La España de Luis De la Fuente ya es una realidad. La nueva Selección española de fútbol acumula sus primeras horas de convivencia bajo la dirección del riojano y lo hace sumida en la más absoluta naturalidad. Sin estridencias en una grupo joven y de perfil discreto en el que los entrenadores no acaparan el foco mediático.

Dos charcos, Ramos y Luis Enrique

De la Fuente ha querido ser cauto a la hora de desenvolverse y en la primera rueda de prensa evitó cualquier malinterpretación de sus palabras sobre Sergio Ramos o Luis Enrique, los dos ‘charcos’ que no podía pisar. Sorteó ocho preguntas sobre el sevillano, dejándole un recado con aroma a colegio de curas: “A mi me enseñaron que las conversaciones privadas no se airean”.

Superado el primer match ball, el campamento de Las Rozas se ha manejado con fluidez y sentido común. Lo primero que ha hecho el nuevo seleccionador ha sido acercar la selección al público, con el entrenamiento de puertas abiertas que celebró el lunes por la tarde. Mil personas le dieron su calor a los internacionales en esta nueva etapa. Algo que el grupo agradeció.

Zubimendi, en un entreno con la Selección. RFEF

De la Fuente desterró el andamio de Luis Enrique, bajó al césped y confirmó lo que muchas jugadores ya sabían: es un tipo directo. “Sabe lo que quiere y te lo dice de una forma que no hay margen al equívoco”, revelaba a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, del grupo Prensa Ibérica, Borja Iglesias. El riojano apuesta por un juego directo, con mucha ida y vuelta, y huye de las extravagancias tácticas situando a cada uno en su sitio. Así, Rodri ya sabía al llegar que no volvería a ser central, como con Luis Enrique. A De la Fuente le gusta llegar rápido arriba, los jugadores que encaran y las bandas profundas. Por eso el 4-3-3 y el 4-2-3-1 son sus esquemas tácticos más recurrentes. Vértigo sí, pero con equilibrio.

Gavi y Ceballos, llamados al despacho

Luis no quiere enredos ni malentendidos. Por eso ordenó a Gavi y Ceballos que resolviesen su desencuentro del clásico antes de empezar la concentración. Cinco minutos fueron suficientes para poner en sintonía al madridista y al azulgrana. Dos jóvenes talentos sevillanos nacidos a apenas diez kilómetros de distancias, los que separan Los Palacios de Utrera. Alineados todos, desde comunicación se diseñó un plan en el que participarían jugadores de peso en las primeras intervenciones.

Nacho y Morata, en una sesión de trabajo en Las Rozas. RFEF

Carvajal y Morata, dos de los capitanes, arrancaron el carrusel participando en un acto de promoción en el que los periodistas apenas pudieron sacarle al lateral madridista un mensaje pacificador sobre la polémica del gol anulado a Asensio: “Acatar la decisión y no dudar del sistema en ningún momento”. Algo que soliviantó a la trinchera blanca más beligerante, pero rebajó la tensión en el ambiente de la Selección. Luego Kepa y Nacho pusieron algo de normalidad y cordura, dejando a Iago Aspas la comparecencia de este miércoles.

Donde sí ha querido poner su sello De la Fuente es en la elección de los capitanes, en la que parecen los tres jugadores con más internacionalidades (Morata (60), Rodri (39) y Carvajal (33) y se añade, por decisión del seleccionador, Mikel Oyarzabal (21 partidos con la Roja). El de Éibar es casi un jugador fetiche para el riojano, un jugador que siempre ha lucido galones en las inferiores y en la Real, pese a tener solo 25 años. “Me gusta dar un toque personal a la capitanía”, advirtió antes de revelar ese toque.

Si con Luis Enrique la palabra que definía al equipo era posesión, con De la Fuente es gol. El técnico ha incluido en su primera lista a cuatro delanteros de área (Morata, Joselu, Iago Aspas y Borja Iglesias), algo que no ocurría casi desde la lista de Fernando Hierro para el Mundial de Rusia en 2019.

Luis De la Fuente y su ayudante, Pablo Amo. RFEF

De la Fuente, andamios ni walkie-talkies

En esta nueva etapa no habrá Twitch ni youtube ni consultorios en redes sociales. Y en lugar de walki-talkies habrá más charlas cara a cara, más protagonismo de los futbolistas y menos de los entrenadores. Pablo Amo, el ayudante de De la Fuente, se maneja con la misma discreción que ha mostrado siempre en su carrera de futbolista. Central elegante que salía jugando desde atrás y destacaba por su timing en defensa, es hombre de escuchar más que hablar. Un staff muy futbolero que conocen a la perfección los entresijos de la Federación. Y la Federación a ellos. En resumen, un equipo más que una Selección. De momento, el de De la Fuente. Su ambición, que sea el de todos.