La UD Ibiza-HC Eivissa logró ayer su primera victoria en la División de Honor Plata masculina de balonmano, al batir por 32-33 al UBU San Pablo Burgos en un igualadísimo partido resuelto en los segundos finales.

El conjunto ibicenco, que la semana pasada debutó en la categoría con un empate ante el Novás gallego, sumó este domingo un triunfo a base de trabajo, de fe y de resistencia. Los celestes aguantaron con vida hasta el final para asestar un golpe letal al bloque burgalés, al que se le escapó un partido en el que también hizo méritos para ganar.

Tras el resultado de ayer, el conjunto entrenado por Eugenio Tilves suma tres puntos en la clasificación y se coloca tercero en el grupo A de la categoría. Algo que en la entidad, debutante en la segunda división del balonmano masculino español, hubieran firmado seguro antes de iniciar esta aventura.

El Burgos llevó la batuta en los primeros 30 minutos del choque, manejando rentas máximas de cinco goles, pero la escuadra pitiusa nunca se descompuso. Eso a pesar de que no consiguió parar las transiciones de su adversario, como había pedido Tilves en la previa del duelo. Además, el Burgos encontró en su portero Mile a todo un líder que paró numerosos lanzamientos de los ibicencos.

A Ander Iriarte, llamado a ser una pieza clave en el equipo pitiuso, le costó entrar y su primer gol se hizo de rogar. Llegó al cuarto de hora, para establecer el 10-6 y suavizar la primera máxima ventaja de los locales.

El Ibiza no conseguía enjugar la diferencia burgalesa, que a falta de cinco minutos para el descanso se estableció en 18-14 tras un penalti que marcó Celorrio. El marcador ya no se movió más en los últimos cinco minutos del primer tiempo. Con ese resultado se llegó al intermedio.

Se antojaba una complicada segunda mitad para el HC Eivissa si quería sacar algo positivo de Burgos. Pero si algo tiene el bloque balear es consistencia y coraje para crecerse en las adversidades.

Se vio a un equipo visitante más entonado en defensa y poniendo más dificultades a su rival. La UD Ibiza empezó a apretar el marcador con un gol de Marc Torres a puerta vacía y otro de Basualdo (20-19, minuto 36). Y el primer aviso de que la progresión visitante iba muy en serio llegó con el 23-23 fijado por Basualdo (43 minutos), tras varias jugadas perdidas por ambos equipos.

El entrenador local, Nacho González, pidió tiempo muerto porque se lo veía venir. Consiguió una reacción de los suyos gracias a un 3-0 de parcial (26-23), pero los tantos de Marc Torres y Marc Sánchez metieron de nuevo al equipo ibicenco en la pelea (26-25).

A falta de diez minutos la igualdad se mantenía con el 27-27, pero otro arreón del Burgos dejó las cosas en 29-27.

Se llegaba a los momentos decisivos y a falta de tres minutos los burgaleses mandaban por dos goles (31-29). Apareció entonces Iriarte y dos tantos suyos empataron el partido (31-31). Javi Rodríguez fijó el 32-31 y Francho Hernández el 32-32. Quedaba un minuto.

En la siguiente acción Marc Torres robó la pelota y la pasó a Pablo Castro para montar la contra. Este se la dio a Marc Sánchez, que corrió hacia la potería y batió a Mile (32-33). Los isleños se ponían por primera vez por delante a falta de pocos segundos.

Intento de reacción local

El banquillo local pidió tiempo para preparar la estrategia. Casi le salió bien porque Raúl Blanco tiró al palo desde el extremo derecho. Luego, en el otro costado, el golpe franco de Claudio Ramos no superó la muralla del HC Eivissa, cuyos jugadores festejaron el histórico triunfo en la pista. Lo negativo, que Iriarte se lesionó un dedo. Parece un esguince.