La UD Ibiza-Ushuaïa Volley encajó ayer su segunda derrota en el inicio de la Superliga masculina después de perder por 3-0 con el CV Teruel en el encuentro disputado en el pabellón Los Planos de la localidad aragonesa.

La mayor efectividad en ataque del potente bloque turolense acabó con la resistencia de un Ushuaïa que volvió a pagar la falta de efectivos. A la ausencia de los tres jugadores extracomunitarios que siguen sin poder viajar a Ibiza por problemas con el visado se sumó la lesión de Arthur Borges en el segundo parcial, lo que permitió al Teruel administrar su ventaja y sentenciar la contienda por la vía rápida.

Los de Aitor Barreros cuajaron un buen primer set, pero no fue suficiente para contrarrestar las alternativas ofensivas del conjunto local, uno de los favoritos a luchar por el título de Liga.

A través del saque cimentó el triunfo el Teruel en el segundo episodio, con Gavenda y Ereu como principales francotiradores. A pesar de salir en evidente desventaja física, el cuadro ibicenco tiró de orgullo y obligó al colectivo aragonés a esforzarse al máximo para certificar el triunfo en un tercer capítulo que concluyó con un ajustado 25-23.

Tras el encuentro, Aitor Barreros reconoció que llegaban al encuentro «en circunstancias complicaditas» por la ausencia de tres de sus incorporaciones. Aún así, admitió que su equipo dio «la cara» y que tiró de «coraje y mala leche para intentar llevar al límite al Teruel».

«Estoy muy tranquilo, pero el Covid nos lo complica todo. Hemos decidido fichar a extranjeros que no pueden venir hasta que no tengan sellado el visado, esperemos que estén la semana que viene», indicó Barreros, que confía en que su plantilla sea capaz de ganar al Textil Santanderina la próxima semana. «Y meternos entre los ocho primeros para la Copa», puntualizó.