El Barça reivindica su reinado y hunde al Wolfsburgo en la ida de cuartos

Volvía a la que había sido su casa. Y regresar no siempre es fácil. Dejas cosas atrás y piensas que, en caso de volver, nada habrá cambiado. El recuerdo a veces se romantiza, rememoras lo bonito y olvidas esos momentos complicados. Ewa Pajor regresaba a Wolfsburgo (1-4) y pisaba el césped del Volkswagen Arena con la camiseta del Barça por primera vez. No era un momento fácil, muchos recuerdos, pero la delantera se divirtió como siempre.

Delante de su ex equipo, en el que militó nueve años, Pajor fue ella misma. La que tanto conocen en Alemanya y con la que se está ilusionando en Barcelona. Estuvo allí en sus mejores años, disfrutó de temporadas históricas y, tras casi alcanzar una década en el conjunto alemán, decidió cambiar el verde fosforito por las franjas azulgranas.

Ahora, con el Barça, volvía por primera vez y lo que se encontró fue desalentador. Ese equipo que había reinado en Europa era la sombra de lo que fue. Totalmente contraria a la historia creciente del Barça, que no para de crecer. Apenas lo celebró, pero Pajor provocó el primer tanto del conjunto de Pere Romeu. Tras un centro de Aitana Bonmatí, la polaca empujó el balón con un toque picado que terminó rozando a Caitlin Dijkstra antes de entrar en el balón.

El dominio que se vio sobre el césped ya estaba ajusticiando el marcador. El Barça fue muy superior. El conjunto de Pere Romeu se lo tomó con calma, con seriedad y tensón pausado. Aitana y Alexia estuvieron brillantes, junto a una Patri Guijarro que fue el metrónomo del equipo.

En el segundo tiempo, el Barça le quiso dar al conjunto alemán de su propia medicina. Si hay dos elementos claros que definan al Wolfsburgo son las acciones a balón parado y los contragolpes. Pues así llegaron el segundo y tercero azulgrana. Primero fue Mapi León quien asistió a Irene Paredes con un centro tenso y directo que la vasca envió al fondo de la red con el interior del pie. A los pocos minutos, de nuevo un balón precioso que salió bombeado de la bota izquierda de Aitana llegó a Salma Paralluelo que se la jugó desde la frontal. La reventó y firmó el tercero.

Pese a que la eliminatoria parecía finiquitada, el Wolfsburgo quiso dejarla abierta. En la primera llegada del partido, en el 78 de encuentro, Minge aprovechó un desajuste en defensa de las azulgranas para quedarse sola dentro del área. Remató a placer ante la mirada atónita de Cata Coll.

Pero, al Barça le quedaba una gran baza para sentenciar el partido. A escasos 10 minutos para que se terminara el encuentro, piso el verde Sydney Schertenleib, que subtituyó a Alexia. La joven promesa aprovechó un robo de balón de Rolfo en la frontral del area y controló, conduce y levanta el balón con mágia. Voló y se coló por la escuadra de la portería del conjunto alemán. Una auténtica genialidad.

El Barça vuelve a Barcelona con más de la mitad del trabajo hecho. Pero tocará rematarla en el Johan Cruyff el próximo jueves. Antes, sin embargo, el último asalto del mes contra el Real Madrid. El Estadi Olímpic de Montjuic será el gran escenario donde las azulgranas quieren dar la estocada final a la liga y al conjunto blanco.