"No es un ¡hasta siempre!. Es un ¡hasta luego! Tarde o temprano volveré". No podía articular ni dos frases seguidas, atrapado como estaba por la emoción, aunque luego, ya en la sala de prensa de Valdebebas, mostró su sorpresa porque el club no ha contado con él. Incluso cuando aceptó la oferta de Florentino Pérez. Sin saber que ya había caducado.

Primero se realizó el acto institucional en el que el discurso sereno y frío del dirigente, que duró cinco minutos, contrastaba con el emotivo Sergio Ramos en que se despidió entre lágrimas del Madrid. El presidente leía; el jugador, no. Era todo improvisado. Apenas duró tres minutos el de Ramos, interrumpido ya desde los primeros 10 segundos por el sentimiento que desprendían sus palabras.

"Uno nunca esta preparado para decir adiós al Madrid", ha reconocido el defensa andaluz, que se marcha sin querer irse. "Pero ha llegado el momento. Llegué, con 19 años, de la mano de mis padres, era solo un niño. Ahora tengo una maravillosa familia, con mis cuatro hijos. Es un hasta luego, pero que nadie dude. Ramos volverá", ha reconocido el defensa, atrapado en todo momento por la emoción.

"Es un hasta luego, pero que nadie dude. Ramos volverá"

"Nunca me he querido ir del Madrid. No quiero enfrentamientos y he abandonado el rencor. Pero soy sincero, siempre lo fui. Me quedo con el Sergio Ramos puro", ha declarado después en una rueda de prensa en la que estaba acompañado por Emilio Butragueño, el director de relaciones institucionales del club. "Quizá no habría estado mal que el presidente hubiese estado aquí", ha revelado Ramos sobre la ausencia de explicaciones por parte de Florentino, quien no acudió a la cita con la prensa.

"Yo me quería quedar en el Madrid. No, no ha sido una cuestión de dinero. El club me hace una oferta de un año, con bajada de salario. El dinero nunca fue el problema. ¿Pesetero? Debe haber todo tipo de opiniones, pero el club, o el presidente, sabe desde hace tres o cuatro meses que no era económico. Quería dos años y solo ofrecían uno", ha revelado.

"Nunca se me dijo que la oferta del Madrid tenía una oferta de caducidad. A mi me sorprendió"

En ese sentido, Ramos ha dicho después que "aceptó" la oferta inicial del Madrid de un año. "Pero se me comunica que aún habiendo dado el ok a esa propuesta el club me dice que había caducado y yo no lo sabía", ha dicho lamentando que el club no aceptara su respuesta positiva. "Nunca se me dijo que la oferta del Madrid tenía una oferta de caducidad. A mi me sorprendió que la oferta que estaba encima de la mesa pues parece ser que había caducado", ha confesado el excapitán blanco, recordando que él siempre pensó que "el matrimonio Madrid-Ramos era perfecto".

Pero ese matrimonio se ha roto. "Quizá lo entendí mal, pero a mí nadie me comunicó que esa oferta había caducado", ha dicho perplejo el defensa andaluz. "Son reuniones privadas y quiero mantenerlas ahí por respeto a mi club, a mi presidente y a mi mismo. Lo dijeron a mi agente hace una semana y no tenía ni idea de un ultimátum ni de nada. Por lo visto era tarde, pero no guardo ningún tipo de rencor ni enfrentamiento", ha añadido.

"Quiero agradecer al club y al presidente todo tu cariño, a mis entrenadores", había comentado el ya exjugador del Madrid en el discurso inicial, admitiendo que "se cierra una etapa única y maravillosa en la que he ganado 22 títulos con mucho esfuerzo, dedicación y sacrificio". En su discurso lleno de agradecimientos hacia su familia no faltaron tampoco referencias a los entrenadores que ha tenido ni tampoco "a los empleados del club" con los que ha convivido desde el 2005.

No llevaba Ramos escrito su discurso. Florentino, sí. "Nada volverá a ser como lo que viví aquí. De todo corazón, muchísimas gracias a todo", ha reconocido el defensa, que se va porque quiere Florentino que se vaya. Se va Sergio Ramos, a pesar de que no quería abandonar el Bernabéu, que no ha pisado en este año por la pandemia, de manera tan furtiva. Acaba contrato el 30 de junio y le han abierto las puertas del Madrid, por mucha escenografía que se viviera esta mañana en Valdebebas.

Insignia de oro y brillantes al defensa

Tenía a Florentino Pérez a su lado y los 22 títulos que le ha convertido en una leyenda, investido para siempre en la memoria blanca como ‘el héroe de la Décima’. Pero estaban tan lejos presidente y jugador o más incluso como en estos últimos meses de tempestuosas negociaciones que han terminado con el defensa fuera del club.

¿La última prueba? Una oferta por un año para seguir en el Bernabéu con fecha límite, fecha que desconocía hasta el propio jugador.

"¿Luis Enrique? ¿La selección? Entiendo las decisiones. Me entristece no haber podido estar en la Eurocopa, pero lucharé por volver"

"Llamé a Ancelotti, pero solo para felicitarle. Nada más, le guardo mucho cariño. Zizou se ha ganado ser el mejor entrenador de la historia, siempre tendrá un huequito en mi corazón. Es mi cariño elevado al cubo. ¿Luis Enrique? ¿La selección? Entiendo las decisiones que toma, vuelvo a estar bien físicamente e intentaré representar a mi selección. Me entristece no haber podido estar en la Eurocopa, pero entiendo perfectamente la decisión y lucharé por volver a estar ahí".

Aficionados del Real Madrid esperan a Sergio Ramos fuera de Valdebebas. Reuters

"Buscar una buena opción"

Nada más acabar el acto institucional en Valdebebas, la ciudad deportiva blanca, el dirigente le entregó la insignia de oro y brillantes del club al defensa como último regalo. Ramos no ha querido revelar dónde jugará, pero sí tiene claro dónde no jugará. "A partir de ahora buscaremos una buena opción para mí. ¿El Sevilla? No lo contemplo. Ni ellos tampoco. ¿El Barça? Es un no rotundo, como el nuevo Bernabéu de grande. Es imposible ver a Ramos vestido con la camiseta del Barça", ha sentenciado.

"Lo importante no es dónde sino con quien estás", ha añadido después sin revelar el destino profesional que debe escoger ahora. Hasta hace una semana no imaginaba verse fuera del Madrid. Ahora, ya es excapitán blanco.

"El Sevilla? No lo contemplo. Ni ellos tampoco. ¿El Barça? Es un no rotundo, como el nuevo Bernabéu de grande. Es imposible ver a Ramos vestido con la camiseta del Barça"

"No es un día fácil para mí", ha comenzado Florentino en un discurso frío de apenas cinco minutos. Leía Florentino el relato de la historia de Ramos. "Los madridistas te llevarán en la memoria siempre. No es un día fácil porque tú y yo hemos sufrido y hemos trabajado mucho", ha argumentado, mientras el defensa no daba pistas sobre su futuro. "Quiero jugar al máximo nivel y conseguir más títulos".

Sin hueco en el Madrid ni con España

No tuvo hueco Ramos en la España de Luis Enrique. Tampoco hay sitio en el nuevo Madrid que está diseñando Florentino, que no ha hecho apenas esfuerzos para retenerlo, consciente de que el enorme poder del defensa en el vestuario dificultaba la necesaria regeneración de la plantilla.

En ese pulso de egos vividos en el Madrid, el presidente se ha salido con la suya, dolido como estaba porque el capitán se negó a rebajarse el sueldo por la pandemia. Ramos, que pidió dos años más para continuar, midió mal sus decisiones. Y sus gestos. Aunque se siente con motivos también para estar dolido con la actitud del club.

Aceptó la oferta de un año, pero ya era tarde. Demasiado tarde.

"¿Cómo no voy a querer que Ramos siga? Si lo quiero como un hijo", dijo Florentino el pasado 22 de abril cuando el desencuentro privado, que arrancaba años atrás y se agravó a partir de enero pasado, se hizo tan evidente que esas palabras suenan ahora a huecas. El ‘padre Florentino’ ha despedido a su ‘hijo Sergio’.

"Yo jugaría gratis en el Madrid", había dicho el defensa sevillano tiempo atrás. Pero ni así le ha permitido continuar en ese Bernabéu en obras, que él solo verá ya como aficionado. Nunca más desde el centro del césped, convertido en el mariscal de la defensa.

"Has sido alguien especial para mí, te deseo que seas feliz junto a los tuyos, estés donde estés y que esta siempre será tu casa", ha dicho el presidente en un mensaje absolutamente frío e impersonal, alejado de la emoción que desprendieron luego las palabras de Ramos.

Esto sí es un cambio de ciclo en el Madrid. “Perder tendrá consecuencias”, dijo Laporta nada más volver al palco del Camp Nou. Pero, de momento, en el Barça no se han visualizado ya que Koeman cumplirá el segundo año de contrato, pendiente de que Messi siga su idilio con el Camp Nou.

En la ‘Casa Blanca’, en cambio, ese año en blanco sí que ha tenido consecuencias serias. Zidane se despidió por carta, quizá sabiendo ya lo que vendría después. Que Ramos era ya historia, pero ni presente ni mucho menos futuro del club, que escogió invertir la fortuna que pagaba al andaluz (el mejor pagado de la plantilla) en contratar a Alaba, el defensa del Bayern de Múnich que llegó libre hace un par de semanas.

"Me habría gustado despedirme en el estadio, en el Bernabéu. Pero no ha sido así"

"Me habría gustado despedirme en el estadio, en el Bernabéu. Pero no ha sido así. Gracias al Madrid. Os llevaré siempre en mi corazón", ha comentado en su discurso el defensa andaluz, acompañado en el acto por su esposa Pilar Rubio y sus cuatro hijos, además de sus padres y sus hermanos (René y Miriam).

De la carta de Zidane al adiós de Sergio

Ya vendió Florentino a Cristiano, vio irse, y hasta dos veces, a Zidane, en cuya misiva de despedida se quejó de la falta de calor humana que se detecta en el Madrid. “Aquí se ha olvidado una cosa muy importante, se ha olvidado todo lo que he construido en el día a día, lo que he aportado en la relación con los jugadores, con las ciento cincuenta personas que trabajan con y alrededor del equipo", se quejó el entrenador francés.

"La única diferencia entre el club y yo es que quería dos años y ellos uno, aceptando la bajada de salario", ha reiterado, una y otra vez, el excapitán del Madrid.

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Pero fue más allá en esas líneas que escribió en el diario As. "Soy un ganador nato y estaba aquí para conquistar trofeos, pero más allá de esto están los seres humanos, las emociones, la vida y tengo la sensación de que estas cosas no han sido valoradas, de que no se ha entendido que así también se mantiene la dinámica de un gran club”, denunció el ya extécnico blanco, indicando que tenía ganas de seguir entrenando, pero no en el Madrid.

Se fue, tal vez, Zidane porque sabía que no le escucharon con Ramos. Se marcha Ramos porque ya no tiene quien lo defiende. Ni quien lo quiera en el Bernabéu. "¿Futuro? No es el día hoy. No sé a qué equipo voy a ir, no hemos tocado aún ese tema ni tampoco lo hemos concretado", ha indicado el defensa. Pero ya ha anunciado el andaluz que "tarde o temprano" volverá.