La Peña Deportiva continúa con una grave carencia en lo que a efectividad en ataque se refiere, que la está hundiendo moralmente. Sin gol no hay victorias y a lo único que puede aspirar así el conjunto santaeulaliense es al empate a cero, siempre y cuando no marque su rival, como sucedió ayer de nuevo frente al Alcoyano, que se llevó los tres puntos de Santa Eulària con un triunfo por la mínima (0-1), gracias a un polémico tanto de Ramón López al filo del minuto 70.

Arrancó el encuentro la Peña Deportiva con ganas de llevar la iniciativa y tratando de controlar el juego, pero se topó enfrente con un Alcoyano ordenado y bien plantado, que se mostró muy seguro atrás.

Así, tras unos primeros compases de tanteo mutuo en los que ambos equipos se mostraron mucho respeto de inicio, comenzaron las hostilidades con más intención que acierto.

De este modo, en el minuto 9, se produjo el primer acercamiento serio de los visitantes. Fue a través de una falta lejana que consiguió cabecear el visitante Solbes sin mucha precisión en su remate, y que detuvo el guardameta peñista Javi Seral por alto y con bastante seguridad.

La Peña quería generar juego y peligro con voluntad y de todas las maneras posibles, pero no acertó a encontrar los espacios necesarios como para inquietar con éxito a la férrea línea defensiva de los de Alcoy.

Sin mucho más que destacar, los minutos fueron transcurriendo en un primer tiempo algo anodino y sin apenas ocasiones de peligro por parte de ambos contendientes. Y es que hubo que esperar hasta el minuto 32 para presenciar la primera oportunidad clara de los locales, con una jugada rápida en la que Juancho probó fortuna desde la frontal con un chut que se le fue desviado.

Sin embargo, poco antes del descanso, en el minuto 44, la Peña pudo adelantarse en el marcador con otra acción de Juancho, después de recibir y amagar en el área buscándose el hueco para golpear, y en la que envió el balón al larguero, tras rebotar su lanzamiento en uno de los defensas.

La Peña, sin puntería

El segundo tiempo se inició con algo más de ritmo y muy pronto el Alcoyano mostró sus intenciones con una llegada peligrosa, en el minuto 47, en la que Rubio tuvo ocasión de marcar, tras recoger el cuero en el interior del área en buena posición, pero su potente disparo se le marcho alto.

Los locales reaccionaron de inmediato con un acercamiento a fuerza de tesón, en el minuto 49, en una jugada que culminó Cristeto con un buen centro desde la izquierda que fue rematado tímidamente por Andreu, pero su lanzamiento fue repelido por la zaga, que despejó el esférico sin mayores consecuencias.

Poco después, en el minuto 52, Seral tuvo que salir con presteza de su área hasta las inmediaciones del centro del campo para jugársela y cortar una salida en largo y muy peligrosa de Mourad, que se marchaba en velocidad hacia los dominios de los peñistas.

En el 69, en una jugada bastante embarullada y con varios rechaces al borde del área peñista, que los zagueros santaeulalienses no acertaron a despejar con contundencia, el Alcoyano consiguió adelantarse en el tanteo con un gol de Ramón López (0-1), que recogió la pelota escorado a la derecha y cruzó el cuero al palo contrario ante la salida de Seral. Fue una jugada muy protestada por los locales, que reclamaron un posible fuera de juego del rematador.

A partir de ahí, con el resultado ya en contra, Raúl Casañ quemó todas sus naves, realizó varios cambios para reestructurar a su equipo y apostó por jugar con Antonio López y Nacho en punta en busca de algún remate que cambiara el signo del encuentro.

En el minuto 80, Miguelete, a balón parado, dispuso de su oportunidad, pero el golpeo de la falta se marchó por encima de la portería alicantina.

Continuó intentándolo la Peña Deportiva hasta el final con más corazón que cabeza, pero los santaeulalienses, que siguen negados de cara al gol, vieron cómo se les escapaba otro partido sin marcar.

Así las cosas, con esta nueva derrota en casa, los de Raúl Casañ bajan hasta la octava plaza de la clasificación con seis puntos y siguen otra semana más inmersos en una crisis de resultados, de dudas y sin olfato de gol.