Sin prisa pero sin pausa. Así se dirigió ayer Ana Obregón con su inseparable amigo Ra desde la recogida de equipaje hasta la parada de taxi del aeropuerto de Eivissa. Al llegar a la parada, Ra se alegró de que no hubiera nada de cola. Ambos pasaron desapercibidos entre los otros pasajeros y se mostraron irónicos y muy reacios a hablar y posar para la prensa. «No voy a posar, hazme la foto caminando», ordenó Ana, que, sin descuidar su imagen en ningún momento, incluso indicó de qué lado prefería ser fotografiada.

Ambos llegaron en el vuelo de las 12,45 horas procedente de Madrid. Ra empujaba el carrito en el que cargaban sus equipajes, mientras Ana se retocaba el pelo y se ponía sus gafas Dolce&Gabbana que sacó de su bolso blanco de Chanel. La actriz lucía un veraniego vestido de seda por las rodillas con estampado en tonos azules, blancos y verdes, que combinó con unas sandalias blancas de cuña, a juego con el bolso.

Ana volverá a ver a sus amigos de Eivissa y a salir de fiesta como en otras ocasiones mientras su hijo, Álex, pasa unos días con su padre, Alessandro Lequio.

En su primer verano sin Darek, al que conoció precisamente en la isla, la actriz sigue cruzando demandas con la ex abogada del modelo, Teresa Bueyes.

Y hay algo que aún da más morbo al asunto: Telecinco emite por un lado `Hospital Central´, donde Ana por fin se mete en un papel de una bióloga, y por el otro `Yo soy Bea´, en la que aparece Darek. En el duelo de los juzgados aún no se sabe, pero en el de la audiencia, Ana ya ha ganado.