España estará el año que viene en su tercer Mundial seguido, que se disputará en Australia y Nueva Zelanda. El fútbol femenino español está en las antípodas de 2015, cuando logró meterse en la primera cita mundialista. Entonces la selección española no pasó de la fase de grupos y en el 2019 cayó en octavos. Ahora, a lomos del Barça, es quinta del ranking FIFA y el año pasado derrotó a Países Bajos, subcampeonas mundiales. Antes de intentar levantar el 31 de julio en Wembley la Eurocopa -que sería el primer título del palmarés de la selección española femenina- Alexia Putellas y compañía han hecho los deberes logrando el billete para el torneo para Oceanía. 

Igual que el Barça de Guardiola fue la base de la selección española masculina que ganó el Mundial de Sudáfrica, las azulgranas son ahora también los cimientos del bloque de Jorge Vilda, que ha llegado a alinear hasta nueve de las campeonas de Europa en su once titular. Pese a las ausencias de las lesionados Patri Guijarro, Claudia Pina y Mariona Caldentey, el técnico puso a seis barcelonistas de inicio en suelo escocés para asegurar el pase: Sandra Paños, Mapi León, Pereira, Aitana, Alexia y Jenni Hermoso.

Las españolas, que en la liguilla de clasificación habían ganado sus cinco partidos anteriores encuentros con 43 goles a favor y ninguno en contra, no querían esperar ni un segundo más para cerrar su clasificación. Antes del cuarto de hora ya ganaban 0-1, obra de Jenni Hermoso tras transformar un penalti provocado por Alexia. Esta última marcó pasada la media hora al cabecear una falta servida también por otra azulgrana, Mapi León, pero la árbitra lo anuló.

Las escocesas aguantaron mejor el pulso que en Sevilla, donde cayeron 8-0. E incluso se asomaron un par de veces por el marco de Paños. Pero ni con ellas ni la lluvia pudieron aguar la fiesta mundialista de una España. Jenni Hermoso, a 12 minutos del final, puso el gol de la tranquilidad tras un soberbio taconazo de Alexia.