Conan y el Covid frenan al Real Madrid

El Real Madrid ha desarrollado en esta racha triunfal en la que vive la virtud de la paciencia. Cocina los partidos sin prisas, leyendo la defensa de los rivales hasta encontrar los puntos débiles para encontrar la forma de desactivarlas. Pero el partido ante el Cádiz, equipo solidario y trabajador, ponía a prueba la perseverancia blanca. Cervera ordenó una defensa de cuatro con cinco centrocampistas por delante custodiando el área de Ledesma y se encomendó al esfuerzo de todos.

Ancelotti se lo tomó con su calma habitual. El Covid le hizo rotar y dio la titularidad a Hazard y Valverde, por los contagios de Asensio, Rodrygo y, sobre todo, Modric. Además, Lucas Vázquez suplía a un tocado Carvajal. La primera parte transcurrió con la sensación habitual de asedio en el Bernabéu por parte local. 

La bula de Casemiro

Un potente disparo de Valverde fue lo más destacado en una primera parte en la que Casemiro debió ver la roja tras una entrada alevosa por detrás a Alejo con los tacos por delante y en la que en ningún momento buscó la pelota. Todo el Cádiz protestó airadamente la amarilla que el aragonés Latre mostró al brasileño, entendiendo que era poco castigo para la tremebunda entrada del madridista. Decisión que condicionó, sin duda, el resto del partido. El presidente cadista, Manuel Vizcaíno, fue claro al descanso: "Estaba por detrás y no tiene posibilidad alguna de jugar el balón. Es roja, lo dice el reglamento. Pero toca respetar la decisión del árbitro".

Sin Modric en el campo sufría el Madrid para descifrar el muro amarillo. Ledesma, imperial toda la noche, sacaba un cabezazo de Hazard antes de la hora de partido, única aparición de mérito del belga. Tampoco Vinicius estuvo cómodo y Kroos se sentía huérfano sin el croata cerca. Los blancos aculaban a los amarillos en su área, pero Conan sostenía a los amarillos cuando los de Carletto superaban la muralla visitante.

Y cuando más sufría el Cádiz, a un cuarto de hora del final, contragolpe amarillo y Negredo perdona en una jugada clamorosa para el de Vallecas. El Real Madrid subía las marchas de juego en un agónico tramo final para los visitantes. Pudo marcar en una extraña falta al borde del área en la que el árbitro primero dijo a Militao que se levantase tras zambullirse teatralmente. El embotellamiento final no tuvo premio y el Cádiz se llevó un trabajadísimo punto del Bernabéu. ¡Cuánto se echa de menos a Modric!