Pablo Alfaro quiere continuar de celeste y así se lo ha hecho saber al presidente de la UD Ibiza, Amadeo Salvo, en un encuentro mantenido este viernes en un establecimiento de la capital ibicenca. Según ha podido saber Diario de Ibiza, el técnico zaragozano ha mostrado su predisposición para renovar, después de haberse tomado unos días de reflexión tras la decepcionante eliminación, a manos del Cornellà, en la primera ronda del 'play-off exprés' de ascenso a Segunda, celebrado en la Costa del Sol.

El preparador aragonés había trasladado también al director deportivo de la entidad ibicenca, Fernando Soriano, su voluntad de continuar en un proyecto que considera tiene margen de mejora. Aunque algunas informaciones apuntan a que Amadeo Salvo ya tendría decidido no renovar al zaragozano, a día de hoy continúa siendo una incógnita quién ocupará el banquillo celeste la próxima temporada en Segunda B.

Pablo Alfaro llegó a la UD Ibiza en febrero del pasado año tras la destitución de Andrés Palop. Esa temporada cogió al equipo celeste en la octava plaza del grupo IV y, tras 12 jornadas, finalizó sexto después de firmar seis victorias, cinco empates y una derrota.

Para este ejercicio el club realizó una importante inversión en la plantilla con el firme objetivo de luchar por los puestos de honor en el grupo I de Segunda B.

Con Alfaro en el banquillo, la UD Ibiza escribió las páginas más gloriosas del deporte ibicenco en la Copa del Rey, tras eliminar al Racing de Ferrol y al Albacete de Segunda antes de enfrentarse al FC Barcelona, en una eliminatoria que quedará grabada en la retina de todos los aficionados al fútbol en las Pitiüses.

En Liga, los celestes fueron de menos a más y antes del obligado parón por la pandemia vencieron al Atlético Baleares, situándose a dos puntos del liderato cuando todavía restaban 10 jornadas para su conclusión. Pero la Covid-19 truncó las aspiraciones de la UD Ibiza y su regreso a la competición no fue ni mucho menos el esperado.

La sorprendente eliminación del equipo en la fase de ascenso, tras firmar una irreconocible primera mitad frente al Cornellà, cayó como una losa en la planta noble de Can Misses. Ahora, con los ánimos más calmados, Amadeo Salvo tiene que decidir a qué entrenador quiere dar los mandos del plantel ibicenco para la próxima temporada.