La Vuelta a España comenzará el año que viene en Barcelona y la ciudad se convertirá de este modo, al menos durante cinco días, en la capital mundial del ciclismo. Se trata de una apuesta municipal, de las más importantes de los últimos tiempos, no solo deportiva sino ciudadana, pues acercará de forma gratuita una competición de carácter internacional a los barceloneses que podrán seguir desde las calles más céntricas el discurrir de la primera etapa de la ronda española.

El acuerdo se ha hecho público este lunes, en el Museu Olímpic, después del compromiso alcanzado entre Jaume Collboni, primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, y Javier Guillén, director general de la Vuelta. De este modo, la prueba comenzará en Barcelona el sábado 19 de agosto de 2023 para finalizar en Madrid el 10 de septiembre después de tres semanas y 21 etapas de competición.

El antecedente de 1962

Barcelona no acogía una salida de la ronda española desde 1962, la única vez que lo ha hecho en toda la historia de la carrera creada en 1935. En aquella ocasión se celebró una etapa de 92 kilómetros que ganó Antón Barrutia, fallecido el pasado mes de julio, y que adquirió notoriedad deportiva como director del histórico equipo del Kas.

La intención de la dirección de la prueba es iniciar la carrera con una contrarreloj por equipos por el centro de Barcelona. Desde la calle, sobre todo si en esa época la pandemia ya es un mal recuerdo, miles de personas podrán seguir de forma gratuita no solo la primera etapa sino los entrenamientos previos de los 23 equipos participantes con un total de 184 corredores.

Las conversaciones

Las conversaciones se iniciaron hace varias semanas después de que David Escudé, concejal de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona, contactase con Guillén. Se da la circunstancia de que en 2023 el Tour también comenzará en España, en este caso en Bilbao, con tres etapas cuyo recorrido se hará público este miércoles. Tour y Vuelta pertenecen a la misma empresa ASO, organizadora también de otros eventos deportivos tan importantes como el Rally Dakar.

Por diversas circunstancias, entre otras el alterado clima político catalán de estos últimos años, la Vuelta ha tenido poquísimo protagonismo en Cataluña. Concretamente Barcelona no recibe a la ronda española desde 2012, aunque entonces lo hizo con una etapa de las llamadas de transición. Además, se aplicó la ilógica costumbre de llevar la prueba hasta Montjuïc para intentar no alterar el tráfico por las calles de la ciudad. Por si fuera poco, Barcelona no recogió los frutos del retorno económico puesto que las 3.000 personas que mueve la carrera entre organización, equipos, personal técnico, jurado, prensa y caravana publicitaria no pernoctó en Barcelona ya que al acabar la etapa se dirigieron, por avión o carretera, hacia Galicia puesto que al día siguiente había jornada de descanso y traslado. Para buscar la anterior etapa barcelonesa de la Vuelta hay que remontarse a 1999.

Utrecht 2022

La ronda española, que este año comienza en Utrecht (Países Bajos), no pisará en 2022 territorio catalán. La prueba no pasa por Cataluña desde 2019 aunque estos últimos años siempre lo ha hecho con etapas de trámite todas ellas resueltas al esprint con visitas a Igualada (2019), Lleida (2018 y 2015) y Tarragona (2017).

Los equipos llegarán a Barcelona el miércoles 16 de agosto. Los ciclistas estarán entrenando por los alrededores de la ciudad hasta el mismo sábado, día en el que se cerrarán calles para que puedan conocer el circuito de la carrera. La organización de la carrera desea llegar y salir desde lugares emblemáticos de la ciudad, aunque la decisión de la zona de celebración de la etapa será el siguiente capítulo a discutir entre el ayuntamiento y la Vuelta.

Por ahora tampoco está decidido el camino a tomar el domingo 20 de agosto entre las tres opciones que contempla la carrera: hacia el norte, camino de Andorra, hacia Aragón vía Lleida o hacia tierras valencianas pasando por Tarragona.

La opción andorrana

Andorra lleva años siendo un país ‘aliado’ de la Vuelta y en este caso sería la ruta más fácil desde Barcelona. Sin embargo, celebrar la segunda etapa de 2023 en los Pirineos significaría provocar un destrozo en la clasificación general a las primeras de cambio después de la mala experiencia de 2017 cuando a la tercera jornada se llegó a Andorra la Vella, se descolgó Alberto Contador y Chris Froome ya se vistió de líder para no soltar la prenda hasta Madrid.

Asimismo, la celebración de una contrarreloj por equipos que circule por el centro de Barcelona implica una gran movilización de la Guardia Urbana y voluntarios por la cantidad de calles que deberán cortarse al tráfico al menos durante tres o cuatro horas. Sin embargo, el hecho de que la prueba se celebre un sábado del mes de agosto, en plenas vacaciones estivales, quita presión de tráfico, al margen que la Vuelta será otro atractivo para los intereses turísticos de Barcelona en el mes de agosto de 2023.