, parece clara la necesidad de poner cuanto antes a esta infraestructura en el punto de mira y recordar, una vez más, la necesidad de agilizar los trámites para la finalización de la depuradora de Sa Coma.

Pero el problema de depuración no se solucionará solo con la puesta en marcha de una nueva EDAR que poco podrá hacer si la calidad de entrada de las aguas que llegan a la depuradora no mejora. Y ese no es un problema exclusivo de Vila, porque según los datos de Abaqua, cuatro de cada cinco depuradoras de la isla de Ibiza reciben aguas residuales que superan los valores máximos de carga contaminante; dificultando la correcta depuración de estas aguas. Por ello, también urge en toda la isla un plan de actualización de las redes de alcantarillado capaz de separar las aguas fluviales de las fecales para garantizar una mínima calidad de las aguas que llegan a las estaciones de depuración.

Entre las oportunidades que habrá en 2021 están los 140.000 millones de euros de fondos europeos que han de llegar a España y que deben gastarse en cuatro años en proyectos con perfiles relacionados con la transformación digital, la transición ecológica y la cohesión social. Este es el momento de asegurar que estos fondos se utilizan para avanzar en todas las asignaturas que tenemos pendientes. Dos de los destinos idóneos para parte de estos fondos son precisamente las necesarias infraestructuras relacionadas con el ciclo del agua (separación de pluviales, mejora de depuradoras) o la inversión en eficiencia energética y energía solar del parque de vivienda de Ibiza, acorde al Green Deal europeo, sectores que, además pueden ser clave en la generación y diversificación de empleo en la isla.

Estos son solo algunos de los retos a los que deberá enfrentarse Ibiza en 2021 y durante lo que queda de década para garantizar que la isla cumple con las metas de Naciones Unidas; un desafío que debemos asumir todas y cada una de las personas, entidades, empresas, administraciones y organizaciones de la sociedad civil de la isla para garantizar un futuro que no deje a nadie atrás.

Un futuro para todos

De cara al 2021 la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible deben ser la brújula para salir adelante en el nuevo contexto post Covid, también en Ibiza, cumpliendo con el mandato de Naciones Unidas de no dejar a nadie atrás.

El Observatorio de Sostenibilidad es un proyecto de IbizaPreservation. Leer más en ibizapreservation.org