El UD Ibiza- Gasifred Ciutat d'Eivissa arrancará la nueva temporada 2020-21 en su regreso a la Segunda División B el próximo día 24 de octubre, o bien el 31 de octubre, fecha que aún está por confirmarse, según informó ayer el club ibicenco, después de participar por la tarde en una reunión telemática con los diversos representantes de la RFEF y de los grupos 1, 2 y 3 de la Segunda División B de fútbol sala, en la que se trataron diferentes asuntos de gran interés, como el inicio de la competición y la composición de los grupos de competición.

El conjunto ibicenco, que recibió ayer la certificación de que ha quedado enclavado «por cercanía» en uno de los dos subgrupos de 10 equipos del Grupo 3, ya sabe por lo tanto que competirá esta campaña junto a L'Hospitalet Bellsport, Cerdanyola del Vallés, Sala 5 Martorell, ETB Calvià, Escola Pía, Union Las Palmas (Santa Coloma), Ripollet, Pallejà y Arenys de Munt.

Un subgrupo «de mucho nivel»

Un subgrupo «de mucho nivel»

Así las cosas, a falta de concretarse la fecha exacta del inicio del campeonato liguero, en espera de que se acabe el protocolo sanitario y de prevención frente al Covid-19, el club isleño detalló en su comunicado que será a lo largo de la semana que viene cuando se conozca la confección definitiva de su calendario de juego, un calendario que le llevará esta temporada a medirse con algunos de los 'clásicos' de la categoría en un subgrupo con rivales «de mucho nivel».

«Es un subgrupo complicado en el que conocemos a clubes que son unos clásicos como el Ripollet o L'Hospitalet, y en el que también, por ejemplo, está el filial del Palma Futsal, el ETB Calvià, que también tiene muy buen equipo. Va a ser una competición complicada porque hay muchos rivales potentes y de mucho nivel, ya que los clubes catalanes siempre son muy fuertes», destacó Vicent Tur, delegado del UD Ibiza-Gasifred Ciutat d'Eivissa, quien, no obstante, adelantó: «Afrontamos esta temporada con motivación y con mucha ilusión. Hay muchas ganas de empezar a competir en la nueva categoría».

El formato de competición en Segunda B ha quedado definido con un campeonato liguero a doble vuelta en el que los tres primeros clasificados de cada grupo se enfrentarán después en otra liga a doble vuelta por el ascenso, mientras que del cuarto al séptimo decidirán entre ellos las plazas para la Copa del Rey, quedando el resto de equipos enmarcados en una pelea de salvación por no descender y por lograr dos únicas plazas que aseguran la permanencia.