Luis Medina Cantalejo ha sido presentado este lunes como nuevo presidente del Comité Técnico de Árbitros. En su comparecencia se ha mostrado muy crítico con el uso del VAR, asegurando que "hay que levantar un poquito el acelerador y hacer que se utilice en acciones claras que el árbitro no haya podido ver" y que "en las grises lo que decida el árbitro vaya adelante". Medina, acompañado por el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, asegura que "volver a la esencia del VAR sería oportuno porque en la calle hay cierta opinión de que el VAR es mejorable".

"En mitad de temporada no sería justo acometer una quiebra total del sistema y no va a haber una ruptura filosófica deportiva, pero debemos volver a nuestros orígenes. Ya en la primera parte de la temporada se ha dado ese mensaje de no a las acciones nimias, los penaltitos, y yo voy a seguir con ese mensaje, porque eso no es penalti, es fútbol", ha precisado contundentemente.

El exárbitro asegura que mientras estaba en activo se equivocó muchas veces y que le hubiese gustado tener el VAR porque "es una herramienta tremendamente útil que ha mejorado el fuera de juego y las acciones factuales aunque el problema está en las áreas". Además, se ha posicionado a favor de la posibilidad de ver las repeticiones de las jugadas que se revisan en el VAR a través de un videomarcador, como ya se ha hecho en la Copa y en la Supercopa. "El día que los clubs quieran ningún árbitro dirá que no", ha apuntado.

Aportación de exjugadores

"Mi relación con los equipos es muy buena, entenderé que me llamen si de manera respetuosa hay que aclarar algo acorde a la norma. No estaré un minuto más del tiempo que me quieran", aclaró el sevillano. En relación a sus ideas de futuro, Medina ha dado a conocer que quiere contar con la aportación de exjugadores o entrenadores para tener en cuenta sus impresiones sobre el funcionamiento del VAR.

El andaluz, internacional desde 2002, forma parte de una familia de árbitros y llegó a participar en el Mundial de Alemania 2006, haciendo de cuarto árbitro en el partido que Zinedine Zidane propició el famoso cabezazo a Marco Materazzi.