Diego Costa, delantero del Atlético de Madrid, ha pedido al club rojiblanco su salida en el próximo mercado de invierno, que comienza el 4 de enero, por motivos familiares, según avanzó este domingo el diario 'AS' y pudo confirmar EFE.

El futuro del atacante hispano-brasileño, a la venta durante el pasado mercado finalizado en octubre y que termina contrato el próximo 30 de junio, está de nuevo en duda en el Atlético, cuyos dirigentes valorarán este lunes la solicitud del '19' rojiblanco después de una conversación con el futbolista.

Diego Costa ha jugado este curso siete encuentros y ha marcado dos goles, tras perderse doce duelos -seis de la Liga y seis de la Liga de Campeones- por una lesión muscular, primero, y por una trombosis venosa en una pierna, después.

El pasado 19 de diciembre reapareció en LaLiga Santander con un gol al Elche. "La vida me pega, pero siempre me levanto, porque tengo una familia, una base, y mis compañeros, fisios, médicos están a mi lado. Cuando no estoy intento aportar al máximo. No está siendo fácil, desde que estoy aquí (su retorno en 2018) siempre me pasa algo, pero siempre me levanto", dijo entonces a 'Movistar'.

Entre las lesiones, aún no ha conseguido en su segunda etapa el delantero recuperar el nivel que exhibió en la primera, a pesar de la confianza en él del entrenador argentino Diego Simeone.

Diego Costa fue parte crucial, indiscutible e incontestable de todo lo que ha crecido en los últimos tiempos el conjunto rojiblanco, del salto que dio en 2012-13 y del hito más grande del técnico argentino al frente del banquillo en 2013-14, cuando su equipo doblegó a 38 jornadas al Barcelona y al Real Madrid y conquistó la Liga. Diego Costa marcó 27 goles en ese campeonato.

También fue esencial en la Copa del Rey ganada al conjunto blanco en el estadio Santiago Bernabéu un año antes, en 2012-13, igualmente un 17 de mayo, como la Liga. Suyo fue uno de los goles del partido decisivo en Chamartín. Después, el brasileño Joao Miranda aportó el tanto de la victoria en la prórroga. Ese curso aportó 20 dianas.

Todo eso en la primera etapa en el club, con 64 tantos en 134 partidos (también jugó en el equipo en 2010-11, después de sus primeros años de cesiones al Albacete y al Celta y su traspaso con recompra en un curso al Valladolid, aparte del semestre que jugó a préstamo en 2011-12 en el Rayo Vallecano), antes de su traspaso al Chelsea y de su regreso en septiembre de 2017 al equipo madrileño.

No ha sido tal y como se esperaba su vuelta, pero aun así ha sido clave en los dos últimos títulos ganados por el Atlético: en la Liga Europa de 2018 y, sobre todo, en la Supercopa de Europa que conquistó su equipo frente al Real Madrid en Tallin, porque él fue el líder, él fue doble goleador y él fue el mejor del encuentro.

Pero sus momentos transcendentes han sido por ahora puntuales en todo este último recorrido de tres años en el club, marcados por las lesiones que no le han permitido disfrutar de una constancia tan vital para un futbolista como él. Le apartaron de 58 partidos -la cifra se agranda a 70 si se le añaden los doce duelos que se ha perdido por sanción- en todo este segundo tramo, cuya comparación con el anterior sólo promueve melancolía y contrastes indudables.

Ha jugado 83 partidos desde entonces, con 20 goles, el más reciente el pasado 19 de diciembre contra el Elche. Si es el último o no con la camiseta del conjunto rojiblanco lo determinarán las próximas horas. De momento ha solicitado salir del club este enero.