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Entrevista

Fernando Alonso, al descubierto: "En mi carrera me hubiese gustado vivir todo con más calma"

“Lo peor de ser Fernando Alonso es la falta de privacidad; la echo de menos”

Fernando Alonso: "Siempre hay que soñar en grande"

Fernando Alonso: "Siempre hay que soñar en grande"

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Fernando Alonso: "Siempre hay que soñar en grande" José B. Pino / Xuan Fernández

La cámara se activa y en la habitación aparece el que quizá sea deportista asturiano más ilustre de toda la historia. Fernando Alonso (Oviedo, 1981) está a punto de iniciar sus vacaciones de Navidad, pero hace un impasse para conceder una entrevista en exclusiva a La Nueva España, medio que pertenece al igual que este diario al grupo editorial Prensa Ibérica, y analizar su momento personal tras el final del Mundial de la temporada de Fórmula 1. El asturiano regresó al Gran Circo con el equipo Alpine y finalizó en el décimo puesto. Alonso dice que está cansado, pero no para. Ayer mismo estaba en Enstone (Inglaterra) ensayando con un simulador. Todavía no tiene listo el monoplaza con el que competirá el año que viene y es esa palabra, competir, una de las más repetidas en la charla, que tuvo lugar ayer a través de una videoconferencia. En la misma sale a relucir el Fernando persona. El que echa de menos la privacidad y el pádel y las pachangas con los amigos. El que recuerda bien sus inicios en el karting. El que comenzó a correr, aunque eso no lo recuerda, en una prueba en Ribadesella cuando no era más que un mico. Pero en la entrevista también se abre paso el Alonso piloto. El competitivo, el que solo piensa en la siguiente carrera y el que avisa una y otra vez: “Tenemos que ser competitivos”.

En la pantalla, por la izquierda, Fernando Poveda, jefe de comunicación producto Renault y Alpine, y Fernando Alonso, ayer, en un momento de la entrevista Fernando Rodríguez

–¿Cómo está?

–Bien, bien. Todo está en orden. Estoy cansado de toda la temporada, porque se ha hecho largo esta última parte. Ahora estoy en Inglaterra con el simulador, que no es lo más divertido, pero toca hacerlo. Paso el día aquí.

Fernando Alonso: "Estoy muy orgulloso de ser asturiano"

Fernando Alonso: "Estoy muy orgulloso de ser asturiano" LNE

–¿Fue un fin de temporada muy agobiante?

–Desde octubre, cuando disputamos el Gran Premio de Estados Unidos, ya fueron todas las pruebas seguidas. México, Brasil, Abu Dabi… Ahora tenemos un poco de trabajo con el simulador. Creo que el 3 o el 4 de enero tengo que venir a hacer el asiento otra vez. La verdad es que tengo pocas vacaciones.

–¿Volverá a casa por Navidad?

–Sí, sí. Intentaré estar en casa, en Asturias, en los próximos días. No estaré mucho, pero cuatro o cinco días, seguro.

–¿Qué es ‘el plan’ de Fernando Alonso?

–(Se ríe). Bueno, eso, no…

–Pero lleva con ello mucho tiempo.

–Es un misterio que hay que seguir sin desvelar, porque si no perdería su gracia. Hay que tener un plan para todo. O una filosofía de vida. Hay que ir por la vida con un objetivo claro. El nuestro es ser competitivos.

–¿Cómo se hace eso, haciendo podios o ganando carreras?

–Estando en la lucha por podios y por la zona delantera. Renault lleva en la zona media del campeonato muchos años, desde el 2012, cuando Kimi Raikkonen, con Lotus, ganó alguna carrera. Renault se ha estabilizado en la zona media y queremos estar un poco más arriba. No sé si eso es hacer podios o ganar carreras, pero sí ser más competitivos es el objetivo de todos.

Los coches de la temporada que viene deberían ser parecidos, pero veremos cómo son en cada equipo

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–Han logrado podios esta temporada.

–El año pasado hubo cuatro podios de Renault. Este año estamos más lejos. Red Bull tuvo dos pilotos fuertes, con Pérez y con Verstappen. Ferrari no existía el año pasado. El podio estaba más accesible y este año se convirtió en difícil. Necesitábamos siempre una casualidad. Por nuestros méritos, nuestra posición era la sexta o la octava y eso es lo que queremos cambiar.

–¿El coche de la siguiente temporada va a ser completamente nuevo?

–Totalmente, aunque no está hecho. Ahora mismo venía de un simulador. Todavía está en un ordenador, no tiene ni una pieza física. Estará para finales de enero o principios de febrero. Todavía queda.

–¿Los coches tendrán pocas variaciones entre ellos?

–Esa es la idea, pero al final los equipos conseguirán tener alguna modificación que los otros no tengan. En el programa que presentó la FIA había tres filosofías diferentes para desarrollar el coche, con algunos cambios en los pontones o la entrada del suelo delantero. No sé ni cuál hemos escogido nosotros, si la uno, la dos o la tres. Tampoco, por supuesto, sabemos qué han hecho los demás. Los coches deberían ser parecidos, pero veremos las particularidades de cada equipo.

El del motor es un mundo muy competitivo, con miles de pilotos que no tienen la oportunidad de escalar

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–Ya ha utilizado llantas de 18 pulgadas, un aspecto que usted conoce.

–Más que la llanta en sí, es el perfil del neumático, que es mucho menor. Estamos acostumbrados a un perfil alto y seguro que será un cambio grande. Tengo la experiencia de Le Mans y me puede ayudar, pero lo más importante es que el coche tenga carga aerodinámica. Los neumáticos son iguales para todos. Entre llanta y neumático son cuatro kilos más pesados por rueda, por lo que son 16 kilos que se añaden al coche.

–“En mi categoría se necesita suerte aparte de cualidades”. Es una frase suya con 13 años cuando era campeón de España de karting. ¿Lo mantiene después de tantos años?

–¡Sí, sí! Se necesita más suerte que cualidades…

–¿Y eso?

–Éste es un mundo muy competitivo. Hay miles de pilotos con grandes cualidades que no tienen la oportunidad de escalar. En el karting se forma el primer embudo, porque en un campeonato puede haber 200 pilotos separados por décimas. Todos son muy buenos, todos han entrenado mucho y todos tienen mucho talento, pero solo tres o cuatro van a los monoplazas. Y de esos tres o cuatro, luego hay otro embudo en la Fórmula 4, en la Fórmula 3 y en la Fórmula 2. Y ya vemos que incluso ahora en la Fórmula 2, con pilotos como Óscar Piastri, no es que tengas garantizado nada. La suerte, o esos momentos de casualidad que se da todo de cara, son fundamentales en este deporte.

–Corrió su primera prueba en Ribadesella.

–Mis primeros recuerdos como piloto son de cuando tenía ocho o nueve años. La primera carrera fue en Ribadesella con tres años, pero no me acuerdo de nada. De esa etapa quizá me viene algún episodio en el colegio. En ese momento pilotar era una diversión. Lo que recuerdo cuando tenía 10 o 11 años era el momento de compartir el fin de semana con amigos. La carrera era un extra o una afición más bien de nuestros padres. Nosotros, los niños, nos subíamos al kart, pero al bajarnos teníamos los cromos y las canicas.

“¿Asturias? Estoy súper orgulloso y me mantengo informado de lo que pasa”

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–¿Cuándo se da cuenta de que va en serio?

–Hasta que pasé a la Fórmula Nissan, con los monoplazas, nunca tuve en la cabeza ser un piloto profesional o dedicarme al automovilismo como estilo de vida. En el karting me iba bien, pero nunca pensé que iba a convertirse en mi vida. Cuando llegué a los monoplazas, o quizá más bien cuando estaba a mitad de campeonato, fue la primera vez que en mi cabeza pensé que igual hacía esto por muchos años.

–A mitad de campeonato en la Fórmula Nissan reaccionó.

–La primera mitad fue dura, y la Fórmula 3000 también. Siempre había pilotos que estaban en su segundo año y estaban al 100% desde la primera carrera. Si llegas nuevo, siempre hay un poco de shock. En la Fórmula Nissan y en la 3000 la primera mitad fue durilla.

–¿Dónde sitúa en su carrera el momento en el que le confirmaron como piloto oficial de Minardi?

–Todos los pasos son importantes y a posteriori los ves como cruciales. Después de la Fórmula Nissan y la Fórmula 3000 tenía posibilidad de unirme a equipos de Fórmula 1. Tenía una oferta con Prost, que llevaba motores Ferrari. Y luego llegó la de Flavio Briatore. Me uní al equipo Renault y me cedían un año a Minardi. De todas las opciones que tuvimos, siempre consultándolo con mi padre, nos pareció la mejor o la más fiable. Yo tenía 17 o 18 años y no tenía ni idea de lo que hacer.

No me siento famoso, soy una persona super tímida y no me gusta que me reconozcan en ningún lado

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–¿Le pasó todo demasiado rápido?

–Sí, pero en ninguna carrera deportiva se pueden elegir los tiempos. Vale más que vaya todo rápido a que vaya lento. Fue rápido, porque solo un año en la Fórmula Nissan es poco. Siempre digo que hay que repetir un par de años en una categoría para dominarla. Luego, tras solo un año en la Fórmula 3000, pasé a la Fórmula 1 con 19 años y sin experiencia. Ahora mismo hay academias de jóvenes pilotos. Cada equipo tiene una. Hay simuladores, en los cuales puedes conocer todos los circuitos y trabajar con el equipo antes de cada carrera. En 2001 no había nada de esto. Fue todo muy rápido y había cosas en las que no estaba al 100% preparado.

–¿Qué se sentía estando en lo más alto siendo tan joven?

–No te das cuenta, ni lo vives con conocimiento. Yo solo pensaba en la siguiente carrera. Cuando gané el segundo Mundial hubo un momento de alegría enorme. La vuelta a Oviedo, la celebración, las calles llenas…Pero a la semana siguiente de eso firmé por McLaren y se anunció solo unas semanas después. En esto (el automovilismo) siempre estás con la siguiente cosa. La siguiente carrera, el siguiente año… Con la experiencia y la madurez que tengo hoy en día sí que me hubiese gustado vivir mi carrera con más sosiego y calma. E interiorizarlo todo. Pero en ese momento vas tan rápido que solo quieres que llegue la siguiente carrera.

–¿Qué es lo peor de ser Fernando Alonso?

–(Se lo piensa). Supongo que la falta de privacidad, que es algo que siempre me ha gustado tener y he valorado mucho. Me da calidad de vida. Se la da a todo el mundo, aunque la gente no la valore hasta que la pierde. Tener privacidad o hacer cosas que para mucha gente son normales, para mí es un lujo. Lo echo de menos. Aparte de eso, hay cosas buenas y malas, como en cualquier deporte o profesión.

En el automovilismo todo va rápido y siempre piensas en la siguiente carrera

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–¿Recuerda no ser famoso?

–Claro, pero ahora me siento así también. No me siento famoso, soy una persona super tímida y no me gusta que me reconozcan en ningún lado. Cuando estoy en Asturias organizo continuamente quedadas con los amigos, aunque estos años con la pandemia no pudo ser así. Partidos de fútbol, pádel… Así soy yo. Mis amigos me ven como el Fernando del colegio.

–¿Cambia mucho Fernando de Fernando Alonso?

–No creo. Seguramente que cambia la manera que tienes de reaccionar ante ciertos episodios. En general, soy la misma persona en todos los sentidos.

–Pero rueda menos en bicicleta por Oviedo.

–Salgo menos en bici y cuando lo hago voy en carretera, en dirección Pola de Siero-Nava. A grandes rutas, en las que hay siempre muchos ciclistas. Pero no ha cambiado mucho.

–¿Por qué se fue de la Fórmula 1 en 2018?

–Necesitaba o creía que era un buen momento para parar. Estaba un poco cansado, mentalmente más que físicamente. Llevaba 18 años de dedicación completa. Viajes, estrés…Era mucha presión y me llamaba probar otras cosas, como correr en Le Mans, el Campeonato de Resistencia o las 500 Millas de Indianápolis. Esa idea que me rondaba la cabeza, más el cansancio mental, me llevó a parar. Me dije: ‘Voy a coger un poco de aire y si veo que la nueva normativa es interesante, quizá vuelva’. Luego llegó la pandemia, la normativa se pospuso, pero aún así me pareció un reto volver. Surgió la oportunidad en el equipo con el que había estado siempre. Y así fue.

A los jóvenes pilotos hay que animarles y darles la oportunidad, lo importante es tener ilusión

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–¿Sigue la actualidad asturiana?

–¿En qué sentido? En general, sí.

–¿Cómo ve a la región?

–Muy bien. Estoy súper orgulloso de ser asturiano e intento enterarme de lo que pasa. No estoy en el día a día de temas políticos, pero me entero y mis padres me mantienen informado. Estos dos últimos años han sido más los casos de covid que tenemos cada día. Me entero de lo que pasa en Asturias. Me entero y… (enseña el tatuaje de la Cruz de la Victoria que lleva en la muñeca derecha).

–¿Se imagina sin pilotar?

–No me veo por ahora, cuando acabe esta etapa me gustará seguir probando en el Dakar, que fue una aventura que me encantó y se puede correr con más años. Me apetece ganar el Dakar. Creo que seguiré compitiendo, pero de una manera más tranquila y no con la exigencia del día a día.

–¿Cuándo se opera de la mandíbula?

–El 5 o 6 de enero, después de que haga el asiento. En teoría dijeron que era quitar las placas y que en una semana u ocho días estaría bien. No creo que haya problema

–¿Qué le diría a un joven piloto de 13 años que sueña con ser Fernando Alonso?

–Le diría que vaya a por ello. A los jóvenes pilotos hay que animarles y darles la oportunidad. Tengo el Circuito y el Museo para enseñar a los jóvenes que el deporte puede ser bonito. También puede ser cruel, pero bonito si sale todo de cara. Hay que ponerle sacrificio y disciplina. Hay que soñar en grande y luego se verá. Lo importante es tener ilusión.

Tranquilo y muy ameno, por J. B. Pino



Tranquilo, afable, relajado, sonriente y ameno. Así se presentó el ovetense Fernando Alonso, campeón del Mundo de Fórmula 1, en la videoconferencia que mantuvo con LA NUEVA ESPAÑA en la que desgranó una parte de su vida en la máxima especialidad del automovilismo. De su rostro y personalidad se ha ido aquella inicial timidez con la que afrontaba las conversaciones y entrevistas. Ciertamente aquello sucedía en sus inicios cuando, incluso tras un largo paseo en la bicicleta, accedía a detenerse cerca del periódico y no muy convencido conversaba. Por entonces aún no era muy conocido en Oviedo y disfrutaba de una libertad que poco a poco fue perdiendo. Siempre argumentó que le gustaba pasar desapercibido y asume que es el precio de la fama, una fama que se inició al ganar la Open Nissan y que fue refrendando en F3000 y con su victoria de final de temporada en Spa-Francorchamps. Y llegó el delirio cuando Renault lo fichó y luego lo cedió a Minardi. Ya era piloto de F-1 con todas las consecuencias de popularidad y fama. Y fue necesario que su entorno le protegiese. La fama no iba con él y se llegó a sentir muy acosado, aunque no perdía su compostura. Ganó carreras, ganó campeonatos y se fue a los mejores equipos siempre con ganas de trabajar, trabajar, aprender y colaborar. Y se cansó de ese mundo y decidió darse un descanso y probar con otras especialidades y otros coches muy diferentes como la resistencia y los raids. Ayer, desde Enstone accedió muy sereno a la videoconferencia tras hacer un alto en el camino en su entrenamiento con el simulador, al que volvería de nuevo al finalizar la entrevista. El regreso de Fernando Alonso a la Fórmula1 se debió a una apuesta personal de Luca de Meo, consejero delegado de Renault, que vio en el piloto asturiano a una persona con gran experiencia que había sido bicampeón del mundo con Renault y que, además de ser muy querido por el equipo, aportaba conocimientos y liderazgo. Y ahora, más tranquilo y relajado que nunca.

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