Ha pasado un año ya desde que la cadena SER destapó el Barçagate. Pese a que se haya postergado hasta en seis ocasiones el levantamiento del secreto de sumario sobre el caso, que se iba a levanta el 11 de marzo para no interferir en las elecciones. Pero la investigación ha vuelto al primer plano de la actualidad en la semana en la que el club azulgrana elegirá al sucesor de Josep Maria Bartomeu. El expresidente ha sido detenido junto a Oscar Grau , CEO del club, y Román Gómez Ponti, jefe de los servicios jurídicos después de que la unidad de los Mossos d'Esquadra especializada en delitos económicos se ha personado en las oficinas del club para recabar más información sobre este asunto.

El registro en el club, ordenado por el juzgado de instrucción número 13 de Barcelona, se ha iniciado a primera hora de la mañana. Los agentes han entrado en busca de documentación y otro material vinculado con la investigación. Igual que hicieron el pasado julio, han tenido acceso a departamento legal y de finanzas y han requerido a las mismas personas que en verano. Se ha impedido el acceso a las oficinas a los empleados que en ese momento no se encontraran trabajando en ellas.

La denuncia se presentó el 14 de abril tras conocerse los detalles de la contratación de la empresa I3 Ventures por parte del Barça. Dicha empresa se dedicaba a monitorizar la actividad en las redes sociales para la entidad azulgrana y, según la información de la emisora, de crear cuentas en las redes sociales para criticar a personalidades relacionadas con el Barça, entre ellos Messi y Piqué.

El club habría dividido el pago de un millón de euros a I3 Ventures en facturas de menos de 200.000 euros para no tener que someter dicho movimiento a una aprobación de la junta. La División de Investigación Criminal de los Mossos sostiene que el club habría pagado un sobresueldo del 600% con I3 Ventures y que no se habrían cumplido los trámites habituales ni los controles internos de la entidad.

Una auditoría absolutoria

El caso causó una enorme escandalera en el seno del club azulgrana y acabó contratando una auditoría a PriceWaterhouseCoopers, que según el resumen divulgado desestimó que el club hubiera ordenado la creación de las cuentas en redes sociales, certificó que el precio por el que se contrató a 13 Ventures entraba en el margen de mercado y descartó cualquier tipo de corrupción.