Irene Colomar Costa (Ibiza, 18 de abril de 1986) sigue asimilando su último logro en el kárate. La ibicenca es la nueva seleccionadora española absoluta en kumite femenino. Un reto mayúsculo en su ya extensa carrera deportiva en un deporte en el que comenzó con cinco años.

Es usted la nueva seleccionadora nacional absoluta del equipo femenino de kumite. Suena muy bien esto...

Sí, la verdad es que suena muy bien y da mucho respeto. Es un reto para mí e intentaré hacerlo lo mejor posible, con toda mi dedicación y empeño. Sigo asimilándolo.

Algún día pensó que podía llegar a dirigir el equipo nacional de kárate de combate femenino?

Sinceramente, no. Cuando me retiré [de la competición], en lo primero que pensé fue en disfrutar de la familia y de Ibiza, de mi gente. Porque hacía muchos años que no estaba en Ibiza residiendo y echaba mucho en falta la cercanía de la familia y los amigos. Y la verdad es que me centré en el gimnasio, en el Samyd.

¿Usted se retiró de la competición hace ya cinco años no?

Me retiré en 2015, con 29 años. Vine a Ibiza a principios o mediados de 2016.

¿Pensó en rechazar el cargo?

Bueno, al final te lo tienes que plantear. Porque, como te digo, estaba muy centrada en el club, en el Samyd, y también en la selección balear. Hasta ahora estaba como seleccionadora balear cadete, júnior y sub-21 femeninos, y la absoluta completa. Entonces, había muchos proyectos en marcha y estaba centrada en eso. Cuando te proponen un proyecto tan potente como es ser seleccionadora nacional tienes que darle unas cuantas vueltas. Porque también a nivel personal son muchos cambios.

Pero no se podía rechazar, ¿no?

Sí, a ver, cuando te ofrecen un proyecto así... Dentro de mis posibilidades, estoy en activo y demás. Rechazar un proyecto así creo que es complicado, porque al final para mí es un honor estar en este puesto.

¿Es esto, quizás, un premio no sólo para usted sino también para el kárate ibicenco y el balear, por extensión?

Sí, por descontado. Para mí es un premio y una sorpresa porque no me lo había planteado. No había llegado el momento de plantearme algo así. Creo que es un premio a todo lo que se ha trabajado durante años y se sigue trabajando.

Un logro más para su currículum. No sé si se ha parado a pensar todo lo que ha conseguido en el mundo del kárate...

Si me paro mucho a pensar me entra un poco el tembleque. De decir: 'Ostrás, pues vamos a pasos agigantados'. Porque, hablando claro, creo que soy una novata en esto de poder guiar y trabajar con un equipo tan potente como es el nacional.

¿Le queda algo por conseguir con el kárate?

Creo que como karateca me falta mucho por aprender. Y como técnica, ya ni te cuento. El trabajar día a día, el estar reciclado y el seguir estudiando y aprendiendo es básico para un técnico. Pienso que me falta, y bastante.

¿Este es su mayor logro en su deporte, incluyendo los que ya obtuvo como deportista?

Buff. No sé muy bien cómo valorarlo en el sentido de que los logros que he conseguido como deportista son bastante importantes, y en su momento no era consciente. Entonces, ahora mismo no sé si soy consciente de lo que acabo de empezar. Primero porque no me ha dado ni tiempo de poner los pies en el suelo. Pero sí que es un logro, para mí, muy importante. Y da sentido a mucho trabajo, a momentos buenos y a otros menos buenos.

¿Le sigue echando humo el teléfono móvil?

[Risas]. Sí, sigue echando humo. Estoy un poco anodada con la repercusión que está teniendo.

Dice usted que se siente novata, pero ¿qué puede aportar como seleccionadora?

Al final, los años que he vivido como deportista espero que me puedan servir para asesorar y guiar a las chicas. Está claro que cada una de ellas es un diamante, ya casi ninguna en bruto porque están lograndos sus éxitos y tienen un nivel fantástico. Pero les intentaré dar expectativas y poderlas guiar un poquito en, a veces, situaciones que a un deportista le cuesta ver. No es lo mismo estar en el tatami, peleando con tu contrincante a dos metros o a metro y medio, que una persona que está desde fuera viendo el combate de una forma un poco más amplia.

¿Hay algo que le gustaría cambiar en el equipo nacional?

Ahora mismo, sinceramente, lo único que quiero es hacerlo lo mejor que sea e intentar aportar. Ser seleccionadora nacional absoluta es un culmen en mi carrera.

¿Ha llegado al techo?

Creo que me conoces desde hace años y sabes que no me he puesto nunca techo. Luego las cosas han venido como han venido y se llevan a cabo. Una persona que se pone techos no consigue todo lo que puede conseguir. Entonces, no, no me pongo techo.

Pepe Torres, el delegado insular de kárate, dijo de usted que tiene dotes de liderazgo. ¿Qué le parece?

Comparto lo que dice Pepe. Sí que creo que soy una persona que tira para adelante y eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Soy dura, soy muy muy cabezota y, a veces, bueno... Sí que creo que tengo algunas dotes de liderazgo. Tanto Pepe como Fernando [Pérez, entrenador del Samyd] siempre me han animado a tener carácter, convicciones y tirar para adelante con lo que una piensa.

Deben estar orgullosos los dos, sacando pecho por la que un día fue su karateca...

Hombre, yo espero que sí que estén orgullosos porque ellos forman parte de todo esto. Para mí son pilares, tanto dentro como fuera del mundo del kárate. Ellos son para mí unos referentes en todos los aspectos de mi vida.

¿Cómo va a llevar eso de dirigir a las que no hace mucho tiempo eran compañeras suyas en el tatami, como la también ibicenca Cristina Ferrer? ¿Cómo se gestiona esto?

Bueno, se gestiona con mucho tacto y con mucho respeto hacia ellas. Al final, ante todo tengo que ser profesional y ellas también tienen que ser conscientes. Antes yo estaba a su lado, peleando con ellas y luchando por los m ismos objetivos, y ahora voy a luchar por ellos asesorándolas, ayudándolas. Entonces, hay que ser profesionales.

¿Qué retos tiene ahora, a corto, medio y largo plazo, el equipo nacional que va a dirigir usted?

El reto que ahora mismo está sobre la mesa es la clasificación para los Juegos Olímpicos. Este año habrá preolímpico. Había un Campeonato del Mundo que estaba previsto para 2020 y se ha pospuesto para 2021. Hay unos objetivos grandes por conseguir, pero sobre todo está ahí la clasificación de una competidora para unas Olimpiadas, que sería un logro increíble.

Sobre el papel, ¿quién tiene más opciones?

Creo que ahora no es el momento porque acabo de llegar. Pero ahora mismo hay unas cuantas chicas bien posicionadas, con opciones de ir al preolímpico, como pueden ser Cristina Ferrer, Laura Palacios, María Torres... Hay varias karatecas que están ahí, luchando para conseguirlo. Luego hay alguna más, de pesos inferiores, como puede ser Nadia o Carlota. Es un equipo muy competente que está ahí, llamando a las puertas. Decirlo ahora puede caer en saco roto. Hay que ver los campeonatos y me tengo que sentar a ver el calendario y cómo nos organizamos. Hay objetivos fuertes a corto plazo.

¿Cómo le va a cambiar la vida este nuevo cargo?

No lo tengo muy claro. Espero que me la cambie lo menos posible. Porque desde hace cuatro años resido en Ibiza, con mi pareja, con mi familia, con el club, el Samyd, en el que estamos trabajando muy duro y con un proyecto muy bonito. Me va a cambiar, porque al final tendré que viajar y tengo otras responsabilidades, pero no quiero olvidar las que tengo también en Ibiza.

Desde que ha sido nombrada seleccionadora española absoluta de kumite, ¿la miran con más admiración los karatecas de su club?

Supongo que sí. Pero tengo que decir que el sábado, cuando saltó la noticia, teníamos programado un entreno por la tarde y fue un poquito drama, la verdad. Tienen el sentimiento de que ya no van a estar sólo ellos. Admiración pero también un poco de indignación porque su profe no iba a estar tanto con ellos como les agradaría [risas]. Pero están muy contentos. Al final, creo que será bueno para todos porque ellos crecerán con esto.

Tres mujeres han sido nombradas seleccionadoras españolas de kárate en diferentes modalidades y categorías. Usted, Sandra Sánchez y Obdulia Martínez. Cuesta mucho ver esto en el mundo del deporte...

La verdad es que sí. Y creo que hay que felicitar a la Federación Española de Kárate por esta decisión. Creo que nunca había habido una seleccinadora española, femenina, al cargo de diferentes categorías o modalidades. Es un paso muy importante por seguir luchando por una igualdad que creo que nos merecemos.

¿Sabe cuándo será su estreno como seleccionadora?

Si te soy sincera, aún no lo sé. Nos tenemos que reunir los miembros del equipo técnico y ponernos en marcha. No sé cuándo voy a debutar aún.

Hablábamos antes de los Juegos Olímpicos. Los de Tokio eran este año pero se aplazaron por la pandemia del Covid-19. ¿Cree que se podrán celebrar en 2021?

Ahora mismo es la pregunta del millón. Tengo las esperanzas de que se celebren, pero es verdad que estamos viviendo una situación complicada con el Covid. No te sé decir porque vamos día a día.

¿Espera que haya marcha atrás en la decisión de dejar al kárate fuera lo Juegos de París de 2024?

Sí, por supuesto. No es muy coherente que un deporte que aún no ha debutado en los Juegos Olímpicos, aunque esperemos que sea en 2021 en Tokio, que ya no se tenga en cuenta para los siguientes. Espero que haya una marcha atrás, por decirlo de alguna manera, o se incluya un deporte más porque el kárate se lo merece por toda la trayectoria que tiene. Se tendría que replantear de forma completa.

¿Cómo le está afectando al kárate todo esto de la pandemia del coronavirus?

Como a la mayoría de deportes. Pero es verdad que se ha trabajado mucho para conseguir unos protocolos con los cuales se permita seguir compitiendo. Se ha reanudado la Liga Nacional, que había sido pospuesta durante los meses que estuvimos confinados y demás. Ya se han realizado dos competiciones de la Liga Nacional y por ahora está funcionando. Es verdad que los competidores están peleando con mascarilla y con todas las medidas de seguridad, pero se están pudiendo hacer pruebas. Entonces, eso es una buena noticia para el kárate español.

¿Cuál es el estado de salud del kárate español?

Ahora mismo hay un equipo muy competente, que está sacando resultados, y que creo que tiene mucho por decir, tanto en chicas como en chicos.

¿Y el del kárate ibicenco?

Ahí estamos. Seguimos trabajando con los objetivos claros. Los chicos lo que tienen que hacer es crecer y formarse como karatecas. La competición es una etapa, pero el kárate queda para toda la vida. Se está trabajando en la tecnificación de los chicos que están compitiendo ahora mismo a nivel nacional y el nivel del kárate en Ibiza siempre ha sido muy notable.

¿Siempre tuvo claro que tras dejar de competir seguiría ligada a su deporte de alguna manera?

Sí, sí. Siempre lo he tenido muy claro. He disfrutando mucho compitiendo, pero disfruto tanto haciendo una clase con mis profesores, y con mis compañeros de toda la vida, que sin ninguna duda.

¿Qué supone el kárate para usted entonces?

El kárate es para mí una forma de vida. Desde que tenía cinco años he rodado alrededor de este deporte y me ha dado muchas alegrías.

De las felicitaciones recibidas, ¿alguna le hizo más ilusión?

La conversación que tuve el domingo con Lino Gómez, que fue mi seleccionador absoluto durante muchos años, fue muy enriquecedora. Fue el sentirme arropada por una persona que para mí es un referente. Al igual que Carmen Herrera, que es una karateca de Mallorca de los pies a la cabeza. Me alegra que se acuerden de mí por mis logros. Aparte, por descontado, Pepe y Fernando. Aunque hay mucha gente.