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Toni Escobar
Ver galería >El deporte escolar y de ámbito autonómico cumplirá a mediados de marzo dos meses bajo los efectos de las restricciones sanitarias en Ibiza, la única isla que continúa en la fase 4 reforzada de la lucha anticovid en Balears. Los deportes de contacto y de equipos, donde es más complicado guardar las distancias de seguridad, están sufriendo un larguísimo parón sin poder trabajar con normalidad debido a las limitaciones impuestas por la elevada incidencia acumulada en la mayor de las Pitiusas. Una gran cantidad de estudiantes, aunque también muchos deportistas de categoría absoluta, llevan prácticamente dos meses sin entrenar como les gustaría o sin competir en su especialidad, en una temporada totalmente infructuosa por la pandemia. El kárate, como deporte de contacto, es un buen ejemplo de ello. Esta disciplina ha sufrido un frenazo en su actividad, pero no se ha paralizado, ya que los integrantes del centro de tecnificación o de seguimiento deportivo sí que continúan con sus entrenamientos sobre el tatami. Por el momento, los karatecas ibicencos priorizan su formación y velan armas de cara a las futuras citas nacionales.
El deporte escolar y de ámbito autonómico cumplirá a mediados de marzo dos meses bajo los efectos de las restricciones sanitarias en Ibiza, la única isla que continúa en la fase 4 reforzada de la lucha anticovid en Balears. Los deportes de contacto y de equipos, donde es más complicado guardar las distancias de seguridad, están sufriendo un larguísimo parón sin poder trabajar con normalidad debido a las limitaciones impuestas por la elevada incidencia acumulada en la mayor de las Pitiusas. Una gran cantidad de estudiantes, aunque también muchos deportistas de categoría absoluta, llevan prácticamente dos meses sin entrenar como les gustaría o sin competir en su especialidad, en una temporada totalmente infructuosa por la pandemia. El kárate, como deporte de contacto, es un buen ejemplo de ello. Esta disciplina ha sufrido un frenazo en su actividad, pero no se ha paralizado, ya que los integrantes del centro de tecnificación o de seguimiento deportivo sí que continúan con sus entrenamientos sobre el tatami. Por el momento, los karatecas ibicencos priorizan su formación y velan armas de cara a las futuras citas nacionales.
El deporte escolar y de ámbito autonómico cumplirá a mediados de marzo dos meses bajo los efectos de las restricciones sanitarias en Ibiza, la única isla que continúa en la fase 4 reforzada de la lucha anticovid en Balears. Los deportes de contacto y de equipos, donde es más complicado guardar las distancias de seguridad, están sufriendo un larguísimo parón sin poder trabajar con normalidad debido a las limitaciones impuestas por la elevada incidencia acumulada en la mayor de las Pitiusas. Una gran cantidad de estudiantes, aunque también muchos deportistas de categoría absoluta, llevan prácticamente dos meses sin entrenar como les gustaría o sin competir en su especialidad, en una temporada totalmente infructuosa por la pandemia. El kárate, como deporte de contacto, es un buen ejemplo de ello. Esta disciplina ha sufrido un frenazo en su actividad, pero no se ha paralizado, ya que los integrantes del centro de tecnificación o de seguimiento deportivo sí que continúan con sus entrenamientos sobre el tatami. Por el momento, los karatecas ibicencos priorizan su formación y velan armas de cara a las futuras citas nacionales.
El deporte escolar y de ámbito autonómico cumplirá a mediados de marzo dos meses bajo los efectos de las restricciones sanitarias en Ibiza, la única isla que continúa en la fase 4 reforzada de la lucha anticovid en Balears. Los deportes de contacto y de equipos, donde es más complicado guardar las distancias de seguridad, están sufriendo un larguísimo parón sin poder trabajar con normalidad debido a las limitaciones impuestas por la elevada incidencia acumulada en la mayor de las Pitiusas. Una gran cantidad de estudiantes, aunque también muchos deportistas de categoría absoluta, llevan prácticamente dos meses sin entrenar como les gustaría o sin competir en su especialidad, en una temporada totalmente infructuosa por la pandemia. El kárate, como deporte de contacto, es un buen ejemplo de ello. Esta disciplina ha sufrido un frenazo en su actividad, pero no se ha paralizado, ya que los integrantes del centro de tecnificación o de seguimiento deportivo sí que continúan con sus entrenamientos sobre el tatami. Por el momento, los karatecas ibicencos priorizan su formación y velan armas de cara a las futuras citas nacionales.
El deporte escolar y de ámbito autonómico cumplirá a mediados de marzo dos meses bajo los efectos de las restricciones sanitarias en Ibiza, la única isla que continúa en la fase 4 reforzada de la lucha anticovid en Balears. Los deportes de contacto y de equipos, donde es más complicado guardar las distancias de seguridad, están sufriendo un larguísimo parón sin poder trabajar con normalidad debido a las limitaciones impuestas por la elevada incidencia acumulada en la mayor de las Pitiusas. Una gran cantidad de estudiantes, aunque también muchos deportistas de categoría absoluta, llevan prácticamente dos meses sin entrenar como les gustaría o sin competir en su especialidad, en una temporada totalmente infructuosa por la pandemia. El kárate, como deporte de contacto, es un buen ejemplo de ello. Esta disciplina ha sufrido un frenazo en su actividad, pero no se ha paralizado, ya que los integrantes del centro de tecnificación o de seguimiento deportivo sí que continúan con sus entrenamientos sobre el tatami. Por el momento, los karatecas ibicencos priorizan su formación y velan armas de cara a las futuras citas nacionales.
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El deporte escolar y de ámbito autonómico cumplirá a mediados de marzo dos meses bajo los efectos de las restricciones sanitarias en Ibiza, la única isla que continúa en la fase 4 reforzada de la lucha anticovid en Balears. Los deportes de contacto y de equipos, donde es más complicado guardar las distancias de seguridad, están sufriendo un larguísimo parón sin poder trabajar con normalidad debido a las limitaciones impuestas por la elevada incidencia acumulada en la mayor de las Pitiusas. Una gran cantidad de estudiantes, aunque también muchos deportistas de categoría absoluta, llevan prácticamente dos meses sin entrenar como les gustaría o sin competir en su especialidad, en una temporada totalmente infructuosa por la pandemia. El kárate, como deporte de contacto, es un buen ejemplo de ello. Esta disciplina ha sufrido un frenazo en su actividad, pero no se ha paralizado, ya que los integrantes del centro de tecnificación o de seguimiento deportivo sí que continúan con sus entrenamientos sobre el tatami. Por el momento, los karatecas ibicencos priorizan su formación y velan armas de cara a las futuras citas nacionales.
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